Corte Suprema de Justicia avanza agenda derechista
2da parte
Por Deirdre Griswold
Una semana antes la corte había dado un golpe a los inversionistas que
quieran demandar a compañías y ejecutivos por sospecha de fraude,
haciendo más difícil el litigio de acción de clase. Después
del debacle de Enron, el cual le quitó a mucha gente todos sus ahorros,
los inversionistas se pusieron muy nerviosos y empezaron a buscar maneras de
responsabilizar a los ejecutivos mejor pagados.
Esa decisión fue la segunda en solamente una semana “que era una
derrota para l@s accionistas y una victoria para las compañías
demandadas. El 18 de junio los jueces decidieron que l@s garantes de bonos en
la Bolsa de Wall Street están generalmente inmunes a los litigios
antimonopolistas.” (New York Times, 22 de junio) Los jueces nombrados a
perpetuidad decidieron a favor de 10 de los principales bancos de
inversión acusados de conspirar para arreglar los términos y los
precios de las primeras ofertas públicas de acciones.
En muchos casos los accionistas involucrados son fondos de pensión que han
sido establecidos en años recientes porque el Seguro Social no es
suficiente para mantenerse y l@s trabajador@s han ido perdiendo los planes de
pensión que estaban financiados parcial o completamente por los
empresarios.
Estas decisiones en contra de l@s accionistas por lo tanto afectan a much@s
trabajador@s y también a personas de la clase media mientras que protegen
a los más ricos de los ricos.
Otras decisiones de la corte en meses recientes representan un retraso de los
beneficios ganados por mujeres y por los millones, abrumadoramente de la clase
trabajadora y predominantemente gente de color, que están atrapad@s en el
enorme sistema de prisiones de este país.
La corte aprobó el Acta de Prohibir los Abortos de los llamados
Nacimientos Parciales, la cual limita la libertad de la mujer de escoger
terminar o no su embarazo.
También hizo más difícil para l@s prisioner@s el apelar sus
condenas — justo en una época donde la evidencia del DNA ha mostrado
cuántas personas están conducidas a la cárcel por una
“evidencia” dudosa.
Una decisión dijo que un/a prisioner@ no podría solicitar tarde su
apelación aún si la corte le había dado a su abogad@ una fecha
equivocada.
Otra decisión restringió la jurisdicción de las cortes federales
a que decidan sobre peticiones de habeas corpus de l@s encarcelad@s en
prisiones del estado.
Y otra decisión le facilitó a l@s fiscales en casos de pena capital
el eliminar a jurad@s potenciales que tuvieran dudas sobre el uso de la pena de
muerte.
L@s trabajador@s a quienes les timan en su sueldo también sintieron la
mano pesada de esta corte que está a favor de los intereses de las grandes
corporaciones. La corte decidió que l@s emplead@s tienen sólo 180
días para someter un reclamo en caso de discriminación —
aún si no estaban conscientes de que recibieron menos paga hasta pasado el
tiempo para reclamar. A much@s trabajador@s les dan instrucciones al principio
de su empleo de que no discutan su paga con otr@s emplead@, y sólo se dan
cuenta de las desigualdades del pago después que haya pasado un
tiempo.
No es sólo Republicanos contra Demócratas
En la mayoría de estas decisiones la corte se dividió 5-4. Hay cuatro
miembros de la corte considerados conservadores ideológicos absolutos:
Roberts, el Juez Principal; Antonin Scalia; Clarence Thomas y Samuel Alito.
Pero Anthony M. Kennedy considerado un “moderado” se unió a
ellos en todas las decisiones.
Los cinco jueces que forman esa mayoría fueron nombrados por presidentes
republicanos.
Pero no podían haber sido aprobados sin el apoyo de demócratas en el
Senado.
No hubo ni un voto de disensión cuando Scalia fue confirmado en 1986, ni
cuando Kennedy fue confirmado en 1988. En 1991, Thomas fue confirmado en una
votación de 52-48 cuando 11 demócratas, la mayoría de ellos
“Dixicratas” del sur, se unieron a la mayoría republicana para
respaldar el primer conservador afro-americano en la corte. Todos los
republicanos y la mitad de los demócratas votaron por Roberts en 2006. La
votación por Alito, más tarde el año pasado, fue otra vez muy
estrecha: 52-48, donde cuatro demócratas dieron los votos esenciales
decisivos.
Sin embrago, el carácter derechista de esta mayoría en la corte no
puede ser atribuido sólo a diferencias entre los partidos Republicano y
Demócrata, los cuales son brazos políticos de las grandes
corporaciones estadounidenses, financiados por la clase dominante capitalista y
obligados a ella a pesar de los votos que obtengan en las elecciones.
La corte liberal encabezada por Earl Warren, el Juez Principal, que
decidió en contra de la segregación en el caso Brown v. Board of
Education y otros, también estaba llena de jueces nombrados por
republicanos. El mismo Warren, cuando era gobernador republicano de California
en los años 40, había aprobado el establecimiento de los notorios
campamentos de detención para japones@s-american@s durante la Segunda
Guerra Mundial.
Más tarde, fue otra vez una corte mayormente republicana la que en 1973
aprobó Roe v. Wade, la importante decisión sobre el derecho de las
mujeres al aborto.
¿Qué hizo a esas cortes mayormente republicanos distintas a la que
existe actualmente?
Esas cortes hicieron sus decisiones basadas en el miedo que tenía la clase
dominante de los movimientos militantes de masas en el período anterior.
Por décadas, a partir de los años 50, millones de personas se echaron
a las calles para participar en manifestaciones que eran más que
simbólicas.
El movimiento por los derechos civiles, en el cual gente afro-americana y
algun@s aliad@s blanc@s se enfrentaron a perros de la policía, mangueras
de incendio, el Ku Klux Klan, y la policía racista para desmontar el
sistema de discriminación racial legalizado, inspiró a toda una
generación con su valor de luchar por la justicia.
En la misma época, por todo el mundo, pueblos que habían sido
oprimidos y explotados por las ricas potencias capitalistas coloniales —
incluyendo a los Estados Unidos además de Europa del Oeste y Japón
— estaban en lucha, dedicando sus vidas en guerras revolucionarias para
ganar su libertad.
Esa nueva militancia se esparció en los años 60 a los Estados Unidos
cuando jóvenes lucharon contra el servicio militar obligatorio, soldados
se rebelaron contra sus comandantes, y veteranos vueltos de Vietnam decidieron
que preferían luchar contra el sistema aquí que ver a jóvenes
hacerse carne de cañón para los generales.
Pronto el movimiento de mujeres estuvo sacudiendo al antiguo patriarcado. Y con
la Rebelión de Stonewall en 1969, gente homosexual y transgénero
salieron del closet para confrontar la intolerancia y la brutalidad
policíaca, combatiendo por días en las calles de Greenwich Village en
la ciudad de Nueva York.
Todas estas luchas consternaron a la clase dominante, la cual acumula tanta
riqueza de la sociedad durante temporadas “tranquilas” cuando la
explotación continua está inalterada.
Tenían que hacer concesiones. Y sus representantes cuidadosamente
escogidos en la corte lo sabían. Entonces ellos se “mordieron la
lengua” e hicieron decisiones que hubieran sido inconcebibles en
temporadas más calmadas.
Hoy en día, una corte derechista parece tener el poder de una fuerza
devastadora para aplastar los derechos de las masas. Son nombrados a
perpetuidad y no tienen por qué temer un cambio menor de representantes
electos. Pero deje que sientan la respiración caliente de la resistencia
popular y militante y todo eso podría cambiar.
Nota: La primera parte de este artículo se publicó la semana pasada.
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