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Nueva Flota Estadounidense amenaza soberanĂ­a Latinoamericana

Por Berta Joubert-Ceci

La Marina de los Estados Unidos anunció el 24 de abril el regreso de la Cuarta Flota al Caribe y Centro y Sur América, cubriendo 30 países de la región. La flota había operado en esa región en 1943, cuando mantenía vigilancia contra los submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial pero fue desmantelada en 1950.

En un comunicado de prensa titulado “La Marina Restablece Cuarta Flota Estadounidense” (defenselink.mil), el Pentágono trató de suavizar la apariencia de esta agresiva movida diciendo que “[la flota] conducirá diferentes misiones incluyendo varias operaciones de contingencia, contra narcoterrorismo y actividades cooperativas de seguridad. Estas actividades incluyen acciones de ejército a ejército y oportunidades de entrenamiento bilateral además de asistencia humanitaria y colaboración en los países”.

La flota será el componente marino del Comando Sur (USSOUTHCOM) y estará basada en Florida. Las nuevas operaciones están programadas para comenzar el 1º de julio.

Venezuela es un factor importante

Es de interés notar, aunque brevemente, el origen de la Cuarta Flota. En un detallado artículo del 27 de mayo en la revista CounterPunch titulado “Cuarta Flota de EEUU en Aguas Venezolanas”, Nikolas Kozloff describe cómo a principios de la Segunda Guerra Mundial, Venezuela era el principal país exportador de petróleo en el mundo. “Durante el conflicto, los campos ricos en petróleo de Maracaibo, localizados en el extremo oeste del estado venezolano de Zulia, eran considerados un recurso crucial tanto para las potencia enemigas como para las aliadas”.

El artículo describe la cesación eventual del comercio de petróleo venezolano con los alemanes y su alianza con los Estados Unidos. Los alemanes respondieron con la destrucción de más de dos docenas de tanques petroleros en los mares del Caribe al norte de Venezuela y atacando una refinería petrolera en la isla de Aruba. Estos incidentes llevaron a la formación de la Cuarta Flota—básicamente para defender los intereses petroleros de Estados Unidos en Venezuela.

Una declaración virtual de guerra

Si no fuera porque es un asunto muy grave, se podría reír cuando se le llama a esta maniobra “asistencia humanitaria”. ¿Cómo la de Afganistán e Irak? Una mirada a los componentes de esta flota enfría la sangre.

Es una ciudad flotante. Esta armada es más grande que el total de las fuerzas militares de muchos de los países latinoamericanos y caribeños que rodeará. Contiene el portaaviones de propulsión nuclear más grande y poderoso, el USS George Washington, el cual puede llevar hasta 90 de los más ultra rápidos y modernos aviones, como los infames aviones de combate F-16 y F-18. También integra el grupo, bombarderos invisibles, helicópteros, fragatas de guerra y submarinos. No puede haber ninguna ilusión. La reconstitución de esta flota es una preparación para amenazar con guerra a los pueblos de la región.

Más y más Estados Unidos se está quedando aislado en Latinoamérica. Excepto sus más cercanos colaboradores en la región, Colombia y Perú, la mayoría de los países no quieren más bases estadounidenses o desplazamientos militares en sus territorios, a pesar de que mantengan comercio y diplomacia con Estados Unidos. Un ejemplo es la base estadounidense de Manta en Ecuador. Esta será cerrada por orden del Presidente Rafael Correa cuando el contrato expire en el 2009. Por eso no sorprende que el Pentágono busque adoptar un escenario más “flexible” en el mar.

Este aislamiento refleja un proceso en América Latina y el Caribe que disgusta al imperialismo estadounidense. La mayoría de estos países, forzados en muchos casos por el levantamiento de las masas populares, está tratando de alejarse de la esfera de dominio de Estados Unidos. Y esto también incluye el área más importante, la del dominio financiero.

Resuenan ideas de integración regional

Los países al sur del Río Bravo tienen diferencias políticas entre sí.

Algunos están pasando por procesos revolucionarios, como en Cuba y Venezuela, donde la meta final es la de deshacerse del capitalismo y cambiar las relaciones entre las clases sociales para reconstruir el país sobre una base socialista.

Otros como Argentina, Brasil, y Chile, entre otros, solo quieren reformas y están dejando intacto el modo de producción capitalista mientras intentan implementar programas progresistas para el beneficio de l@s pobres.

Otros como Bolivia, Ecuador y Nicaragua, están comenzando a mirar hacia el socialismo como la única forma de desarrollo. Los primeros dos están intentando retomar el control de sus recursos naturales por medio de nacionalizaciones.

Pero hasta muchos de los que solo quieren reformas están alejándose de la dominación financiera del imperialismo de los EEUU, representado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Brasil y Argentina, por ejemplo, pagaron su deuda enorme al FMI para terminar su relación de dependencia con el buitre financiero. En 2006 Bolivia también rompió su relación con el FMI.

Muchos países en América Latina están expandiendo sus mercados. Mientras que en el pasado reciente comerciaron principalmente con los EEUU y Europa, ahora están comerciando más y más con China y muy significativamente, entre ellos mismos. Las ideas de integración y cooperación regional propuestas por Cuba y Venezuela se están aceptando cada vez más.

