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Lucha de las mujeres

Indignación frente a los ataques de la derecha

Con la guerra contra las mujeres en pleno apogeo, las mujeres están luchando a todo dar. Las amenazas a la salud y a los derechos reproductivos, especialmente a un aborto seguro y legal y al control de la natalidad y las actitudes reaccionarias hacia la mujer se han recibido con ira y fuerte resistencia por mujeres y hombres aliados a través de los Estados Unidos.

El 1 de marzo, al inicio del Mes de la Historia de la Mujer, el Senado, de mayoría demócrata, por una votación de 51-48 rechazó la llamada “Acta de Respeto por los Derechos de Conciencia”, que habría permitido a cualquier plan de seguro o empleador, con o sin afiliación religiosa, denegar cobertura para cualquier servicio de atención médica o disposición a la que se opusieran en base a “sus creencias religiosas o convicciones morales”. El senador Roy Blunt de Missouri presentó esto como una enmienda al Acta de Protección de Pacientes y de Asistencia Asequible del 2010 (denominado plan de salud nacional) y lo adjuntaron a un proyecto de ley de transporte para este año.

Esto sucedió luego de un febrero lleno de debates en el Congreso y comentarios públicos sobre el derecho de las mujeres a los anticonceptivos en el plan de salud. Fuerzas reaccionarias contra la mujer se enfrentaron a las mujeres que defienden su derecho básico a la atención de salud, salud reproductiva y control de la natalidad.

El presidente Barack Obama había anunciado el 20 de enero que todas las instituciones con afiliación religiosa que sirven a la población en general y reciben fondos federales y estatales, tienen que proveer cobertura gratis de control de la natalidad como parte de la atención sanitaria preventiva en todos los planes de salud del empleado. La Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos, compuesta solo de hombres, se alborotó, denunciando la medida como un ataque a la “libertad religiosa”. Pronto se les unieron los candidatos presidenciales republicanos, los fundamentalistas cristianos y judíos, los políticos reaccionarios en el Congreso y otros elementos de extrema derecha como miembros del Partido del Té.

Este fue un ataque reaccionario contra el derecho de las mujeres trabajadoras a la cobertura de anticonceptivos en sus planes de atención médica proporcionados por el empleador y también a todos los derechos y la autonomía de la mujer.

El 10 de febrero, el Presidente cedió con una concesión. Anunció que las miles de escuelas con afiliaciones religiosas, universidades, hospitales, centros de salud a largo plazo y de beneficencia afectados por el plan de salud no se les requerirán que proporcionen dicha cobertura; en su lugar, las mujeres que trabajan para estos empleadores podrían obtener control de la natalidad directamente a través de sus compañías de seguros.

Sin embargo, esta concesión no fue suficiente para que la Iglesia Católica, dominada por hombres y otros reaccionarios que quieren controlar y hacer retroceder a las mujeres y sus derechos.

Millones de personas se indignaron al ver el espectáculo de una audiencia el 16 de febrero convocada por el Comité de Reforma de Gobierno y Supervisión de la Casa de Representantes sobre el efecto del nuevo reglamento sobre la salud de la mujer. A la única mujer programada para dar testimonio no la dejaron hablar. Sólo figuras religiosas masculinas que se oponían a la cobertura de control de la natalidad se les permitió dar testimonio. Dos mujeres representantes se retiraron del evento, y fotografías del panel de hombres se multiplicaron en el Internet, la televisión y en medios impresos.

Posteriormente, los Demócratas arreglaron para que la testigo expulsada, la estudiante de derecho de la Universidad de Georgetown Sandra Fluke, declarara el 23 de febrero ante el Comité de Política y Dirección Democrático. Después de su testimonio, en un frenesí muy publicitado, el intolerante reaccionario Rush Limbaugh calificó a Fluke de “prostituta” y “zorra” en su programa nacional de radio e hizo otros comentarios inflamatorios y misóginos sobre la sexualidad de la mujer y la anticoncepción.

La indignación fue rápida. Surgió un movimiento de masas condenando a Limbaugh y a su fanatismo anti-mujer. Sus patrocinadores corporativos fueron inundados con las demandas de mujeres y hombres exigiendo que se retiraran del show de Limbaugh o enfrentarían las consecuencias económicas. El 11 de marzo, unos 50 patrocinadores habían retirado sus anuncios, y dos estaciones habían abandonado el show de Limbaugh, a pesar de sus “disculpas” a Fluke — en las que afirmaba haber usado palabras equivocadas para describirla.

