Gobernantes de EE .UU. admiten desastre en Irak
Por John
Catalinotto
Cuando sucede que los
dos principales generales estadounidenses en Irak viajan hacia Washington para
una reunión de emergencia y sus colegas en Bagdad pintan como muy
deprimente la más reciente ofensiva de EEUU; cuando el New York Times
llena su sección editorial exigiendo la cabeza del Secretario de Defensa
Donald Rumsfeld y traza su propio programa para Irak; cuando los militares
estrategas dicen que Washington perdió la guerra hace más de tres
años; cuando todos en el establecimiento comienzan a hablar de Irak como
una versión de la Ofensiva Tet an VietNam, es aparente que el arrogante
asalto militar de Estados Unidos contra Irak está terminando en un
desastre para el imperialismo.
Incluso
George W. Bush quien siempre está lleno de confianza, ha ordenado a su
secretario de prensa Tony Snow a que tire el lema “Mantengan el
rumbo” al basurero de las relaciones públicas. Ahora el nuevo lema
es “Mantenerse hasta que el trabajo esté
completo.”
El Pentágono ha
sido claro con su disgusto. Cuando los generales anunciaron sus planes hace
meses de tomar Bagdad, ellos dijeron esta sería la batalla decisiva de la
guerra.
Ahora su conclusión es
que los últimos cuatro meses de lucha en Bagdad han sido un desastre
total. En un reporte del 19 de octubre el periódico The New York Times
reveló que: “En una de las más sombrías evaluaciones
de la guerra por los comandantes americanos, en una declaraciones de prensa
leídas por el portavoz, General Mayor William B Caldwell IV, dijo que la
campaña había estado marcada por los crecientes ataques contra las
tropas americanas y un aumento de las muertes en combate.” Para el 24 de
octubre, faltando aún una semana para terminar el mes, las muertes entre
los combatientes estadounidenses habían alcanzado ya 90 en el
mes.
“El General Caldwell dijo que
las tropas americanas se vieron forzadas a regresar a barrios como el de Dora en
el suroeste de Bagdad, lugares que ellos habían cerrado y asegurado
como parte de la campaña de seguridad,” según el
artículo del Times. Este agregó, “Las afirmaciones del
general, extrañas por su sinceridad y claridad en reportar malas
noticias, parecen marcar un nuevo revés para los esfuerzos militares
americanos.”
Para no quedarse
atrás de las declaraciones del Pentágono, Alberto
Fernández, el director de diplomacia pública del Buró de
Asuntos Orientales del Departamento de Estado, dijo a Al-Jazeera,
“Tratamos de hacer lo mejor que pudimos pero creo que hay mucha
razón para críticas porque, sin duda alguna, ha habido arrogancia
y hubo estupidez por parte de los Estados Unidos en Irak.”
Fernández dijo, aunque después se retractó, que Estados
Unidos estaba listo para hablar con cualquier grupo en Irak excepto Al-Qaeda si
esto ayudase a resolver la situación
allá.
Harlan Ullman, un crucial
estratega militar estadounidense, que instruyó al General Colin Powell y
está ahora en el Centro Internacional para Estudios Estratégicos,
dijo en una entrevista con la revista Times en su edición del 19 de
octubre: “Nosotros [Washington] perdimos el control de los eventos en
tierra probablemente en abril o mayo del 2003. Y ha tomado mucho tiempo para que
la Casa Blanca reconozca eso. El presidente y la administración han
rehusado reconocer la realidad. Irak es un
desastre.”
Los generales, los
oficiales y los analistas han llegado más allá que los
políticos Republicanos o Demócratas en proporcionar una
visión real de la ocupación de Irak, sin un final cercano. Ellos
han mostrado con mas certeza los hechos en el
terreno.
Las unidades de la
policía iraquí cuando las mandan a Bagdad desde otras partes de
Irak, simplemente se niegan a ir y desaparecen. Su comportamiento es una
expresión del abrumador sentimiento del pueblo iraquí que
aún en encuestas públicas dice que quiere que se vayan las tropas
estadounidenses y británicas.
Las
tropas estadounidenses sufren tanto por su escasez que los generales tienen que
maniobrar para levantar los niveles del número de tropas. Extienden
la estadia de una unidad por uno o dos meses mientras traen más tropas de
los Estados Unidos. De esta manera se han mantenido los niveles de tropas
estadounidenses en más de
140.000.
El 24 de octubre, el general de
cuatro estrellas George Casey, que está encargado de todas las tropas
terrestres de la “coalición” en Irak, mencionó la
posibilidad de mandar más fuerzas aún para retomar la ofensiva,
pero no ha explicado de dónde vendrán
estas.
Las fuerzas de la resistencia
iraquí reportaron que el 10 de octubre lanzaron morteros y cohetes que
incendiaron Camp Falcon, una base estadounidense en las afueras sureñas
de Bagdad donde había un depósito principal de municiones
estadounidense. Según la BBC y un video hecho por Al-Jazeera, el
incendio causó de 30 a 40 explosiones a lo largo de la noche, algunas
iluminando tanto el cielo que los iraquíes expresaron temor a que hubiese
sido la explosión de una pequeña arma
nuclear.
El Pentágono dice que
todas las tropas estadounidenses fueron evacuadas de la base, la cuál fue
construída para alojar a 5.000, y que no hubo bajas. Sin embargo,
un reporte desde Bagdad en el Sunday Herald de Londres del 15 de octubrre lo
contradijo diciendo que la “Información inmediata militar indicaba
bajas”.
En Ramadi y en otras
ciudades en el centro y el oeste de Irak, los guerrilleros de la resistencia
patrullan las calles sin la interferencia de tropas títeres o
estadounidenses. Aún en la ciudad sureña de Amara, el
Ejército Mahdi se apoderó de la ciudad por seis horas y
combatió contra las tropas del gobierno. A causa de que el líder
del Ejército Mahdi, Moqtada Al-Sadr, se unió al gobierno
títere, los principales grupos de resistencia iraquí lo consideran
un colaborador, pero aún así los Estados Unidos lo
combate.
Los éxitos militares de
la resistencia han aumentado la confianza de sus líderes
políticos, según recientes entrevistas con personas cercanas a la
resistencia o al Partido Baath. Éste es el otro lado del cuadro
tenebroso pintado por los oficiales
estadounidenses.
El reportero Robert
Dreyfuss (robertdreyfuss.com), basado en Washington, recientemente
entrevistó a Salah Mukhtar, un ex oficial y diplomático
iraquí que trabajó en el Ministero de Información,
sirvió en la ONU y fue embajador de Irak en la India y en Vietnam antes
de la invasión estadounidense. Mukhtar reflexiona sobre este
cambio:
“La resistencia armada ha
terminado con todos los preparativos para tomar el poder en Irak. . . La
resistencia está controlando Bagdad ahora. Ayer hablé con
muchas personas, y ellos dijeron que el ataque en la base estadounidense [Camp
Falcon] fue parte de una estrategia nueva para infligir grandes bajas a las
tropas estadounidenses en
Irak.”
Al contestar una pregunta
comparando la Ofensiva Tet de 1968 en Vietnam con la resistencia iraquí,
Mukhtar dijo, “La estrategia de la resistencia está basada en
ganar puntos, como en el boxeo. . . Entonces hay que agotar al enemigo,
atacarlo de vez en cuando, hasta que se derrumbe. La victoria de la
resistencia en Irak no será lograda con una sola
batalla.
“Esperamos que el primer
mes del próximo año sea decisivo. Los estadounidenses
están agotados, y la resistencia está preparando ataques
simultáneos contra fuerzas estadounidenses por todos
lados.”
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