Libaneses luchan bajo lluvia de bombas
La opinión mundial se vuelve en contra de la agresión EEUU-Israelita
Por Sara Flounders
9 de Agusto—El gabinete de guerra de
Israel decidió hoy unánimemente enviar sus tropas hacia más
adentro del Líbano. Esta decisión es la profundización de
la guerra terrestre. Es un intento para destruir el movimiento de resistencia
dirigido por Hizbolá antes de que cualquier tipo de cese al fuego sea
acordado por las potencias imperialistas en complicidad con Israel.
Es
importante ver lo que los aviones, helicópteros, tanques, bombas tipo
racimo, y otros equipos destructivos israelitas suplidos por los EEUU ya han
hecho a un país más pequeño que la mitad del tamaño
y la población del estado de Nueva Jersey.
Los aviones
israelitas—más de 60 a la vez—circulan la costa del
Líbano esperando sus turnos para tirar bombas sobre un país que no
tiene ningún sistema de defensa contra los ataques
aéreos.
Secciones enteras de Beirut, Tyre y Sidón han sido
totalmente destruidas. Más del 75% del sur de Beirut está
destruido. El sur del Líbano ha sido despoblado. Villas y pueblos
destruidos. La infraestructura, incluyendo los aeropuertos, las carreteras, los
puentes principales, las plantas eléctricas y las refinerías de
petróleo fueron destruidas en los primeros días del ataque
israelí.
Las víctimas de los ataques sobrepasan ampliamente
los mil que se han publicado—un tercio de estos son
niñ@s—porque los trabajadores de rescate ya no pueden entrar a los
sitios que han sido totalmente destruidos. No hay una cifra de las miles de
vidas que se han perdido debido al stress extremo, a la falta de medicinas
urgentemente necesitadas o a las aguas contaminadas.
El 6 de
agosto—en el aniversario del ataque atómico de EEUU contra
Hiroshima —el Comité Independiente Israelita para un Medio Oriente
Libre de Armas Atómicas, Biológicas y Químicas
publicó un reporte sobre las muchas bombas destructoras de
búnkeres, GBU-28—que Israel ha recibido del Pentágono. El
reporte declara que las bombas contienen uranio, el cual avienta polvo
tóxico radioactivo.
La mayoría de la población ya
está falta de provisiones básicas. El combustible es tan escaso
que ni los generadores de electricidad casi funcionan. El bombardeo de los
tanques de almacenaje de petróleo cerca de la costa ha contaminado
playas, ríos y reservas de agua. La electricidad, la sanidad y la
recolección de la basura han desaparecido. Los hospitales y las
organizaciones de servicios sociales y humanitarios están
sobrecargados.
Más del 25% de la población—un
millón de personas—han quedado desamparadas. L@s refugiad@s son
llevad@s a escuelas, salones religiosos, parques y
carreteras.
Hizbolá unifica la resistencia nacional
La
resistencia nacional dirigida y organizada por Hizbolá ha propinado
golpes continuos al ejército israelita. El ejército
israelí, considerado una vez invencible por sus tanques armados, ha sido
retrasado, desviado y hasta detenido por las armas contra tanques de la
resistencia.
Aunque Hizbolá no tiene los proyectiles de
precisión o de enorme potencia destructiva como las bombas de Israel,
todavía tiene la capacidad de disparar más de 100 cohetes al
día, cerrando un tercio del norte de Israel.
Hizbolá ha
pasado años organizando y entrenando a miles de personas en
tácticas militares. También ha dado mucha atención a las
necesidades económicas y sociales de los sectores más pobres de la
sociedad.
El laberinto de túneles y refugios subterráneos
bien construidos ha permitido que unidades pequeñas bien organizadas de
Hizbolá y otros grupos de la resistencia conduzcan emboscadas
numerosas.
Cada tanque destruido, cada helicóptero de ataque
derribado envía el mensaje que Israel no es invencible.
En
invasiones anteriores, Israel podía contar con el apoyo de los sectores
más conservadores y privilegiados de la sociedad libanesa, estableciendo
incluso un ejército fascista de colaboradores. El colonialismo
francés, y las políticas de los EEUU e Israel han reforzado las
antiguas divisiones que existen hace siglos en el Líbano en grupos
rígidos políticos, religiosos, y étnicos.
Pero esta
vez, la destrucción masiva que Israel ha infligido, y la organizada
resistencia militar y la movilización política para confrontarla,
han unificado al Líbano en contra de Israel y en contra de los
EEUU.
Al fracasar la estrategia militar de Israel, Tel Aviv se encuentra
en una crisis parecida a la que enfrentan los EEUU actualmente en Irak. Todo el
Medio Oriente está sumamente energizado viendo que una
movilización popular del pueblo es una arma poderosa. A través de
toda la región, el apoyo total por la guerra de parte de Washington ha
unificado y reforzado la opinión popular en contra del imperialismo
estadounidense.
Acusaciones de crímenes de guerra
Tres
judíos marroquíes han presentado a la Corte Suprema de Justicia en
Rabat un documento acusando al Ministro de Defensa de Israel Amir Peretz, nacido
en Marruecos, de cometer crímenes de guerra.
El activista
izquierdista Abraham Tsarfati, el autor Amran al Malich, y el representante de
derechos humanos Zion Asidon, declaran que Peretz debe ser enjuiciado en
Marruecos por su doble ciudadanía Marroquí/Israelita. Ellos
explican que “La ley de Marruecos permite el juicio de cualquier ciudadano
de Marruecos que ha cometido crímenes de guerra dentro o fuera del
país”.