Aumentan ataques contra el derecho al aborto en los estados

La ofensiva de la derecha contra el control de la natalidad y el derecho al aborto sigue rabiosamente en muchos estados. Planned Parenthood (Maternidad Planificada), debido a que un 3 por ciento de sus servicios son abortos, ha sido atacada no sólo a nivel nacional, sino también en muchos estados. Planned Parenthood es la única fuente de atención médica para millones de mujeres de escasos recursos en Estados Unidos.

En Texas, por ejemplo, una nueva ley que entrará en vigor el 14 de marzo, quitará los fondos a las clínicas de Planned Parenthood. Ese estado también ha visto el cierre de “más de una docena de instalaciones que proporcionan atención médica a las mujeres pobres” debido a recortes presupuestarios. (Prensa Asociada, 11 de marzo) Estas instalaciones médicas proporcionaban anticonceptivos, así como exámenes para detectar cáncer ginecológico y otros servicios vitales de salud para las mujeres de bajos ingresos.

Una nueva táctica de terror del ala derecha en muchos estados está obligando a las mujeres a ver innecesarios ultrasonidos del feto antes de que se les permita tener un aborto. El gobernador de Virginia Bob McDonnell firmó un tal proyecto de ley el 7 de marzo. Sin embargo, había sido modificado para permitir que la mujer rechace una ecografía “transvaginal”. Este invasivo procedimiento es ampliamente condenado y se le ha llamado “violación por mandado estatal” si se le fuerza a una mujer. Cuando un millar de personas se reunieron el 3 de marzo en el Capitolio estatal en Richmond para protestar contra la legislación, fueron confrontadas por la policía con pleno equipo antidisturbios, que detuvo a 31 personas en lo que era una manifestación pacífica.

En Georgia, el tiempo cuando se permite el acceso al aborto se ha reducido de 26 semanas de gestación a 20 semanas. El 7 de marzo, el Senado Estatal aprobó otras dos leyes limitando los derechos reproductivos. Una prohíbe cobertura de aborto para las trabajadoras del estado bajo su seguro de salud y la otra impide que las trabajadoras en instituciones religiosas privadas exijan pagos de seguro para control de la natalidad, invalidando así el compromiso anunciado por el Presidente Obama. Las ocho mujeres senadoras demócratas de Georgia abandonaron la sala en protesta cuando el Senado pasó estas leyes.

Loretta Ross, Coordinadora Nacional del Colectivo SisterSong para la justicia reproductiva, declaró: ”En Georgia estamos sintiendo los golpes de esta guerra contra la mujer que está recorriendo todo el país. Y las mujeres legisladoras que anoche abandonaron la reunión en protesta, realmente se levantaron por nosotras. Y había algunos hombres en la legislatura que se levantaron por nosotras también. Pero fue en vano, porque las leyes fueron aprobadas, y ahora tenemos que luchar, luchar, luchar”. (democracynow.org, 8 de marzo)

Una marcha al capitolio estatal de Georgia ha sido convocada para el 12 de marzo para “protestar el acallar a las mujeres y esta guerra contra la mujer. Estamos llamándola ‘Caminar en nuestros zapatos’, porque ellos realmente no están prestando atención a la situación que las mujeres están realmente sufriendo”, dijo Ross.

Mujeres obreras, mujeres pobres, mujeres de color y de nacionalidades oprimidas han sido señaladas para ataques por la derecha, y ahora están participando en una creciente lucha para exigir justicia reproductiva y cuidado de salud para todos/as.

En este año de elecciones presidenciales, el Partido Demócrata ha aseverado que está haciendo una campaña para ganar los votos de la mujer – lo que no debería ser difícil, dado el récord anti-mujer de los Republicanos.

Sin embargo, los Demócratas fueron responsables de uno de los ataques más crueles contra las mujeres pobres en tiempos recientes: la llamada reforma de bienestar, iniciada bajo Bill Clinton, que ha forzado a casi 2 millones de mujeres y sus hijos/as a vivir en “pobreza extrema”, definida como tratar de sobrevivir con menos de 2 dólares al día.

La lucha debe quedarse en las calles y enfrentar los crímenes del capitalismo — racismo, desempleo y falta de vivienda, que deben ser erradicados para que exista una verdadera libertad reproductiva y justicia para todas las mujeres.


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