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Estados imperialistas se reúnen en malí para planificar el saqueo de África

Representantes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia se reunieron en Bamako, capital de Malí en el oeste africano el 13 y 14 de octubre para discutir la coordinación de las operaciones militares y de inteligencia en el norte y en el oeste de África.

Este Grupo de 8 países dijo que la conferencia se llevó a cabo para hacerle frente a la creciente influencia de los grupos armados de oposición en Magreb y Sahel, grupos que afirman que son afiliados de al-Qaida.

Los verdaderos intereses de EEUU y del G-8 que están detrás de la participación en Magreb y Sahel sin embargo, son el deseo de mantener el control sobre los minerales estratégicos y los recursos de la zona y para bloquear una mayor participación de la República Popular China.

El pueblo en América del Norte y Europa Occidental debe tener en cuenta que el énfasis de los medios corporativos y del gobierno de “luchar contra el terrorismo” en la región está diseñado para incrementar la opinión pública en apoyo al aumento de la intervención militar y al espionaje en el continente africano.

Hablando diplomáticamente, un alto oficial del ejército de Malí, el coronel Yamoussa Camara, dijo a Prensa Asociada el 18 de octubre, que existe una oposición significativa a la intervención directa del imperialismo en la región, incluso la que se hace bajo el pretexto de “combatir el terrorismo”. Señaló Camara que “Teniendo en cuenta nuestro pasado, no somos muy receptivos a las fuerzas extranjeras involucrándose directamente en operaciones militares aquí, no importa cuáles sean sus motivos”.

Tal vez el coronel maliense estaba pensando en la similitud entre la reunión de Bamako y la reunión de Berlín de 1884, donde 14 países imperialistas europeos — EEUU, siendo una potencia más débil entonces fue invitado pero no participó — se reunieron en las oficinas del canciller alemán Otto von Bismarck y se repartieron África, tomando las diversas partes como sus propias colonias para saquearlas. La mayoría de los grandes países europeos estuvieron presentes en ambas reuniones de Berlín y Bamako, esta vez con los EEUU jugando el papel principal y Japón y Canadá como invitados.

Intereses de EEUU en Magreb y Sahel

Cada vez hay más intereses económicos y militares por parte del imperialismo de EEUU en las regiones del norte y el oeste de África. Una mayor dependencia del petróleo y del gas de África, así como el aumento en la competencia con la República Popular China ha intensificado el impulso de Washington para tener una mayor influencia en las regiones donde Francia hasta ahora, ha sido la potencia colonial dominante.

El Profesor de Relaciones Internacionales Yahia H. Zoubir, escribiendo para la revista del establecimiento británico Asuntos Internacionales (Vol. 85, 2009, 977-995), tomó nota de dos intereses principales que guían la política de EEUU en la región: “El primero está vinculado a las necesidades energéticas de Estados Unidos, y se centran en el petróleo y el gas en Argelia, Chad y Libia, y tal vez en Malí y Mauritania; también favorecen el desarrollo de una entidad regional más fuerte, lo que proporcionaría un mercado potencialmente importante para las empresas estadounidenses, especialmente ya que la competencia ha aumentado con los avances recientes de China en África”.

Zoubir pone de manifiesto que EEUU “ha logrado lenta pero seguramente la creación de una red de seguridad que reúne a los estados del Magreb y del Sahel”. Zoubir primero escribe que “Al-Qaida en el Magreb Islámico lleva a cabo ataques mortales en Argelia y recurre a los secuestros de extranjeros”, pero luego señala que “este punto ha sido exagerado; y según algunos, en realidad ha sido fabricado”.

Zoubir dice claramente que “la amenaza real en la región se deriva de la pobreza, el mal gobierno, la falta de democracia, la corrupción y la mala gestión económica”. Él señala que los países de la región “se encuentran entre los más pobres del mundo, y son estos mismos países los que se están reuniendo en las nuevas medidas de seguridad liderada por Estados Unidos”.

Algunos Estados africanos boicotean la reunión

Hubo numerosos países africanos de la región que estuvieron representados en la reunión de Bamako, entre ellos Burkina Faso, Níger, Nigeria, Marruecos, Senegal y por supuesto el país anfitrión, Malí. Argelia boicoteó la reunión, en desacuerdo sobre la estrategia en discusión por el grupo.

Esta reunión fue convocada bajo el liderazgo del gobierno canadiense, que tiene importantes intereses mineros en la región y ejerce también la presidencia actual del G8. El embajador de Canadá en Malí, Virginie Saint-Louis, señaló que los estados occidentales deben ser sensibles acerca de su participación en la región. (Associated Press, 18 de octubre)

Haciendo caso omiso de tal sensibilidad, en septiembre fuerzas militares francesas enviaron decenas de tropas y aviones en una operación supuestamente destinada a la búsqueda de los contratistas que fueron secuestrados mientras trabajaban en el norte de Níger, en un puesto de minería de uranio. Los contratistas trabajaban para la empresa nuclear francesa Areva, que tiene enormes intereses en el Níger.

Antes de la intervención en Níger, unidades militares francesas en junio llevaron a cabo una redada de Al Qaeda con tropas mauritanas en el Magreb Islámico (AQMI) en el interior de Malí. Aunque los franceses dijeron que la redada se llevó a cabo para liberar a uno de sus ciudadanos que estaba secuestrado, la persona a la que fueron a rescatar fue muerta en la operación.

El Coronel Camara de Malí dijo que los estados occidentales deberían concentrar la mayor parte de su atención en el suministro de equipo militar y entrenamiento contra el terrorismo a los Estados africanos en la región. Este sentimiento se reflejó también en las observaciones formuladas por el Coronel Iro Oumarou de Níger, quien dijo: “Lo que nos gustaría de los países occidentales en general, es capacitación, equipo especializado y sobre todo, apoyo en la recopilación de inteligencia”. (Associated Press, 18 de octubre)

La reunión en Malí se dio a raíz de una reunión similar el 26 de septiembre en Tamanrasset, Argelia, un antiguo puesto militar francés en la época colonial. En la reunión se acordó establecer un centro de recopilación de información secreta y de coordinación que incluiría a representantes de Argelia, Malí, Mauritania y Níger.

Como resultado de la reunión en Tamanrasset, un órgano de coordinación se estableció en Argel, que incluye a los altos oficiales de inteligencia de los cuatro estados: el mayor general Attafi de Argelia, el coronel Mamy Coulibaly de Malí, Mohamed Ould Meguett de Mauritania y el comisionado Mamane Chekaraou de Níger. Llamaron a la estructura de coordinación el Centro de Inteligencia Sahel-Sahara.

Hay planes ahora para que el Centro funcione a fin de coordinar sus actividades con el Centro Africano de Estudios e Investigaciones sobre el Terrorismo (ACSRT), que es parte del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana ubicado en El-Harach, un suburbio en las afueras de la capital argelina de Argel.

A pesar de estos esfuerzos para coordinar las actividades entre los países del Magreb y los países del G8, todavía hay gran desconfianza y división entre los diversos estados de la región.

Hay una profunda desconfianza entre Argelia y Marruecos sobre la cuestión aún no resuelta de la independencia para el Sahara Occidental, antigua colonia española ahora bajo el control de Rabat.


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