El papel del Ministro de Defensa Peretz revela la
banca rrota política de los sionistas liberales -en una crisis son
sionistas primero. Peretz es ex activista de la organización Paz Ahora y
líder de la confederación sindical sionista, Histadrut. Su
elección como jefe del Partido Laboral Israelí fue proclamada en
Israel, y hasta por algunos progresistas en los EEUU, como una señal de
grandes cambios.
Sin embargo, el Partido Laboral Israelí ha sido
parte del gobierno israelí, junto al Partido Likud, durante la
mayoría de los seis años de la Intifada Palestina. El papel del
Partido Laboral en Israel, es similar al del Parido Demócrata en las
políticas imperialistas de los EEUU.
Las pruebas masivas de
crímenes de guerra de parte de Israel y el apoyo descarado a estos
crímenes de los EEUU han indignado a quienes ordinariamente se quedan
callados.
Israel ha atacado ambulancias de la Cruz Roja claramente
marcadas, convoyes de refugiad@s, un refugio de bombardeos en Qana, hospitales y
la entera infraestructura civil. El coordinador humanitario de la ONU para el
Líbano, David Shearer advirtió que, “Los ataques deliberados
contra la infraestructura civil es una violación del derecho
internacional”.
El periódico The Guardian de Bretaña
reportó el 8 de agosto que Israel “ha amenazado atacar
representantes de las fuerzas de paz de la ONU si intentan reparar puentes
dañados por bombas en el sur del Líbano”.
Planeando
y preparándose para la guerra
La invasión israelí
y el asalto desfrenado contra el Líbano y su ataque masivo contra los
palestinos en Gaza no fueron el resultado de la captura de un solo soldado
israelí por Hamás en Gaza, ni de la captura de dos soldados
israelíes por Hizbolá en la frontera libanesa.
Estos
soldados fueron capturados para forzar un intercambio de los más de
10.000 prisioneros detenidos por Israel. Ha habido ataques incesantes
israelíes contra las dos zonas por años y ha habido acciones de
resistencia por parte de las dos organizaciones, y otras fuerzas palestinas y
libaneses.
El periódico San Francisco Chronicle del 21 de julio
explicó: “La respuesta militar de Israel por aire, tierra y mar a
lo que consideró una provocación la semana pasada por militantes
de Hizbolá se está desarrollando según un plan que fue
finalizado hace más de un año.”
Un artículo en
el Washington Post del 16 de julio estaba titulado, “(Los) Ataques son
llamados parte de una extensa estrategia: EEUU, Israel se proponen debilitar a
Hizbolá, los militantes de la región.”
Resoluciones
de la ONU por un alto al fuego
Después de resistir el llamado
por un cese al fuego cuando Israel inició su campaña de bombardeo,
los Estados Unidos, junto a Francia, ahora han introducido una
“resolución por un cese al fuego” en el Consejo de Seguridad
de la ONU que es en realidad un plan para formalizar la ocupación
israelí y reforzarla con fuerzas militares internacionales.
La
resolución demanda el desarme de Hizbolá pero no de las fuerzas
militares israelitas. Ni siquiera demanda la retirada de tropas israelíes
del Líbano. Las fuerzas israelíes se quedarían allí
hasta que una resolución futura las reemplace con fuerzas
internacionales.
La resolución permite que Israel continúe
sus operaciones militares ofensivas “por propósitos
defensivos”.
Jonathan Cooke, un periodista basado en Nazaret,
apuntó en un artículo de Znet el 7 de agosto que medios hebreos
dijeron que el plan fue delineado con “la íntima
participación israelí”.
Washington, que apoya
totalmente a Israel, ha obstruido todos los anteriores llamados internacionales
a un cese al fuego. La resolución es solamente una maniobra de los
imperialistas para producir un plan que Hizbolá no pueda
aceptar.
Peligro de una guerra más extensa
Mientras
Israel amplía la guerra, e invade más profundamente dentro del
Líbano, crece el peligro de una guerra más extensa.
El 5 de
agosto, aviones de guerra israelí bombardearon el pueblo sirio al-Qaa en
la frontera, matando a 33 agricultores sirios y civiles libaneses e hiriendo a
14. En dos cartas a la ONU, Siria demandó una investigación
completa por la ONU de las masacres de personas civiles en al-Qaa y en el
refugio en Qana, en el Líbano.
Los medios israelíes reportan
que el Primer Ministro Ehud Olmert dijo en una reunión de 50 portavoces
gubernamentales el 7 de agosto, “Nuestro enemigo no es Hizbolá sino
Irán que emplea a Hizbolá como su agente”.
Con el
hecho de que la guerra estadounidense en Irak es más imposible de ganar
cada día, y con una resistencia poderosa en el Líbano, la amenaza
aumenta que la administración de Bush trate de ampliar la guerra. Un gran
sector del movimiento contra la guerra en el Occidente históricamente ha
apoyado el estado de Israel, el cual comparte los objetivos del imperialismo
estadounidense en el Oriente Medio. Estos recientes ataques contra los pueblos
libanés y palestino muestran que no es posible apoyar a Israel y estar a
la vez contra la guerra.
El pueblo árabe y musulmán de toda
la región está bajo un ataque feroz y creciente. Están
emprendiendo una resistencia heroica.
Lo que ahora es necesario es que la
solidaridad internacional reconozca la justicia de su lucha.
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