Mundo Obrero
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Declaración del Partido Mundo Obrero/Workers World

¡Alto a la agresión de EEUU-Israel en el Medio Oriente!

¡No a la agresión contra las fuerzas de resistencia

El Partido Mundo Obrero/Workers World condena la agresión israelita respaldada por los Estados Unidos contra el Líbano. El objetivo de esta ofensiva militar es el de aniquilar el movimiento libanés de resistencia nacional dirigido por Hizbolá y establecer la autoridad de un gobierno títere pro imperialista en todo el Líbano.

En cuanto a estos dos objetivos, existe una completa colaboración y unidad de propósito entre Washington y su cliente sionista en Tel Aviv. Hay una unidad y colaboración similar entre la administración de Bush y el régimen israelita de Ehud Olmert en su intento de destruir el gobierno electo de la resistencia nacional palestina dirigida por Hamas por medio del uso de fuerza bruta militar israelita en Gaza y en la Franja Occidental.

Esta colaboración entre el amo súper potencia imperialista en Washington y su perro militar en Tel Aviv está a la vista de todo el mundo. La administración de Bush está usando toda su influencia política y diplomática en la ONU, en la reunión de los G-8 y en todos los círculos políticos, para prevenir un cese al fuego y asegurarse de que nada interfiera con la expansión de la ofensiva de las Fuerza de Defensa Israelita (FDI) mientras ésta causa muerte y destrucción desde tierra, mar y aire sobre barrios, villas, hospitales, plantas de agua, plantas eléctricas, puentes, plantas de comunicación, etc por todo el Líbano. Cientos han muerto, miles han quedado herid@s, y medio millón han sido desplazad@s de sus hogares en los primeros ocho días de ataques—excepto en aquellas áreas donde los imperialistas y sus aliados de clase viven en sus barrios lujosos de Beirut.

Los llantos y lamentos sobre la lucha por el retorno de los soldados israelitas capturados, dos en el Líbano y uno en Gaza, en pura hipocresía. Israel tiene más de 9.000 prisioneros palestinos, libaneses y sirios, —hombres, mujeres y niños. Además, este llanto es puro teatro para ocultar esta ofensiva planeada desde hace mucho tiempo por la IDF y aprobada por la Casa Blanca y el Pentágono.

El ataque contra el Líbano es un intento militar para implementar el objetivo mencionado por Estados Unidos e Israel de desarmar a Hizbolá, como quedó escrito en la Resolución 1559 de la ONU respaldada por Estados Unidos. Los ataques brutales actuales sobre Hamas son una continuación de la ofensiva que comenzó cuando Bush calificó a Yasir Arafat como enemigo y dio a Ariel Sharon el visto bueno para destruir la Autoridad Palestina.

A pesar de las decenas de miles de millones de dólares en armamento avanzado suplido por Estados Unidos a la FDI, incluyendo aviones, helicópteros, misiles, tanques y equipos de comunicación de alta tecnología, las fuerzas populares en el Líbano, Gaza y la Franja Occidental han rehusado someterse a los invasores. La brutalidad de los israelitas y la determinación de Hizbolá, Hamas y otros luchadores están llevando a más y más gente al lado de la resistencia. Washington y Tel Aviv han subestimado totalmente la determinación de las fuerzas de liberación y se van aislando cada vez más.

En esta nueva fase de la lucha en el Medio Oriente, la administración de Bush aún no ha aprendido las lecciones de Irak. Una vez más los gobernantes han subestimado el poder de las masas. Los neoconservadores le han dicho a Bush y a Cheney que Irak sería una cosa muy fácil. Pero se han encontrado con un centro de resistencia nacional. Los expansionistas israelitas le dijeron a Bush que ellos entrarían al campo de guerra y destruirían a Hizbolá y transformarían al Líbano en un fuerte pro imperialista y pro Israel. Pero salio lo contrario y éstos han creado una base de odio no sólo contra los invasores israelitas sino contra sus patrocinadores en Washington.

Los propagandistas en Washington y Tel Aviv están tratando de conseguir el apoyo de sus respectivos pueblos presentando este conflicto como una guerra de los “islámicos fundamentalistas” en contra de la civilización occidental y la “democracia”.

Pero el Islam, como la mayoría de las religiones desarrolladas, tiene varias interpretaciones, énfasis doctrinales y prácticas. Solo los chauvinistas agruparían a todo el mundo que profesa al Islam en una misma categoría.

La monarquía saudita es islámica, al igual que las monarquías kuwaití y jordana. Los colaboradores chiítas en el gobierno títere de Irak son islámicos. Todos éstos son partidarios de los imperialistas.

Pero el Islam también juega el papel de grito unificador para las masas del Medio Oriente y en otros lugares para que empuñen sus armas en contra de Wash ington y sus agentes en la región. En esa medida, es la forma ideológica cuyo contenido es la lucha contra el imperialismo. Hamas es sunita y Hizbolá es chiíta. Y ambos grupos islámicos están combatiendo contra el imperialismo.

La causa real de la crisis actual es la ocupación por 58 años de Palestina por el estado colonizador de Israel que expulsó al pueblo palestino de su patria, y el establecimiento de Tel Aviv como sirviente del imperialismo, un fuerte militar en la región del Golfo Pérsico rico en petróleo. Rodeado por 200 millones de personas oprimidas, Israel sirve para proteger las ganancias de las empresas petroleras y los intereses estratégicos del Pentágono. Una y otra vez el gobierno de Israel ha asestado golpes contra los movimientos de liberación o los gobiernos nacionalistas progresistas que amenazaron los intereses de los EEUU en el Medio Oriente. El ataque contra Hizbolá, coordinado con los ataques contra Hamas, es el más reciente acto en la larga senda de agresión israelí auspiciado por los EEUU.

Forma parte de una ofensiva más amplia de parte del gobierno de los EEUU que tiene la meta de reconquistar el Medio Oriente, y que comenzó con la invasión y ocupación de Irak en el 2003. El objetivo es la eliminación de todas las fuerzas antiimperialistas en la región que obstruyen la dominación completa de Washington y el Pentágono. Eso es lo que está detrás de la ofensiva en Gaza y en el Líbano. Es por eso que la administración de Bush y el gobierno de Olmert están continuamente amenazando a Irán y a Siria.

Mientras el imperialismo de los EEUU y el régimen apartheid de Israel amenacen los pueblos y los gobiernos independientes de la región, no podrá haber paz y estabilidad. Hay una sola solución al problema del Medio Oriente: que los EEUU salga de la región y se rompa el dominio sionista sobre Palestina.

El movimiento tiene que movilizarse para defender a Hizbolá y Hamas y a todas las fuerzas de resistencia nacional contra la agresión de los EEUU e Israel.

¡Alto a la ocupación israelí de Palestina!

¡No a la agresión contra Siria e Irán!

¡Qué se regresen a casa las tropas en Irak ya!

¡EEUU fuera del Medio Oriente


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