Legendario periodista dice que buzos de EE.UU. volaron los Nord Stream

Victoria Nuland: “Nos agrada mucho saber que el Nord Stream 2 se ha convertido en un montón de chatarra en el fondo del mar.”

En un artículo publicado aquí el último octubre en inglés, Sara Flounders demostró que los EE.UU. gañaba lo más de la destrucción de Nordstream 1 y 2, y sea probablemente el culpable (workers.org/2022/10/66955/). El artículo abajo es de rt  español del 8 de febrero, 2023.

El Presidente Joe Biden decidió sabotear el gasoducto Nord Stream después de más de nueve meses de discusiones secretas con el equipo de seguridad nacional, según el artículo de Seymour Hersh, ganador del premio Pulitzer en 1970.

El legendario reportero Hersh hizo este miércoles, 8 de febrero, una chocante revelación en su artículo “Cómo Estados Unidos eliminó el oleoducto Nord Stream”, publicado en su blog personal. Hersh, ganador del premio Pulitzer en 1970, afirmó que fueron buzos de la Marina estadounidense quienes colocaron los explosivos bajo los gasoductos Nord Stream en junio de 2022.

Según una fuente familiarizada con el asunto, la operación se llevó a cabo bajo la cobertura de los ejercicios BALTOPS 22 de la OTAN. Tres meses más tarde los dispositivos fueron activados de forma remota para destruir los gasoductos.

Como era de esperar, la Casa Blanca rechazó cualquier acusación que pudiera relacionar a EE.UU. con las explosiones, a pesar de que Joe Biden viera los gasoductos como un medio que permitiría a Vladímir Putin usar “el gas natural como arma para sus ambiciones políticas y territoriales”.

Adrienne Watson, una portavoz de la Casa Blanca, calificó tales suposiciones como “una ficción completamente falsa”, mientras que Tammy Thorp, portavoz de la Agencia Central de Inteligencia, comentó los hechos de manera similar, asegurando que “esta afirmación es total y absolutamente falsa”, recuerda el periodista.

Según su artículo, Biden decidió sabotear el Nord Stream después de más de nueve meses de discusiones secretas con el equipo de seguridad nacional de Washington, abordando diferentes maneras de hacerlo con el fin de encontrar la mejor.

“Durante gran parte de ese tiempo, el problema no era si llevar a cabo la misión”, sino cómo llevarla a cabo sin dejar pruebas evidentes “de quién era el responsable”, aseguró Hersh. Teniendo en cuenta que las explosiones ocurrieron en medio de las hostilidades entre Moscú y Kiev, cualquier “acción que pudiera atribuirse a la Administración violaría las promesas de EE.UU. de minimizar el conflicto directo con Rusia. El secreto era esencial”.

La elaboración del plan

A medida que las tensiones entre Ucrania y Moscú iban en aumento, la Administración Biden también se iba centrando en el Nord Stream. “Mientras Europa siguiera dependiendo de los gasoductos para obtener gas natural barato, Washington temía que países como Alemania fueran reacios a suministrar a Ucrania el dinero y las armas que necesitaba para derrotar a Rusia”, escribió el reportero, señalando que “fue en ese momento inestable que Biden autorizó a Jake Sullivan [asesor de Seguridad Nacional] a reunir a un grupo interinstitucional para idear un plan”.

“Lo que quedó claro para los participantes, según la fuente con conocimiento directo del caso, es que Sullivan tenía la intención de que el grupo presentara un plan para destruir los dos gaseoductos Nord Stream, y que estaba cumpliendo con los deseos de los presidente”, reza el artículo. 

Al principio, la Marina propuso utilizar un submarino para asaltar el gasoducto directamente, mientras que la Fuerza Aérea pensó en lanzar bombas con fusibles retardados que podían activarse de forma remota. No obstante, la CIA insistió en que cualquier método tendría que ser encubierto. “Esto no es cosa de niños”, dijo la fuente, agregando que, si el ataque era rastreable hasta Estados Unidos, sería interpretado como “un acto de guerra”.

En ese contexto, el equipo de trabajo de la CIA se dedicó a elaborar un plan para una operación encubierta que utilizaría buzos de aguas profundas para provocar una explosión, pese a que al principio esa idea fue recibida con escepticismo por los miembros del grupo interinstitucional. Uno de los factores que les inquietaba era que las aguas del mar Báltico estaban fuertemente patrulladas por la Armada rusa y no había plataformas petrolíferas que pudieran usarse como cobertura para una operación de buceo.

El operativo

Para poder continuar con el plan, los estadounidenses decidieron solicitar ayuda a Noruega. “Odiaban a los rusos, y la Armada noruega estaba llena de magníficos marineros y buzos que tenían generaciones de experiencia en la exploración altamente rentable de petróleo y gas en aguas profundas”, dijo la fuente, agregando que los noruegos sabrían mantener el secreto, ya que la destrucción del Nord Stream les permitiría vender mucho más de su propio gas natural a Europa

En marzo, algunos miembros del equipo volaron a Noruega desde EE.UU. para reunirse con el Servicio Secreto y la Armada del país nórdico. “Una de las preguntas clave era qué lugar exacto del mar Báltico era el mejor para colocar los explosivos”, explicó el periodista. Los noruegos no decepcionaron y no tardaron en encontrar el lugar adecuado.

 

Simple Share Buttons

Share this
Simple Share Buttons