L@s pobres de Haití dicen que Préval, aliado de Aristide ganó
Por G. Dunkel El 13 de febrero el pueblo pobre de los
vecindarios en Puerto Príncipe y sus alrededores estaba quemando
neumáticos y erigiendo barricadas en protesta de lo que veían como
una manipulación del conteo de votos en los comicios presidenciales.
Testigos dijeron que las fuerzas de ocupación MINUSTAH mataron a un
manifestante en el barrio de Tabarre. La gente pobre y trabajadora
tenía su candidato René Préval, para las elecciones
presidenciales del 7 de febrero y no iban a dejar que una ocupación
militar extranjera, o las amenazas de ahogar la votación en sangre, algo
que ha pasado más de una vez en Haití, ni los engaños
sucios de un gobierno brutal impuesto por las fuerzas de los EEUU, Francia y
Canadá previnieran que votaran. Reportes del 10 de febrero desde
Haití informaron que Préval tenía una ventaja sobre los
demás candidatos de más de un 50 por ciento entre los 32
candidatos. Parecía que él iba a ganar sin la necesidad de una
segunda ronda, pero al anochecer del día 11 de febrero, la
comisión electoral anunció que el total de votos para
Préval había caído por debajo de un 49 por ciento. Pocos
creyeron en el reporte, especialmente después de que un diagrama
había sido publicado mostrando Préval con un 52 por ciento de los
votos. Ninguno de los otros candidatos sacó más de un 12 por
ciento del voto total. Préval mismo dijo en una conferencia de
prensa en Puerto Príncipe el 14 de febrero, “Estamos convencidos de
que un fraude masivo ha manchado el proceso
electoral”. Préval ganó un 90 por ciento de los votos
en Cité Soleil, uno de los barrios más pobres en Haití, y
un 70 por ciento del voto en Petionville, vecindario donde mucha gente adinerada
vive al lado de l@s trabajador@s que les sirven. Mucho antes de las 6 de
la madrugada, hora en que abrieron las urnas, decenas de miles de personas
habían pasado por las puertas de las murallas que rodean a Cité
Soleil rumbo a los lugares de votación. El gobierno ilegal que
actualmente tiene el poder conjuntamente con las fuerzas militares de la ONU que
ocupan Haití decidió que era demasiado peligroso establecer
lugares de votación en Cité Soleil. Si los lugares de
votación estaban cerrados, las masas las abrían. Donde ya estaban
abiertos, la gente esperaba en largas filas por su turno para
votar. Adonde la población la era impedida votar, se manifestaban,
protestaban, y ponían presión intensa en los oficiales electorales
para que encontraran alguna manera de abrir los lugares de votación. Un
haitiano pobre le dijo a Reuters, “Tengo 46 años y nunca he tenido
trabajo. ¡Pero por lo menos debería poder votar!” La
intensa presión ejercida sobre los oficiales electorales les
obligó a dejar abiertos los lugares de votación cuatro horas
después de la hora que iban a cerrarse, y a adoptar la regla de que
ningún lugar de votación cerraría mientras quedara alguna
persona en la fila. Más del 50 por ciento de haitian@s votaron. En
Gros Morne, un pueblo pequeño y muy pobre en el noroeste de Haití,
un policía mató a balazos a una persona que esperaba para votar.
Las otras personas que estaban esperando y vieron el suceso, sacaron sus
machetes — herramienta común usada por los trabajadores del campo
en Haití — y mataron al policía. La votación
continuó. Préval dijo en su plataforma electoral que
permitirá el regreso del Presidente Jean-Bertrand Aristide.
También promete establecer un programa de alfabetización del
pueblo, y tomar pasos inmediatos para mejorar la agricultura de Haití,
donde trabajan dos-terceras parte de la población haitiana. La
alfabetización es una cuestión de gran importancia porque mucho
más de la mitad de tod@s l@s haitian@s adult@s no pueden ni leer ni
escribir. No es probable que el partido de Préval, Lespwa, vaya a
ganar una mayoría en el parlamento, hecho que lo coloca aún
más en una posición defensiva respecto a sus oponentes
políticos, la mayoría de los cuáles son burgueses ricos que
apoyaron los golpes contra Aristide. Préval, un hombre de negocios
que manejaba una panadería en Port-au-Prince, estudió
agronomía en Bélgica y trabajó en Wall Street en Nueva York
como mensajero y portero antes de regresar a Haití. Fue el primer
ministro en el primer gobierno de Aristide, lo siguió al exilio, y luego
fue presidente entre el primer y el segundo término de Aristide. Algunos
sectores del Partido Lavalas de Aristide han apoyado a Préval. Fr.
Gérard Jean-Juste, por ejemplo, recientemente respaldó a
Préval. Si Préval es elegido en la primera ronda, no se
espera que traiga cambios significativos de la vida cotidiana en Haití.
Pero es obvio que ni los Estados Unidos ni las fuerzas derechistas en
Haití que derrocaron al gobierno de Aristide, lo quieren en la
presidencia. Pero ya es evidente que la mayoría de la población
pobre está lista para luchar por el derecho de Préval a asumir la
presidencia.
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