Cuba y Venezuela, junto a Bolivia, Nicaragua y Dominica, son miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que es un tremendo esfuerzo de intercambio y cooperación en todas las esferas –educación, cultura, deportes, salud, finanzas, energía, desarrollo de infraestructura, y muchas otras áreas más. Tiene la última finalidad de unir a toda la región según la idea de “la Patria Grande” de Simón Bolívar.

Las propuestas del ALBA incluyen programas para el desarrollo de la energía como Petrocaribe y Petrosur y muy crucialmente, el Banco del Sur. Este banco es un intento de remplazar el BM y el FMI con una entidad latinoamericana que beneficie a todos los pueblos del Sur y operaría no como un organismo impulsado por el afán de ganancias sino como una organización financiera que va a considerar la situación económica de cada país.

Muchos esfuerzos están siendo conducidos para estimular la cooperación y la solidaridad. Uno de ellos fue la cumbre de urgencia en Nicaragua el 7 de mayo bajo el tema “Soberanía y Seguridad Alimentaria: Alimentos para la Vida”, para bregar con la crisis alimentaria en la región. A esta, quince países asistieron.

Además del ALBA, UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) una organización más grande y reciente fue constituida formalmente el 23 de mayo en Brasilia, la capital de Brasil. Doce países suramericanos firmaron el documento final que tiene como objetivo la eliminación de la pobreza, la defensa de la biodiversidad, la integración y la cooperación. Tomando en consideración las diferencias de cada país, se adherirán al tratado según permitan sus condiciones.

Estas cumbres de trabajo y propuestas están en directa competición con la meta de los EEUU de controlar a la región. La desesperación de Washington puede ser notada en el incremento de su agresión hacia al Sur.

Estrategia de los EEUU, secesión: Bolivia

La Cuarta Flota es solo la acción más reciente en contra del esfuerzo latinoamericano de aspirar a su independencia y soberanía. Otras tácticas son: el estímulo de la formación de movimientos secesionistas, fortalecimiento de la oposición, el trabajo por medio de gobiernos aliados y otras operaciones militares, como el Plan Colombia.

La secesión en sí no es un hecho negativo si surge de la lucha de las masas oprimidas para liberarse de un opresor. Sin embargo, la táctica de secesión utilizada por los Estados Unidos es totalmente lo contrario. Está promoviendo la secesión en algunos países para fortalecer a la oligarquía arraigada y separar una región rica en perjuicio de la mayoría pobre de la nación, desestabilizando así lo que Estados Unidos percibe ser un “país o régimen enemigo”. Están tratando de usar esta estrategia en Ecuador, Venezuela y Bolivia.

En Venezuela el blanco es la región del Zulia, la parte del país rica en petróleo al noroeste que fue el motivo principal para la creación de la Cuarta Flota durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora una vez más, esa misma flota puede ser una amenaza que ayude a la secesión de esa parte rica de Venezuela. Sin embargo, esta vez, el petróleo de Venezuela pertenece al pueblo y él junto al liderazgo del Presidente Hugo Chávez, ha prometido defenderlo.

Bolivia, sin embargo, está en gran peligro. El movimiento secesionista allá, totalmente fascista, ha sido muy violento en contra de la mayoría campesina e indígena. La Media Luna, una región que abarca las provincias más ricas del país, Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, ha amenazando con secesión del resto de país al gobierno nacional progresista de Evo Morales. Es un ataque contra los programas de Morales de nacionalizar los hidrocarburos y el petróleo, de establecer programas para l@s pobres, y de reconocer los derechos de las naciones indígenas dentro de Bolivia.

Aunque esta clase de referéndums separatistas son ilegales bajo la Constitución, la cual también prohíbe la instalación de bases militares extranjeras (estadounidenses) en Bolivia, estas provincias de todos modos han actuado para llevarlos a cabo. Santa Cruz tuvo su propio referéndum el 5 de mayo. Aunque las abstenciones, los votos en blanco, y los votos por el “No” llegaron al 50 por ciento, los medios de difusión de la oligarquía engañosamente anunciaron que el 80 por ciento había votado por el “Sí”.

El 1º de junio las provincias de Beni y Pando tuvieron sus referéndums. Otra vez, un nivel significativo de abstención fue reportado en las dos provincias, pero los separatistas anunciaron una victoria. Tarija tendrá su referéndum el 22 de junio.

El papel del gobierno estadounidense en todo eso es crucial. La Unión Cívica de Santa Cruz, encabezada por un hombre de negocios croata, Branko Marinkovic, es la organización principal detrás del movimiento secesionista. Está aliada a un grupo viciosamente racista y violento que se llama la Unión Juvenil Cruceña. Estos grupos van de provincia a provincia estimulando el odio contra la población indígena y contra Morales en preparación para los referéndums. Su propaganda recibe apoyo financiero de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), un instrumento de la CIA.

De interés es el hecho que el embajador estadounidense a Bolivia es Philip Goldberg, un diplomático que fomentó la secesión de Kosovo en Yugoslavia. En febrero, según Prensa Latina, el Canciller boliviano David Choquehuanca, dijo que la Embajada Estadounidense tenía que explicar porqué estaba financiando a la “Organización de Estudios Policíacos”, previamente conocida como “Comandancia de Operaciones Especiales” — una agencia de inteligencia comprometida con promulgar campañas de desestabilización. Otras organizaciones semejantes conectadas con la Embajada Estadounidense estaban siendo investigadas por espionaje y conspiración.

Muchas de estas organizaciones ya han sido disueltas.

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Próximo: Otras estrategias de agresión: Colombia como el mejor liado de Washington.


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