Incendios de California son crisis del capitalismo
En las últimas dos décadas, los incendios forestales se han convertido en un problema que afecta cada vez más la salud y la vida de las/os californianos. Actualmente, hay más de 20 incendios activos en California según el sitio web de CAL FIRE, fire.ca.gov/general/firemaps.
Algunos se conocen como incendios forestales nacionales que son naturales y ocurren anualmente en California después de un verano largo y seco.
La abundancia y la frecuencia de la actual ola de incendios, sin embargo, puede verse como el resultado del capitalismo anárquico y el impulso de las ganancias en el sector inmobiliario. Y las graves consecuencias de muerte y destrucción pueden atribuirse a la falta de planificación social para enfrentar emergencias, complicada por un presidente ultraderechista.
Los incendios en sí mismos son el resultado directo del desarrollo excesivo de partes de California que antes no estaban pobladas por razones divergentes, pero relacionadas. En el sur de California, el fuego en Woolsey ha consumido en gran medida propiedades inmobiliarias de alto precio en hermosas áreas vírgenes que se venden a personas adineradas.
El incendio en Camp, en el Norte de California por otro lado, ha afectado a muchas/os californianos más pobres y envejecientes, algunas/os de los cuales han sido expulsados de las áreas urbanas costosas — en otras palabras, debido al aburguesamiento.
El fuego en Camp, uno de los incendios más letales en la historia de California, ha demostrado ser trágico. A partir de la tarde del 16 de noviembre, el número oficial de muertes era de 71, pero el número de personas desaparecidas fue de 1.011, dado que muchas de las personas mayores o discapacitadas no tienen forma de escapar. Ubicado a unas 60 millas al norte de Sacramento, el incendio en Camp ha incinerado toda la ciudad de Paradise, destruyendo más de 12.000 estructuras y 150.000 acres.
Los fuertes y extremadamente secos “vientos de Santa Ana” que se originan tierra adentro han extendido el humo del fuego, que puede verse cientos de millas en múltiples direcciones y ha empeorado la calidad del aire, que ya era deficiente.
Las personas que viven a cientos de kilómetros de los incendios respiran aire cargado de humo, que es peligroso especialmente para las personas con enfermedades cardíacas, asma u otras afecciones respiratorias. Las autoridades aconsejan a las personas que permanezcan adentro o limiten las actividades al aire libre.
Los irresponsables tuits de Trump
Miles de personas viven en tiendas de campaña, después de haber tenido que abandonar sus hogares, angustiadas, perdiendo todo lo que tienen. No saben cuándo pueden regresar a sus hogares para salvar lo que queda, si es que quedan.
En medio de todo este sufrimiento, el presidente tuiteó que el estado de California ha administrado mal sus bosques causando los incendios. Sin lugar a dudas, Donald Trump está atacando al gobierno de California, que es progresista en comparación con él. El gobierno federal, sin embargo, posee el 98 por ciento de las tierras forestales en California y es responsable de su mala gestión.
Como de costumbre, la administración de Trump quiere evitar pagar los fondos de emergencia federales para desastres de este tipo. En su lugar, utiliza los fondos para desplegar tropas federales en la ahora militarizada frontera sur.
Las/os activistas sociales e incluso los políticos preguntan por qué Trump no ha enviado más bomberos, rescatistas y trabajadores de la salud para ayudar a las personas devastadas por los incendios. En cambio, gran parte de la lucha contra incendios se deja al sector más alienado de los californianos, su población encarcelada.
El programa del Departamento de Corrección y Rehabilitación de California paga a los prisioneros de $1 a $2 por día para combatir incendios activos, más tiempo libre de sus sentencias. Más de 2.500 prisioneros están arriesgando sus vidas combatiendo incendios en todo el estado. (tinyurl.com/ydbus2at y tinyurl.com/ydy9colb)
Al utilizar este trabajo “voluntario”, el estado dice que ahorra de $90 a $100 millones al año. También aduce que ayuda a los reclusos a aprender nuevas destrezas mientras trabajan en un entorno de equipo. Por supuesto, ningún trabajo en este campo está garantizado para ex prisioneros.
Trump continúa negando que el comportamiento humano produce calentamiento global y que esta es una causa importante de más incidentes de sequía. La vegetación se torna seca e inflamable, proporcionando más combustible para los incendios. Las líneas eléctricas mal puestas pueden iniciar un incendio y luego los vientos de Santa Ana lo propagan.
Los incendios forestales de California son síntomas de una crisis en el capitalismo. La explotación y el desprecio por la tierra y los recursos y por las personas pobres y trabajadoras han creado esta experiencia anual de terror para las/os residentes.
Sin embargo, las/os más oprimidos ya han dado las respuestas. En California, las casas vacantes superan a la población sin hogar. Las/os activistas exigen que llenemos los hogares que tenemos en lugar de alimentar la burbuja inmobiliaria.
Las/os activistas también piden pagar a los trabajadores – los bomberos pobres y encarcelados – los salarios que merecen en lugar de explotar su trabajo y costarles la salud y, en última instancia, la vida.
Por último, las/os activistas quieren crear una infraestructura que sea sostenible y reduzca nuestra huella de carbono, en lugar de crear más vertederos que llenen nuestra atmósfera con gas metano, que aumenta la probabilidad de estos incendios.