El Tribunal Supremo decide contra pena de muerte para jóvenes
"¡Esta es una victoria de mayor
importancia para todos los partidarios de la abolición de la pena de
muerte! Otro soporte de la pena de muerte racista y contra los pobres ha sido
quitado," declaró Njeri Shakur a través de sus lágrimas de
alegría el 1 de marzo, al saber que el Tribunal Supremo de los Estados
Unidos había decidido cinco jueces a cuatro que la pena de muerte para
los jóvenes es castigo cruel y extraordinario y contra la
Constitución de los Estados Unidos.
Esta decisión afecta a
72 personas encarceladas bajo la pena de muerte en los Estados Unidos que
tenían 16 o 17 años cuando fueron acusados de homicidio capital.
Veintinueve de estas personas están en las cárceles de
Texas.
La última persona que fue sentenciada a la pena de muerte en
Texas fue Robert Acuña, condenado por homicidio capital en agosto del
año pasado. Sus abogados de defensa trataron de persuadir al fiscal de
Houston a demorar el juicio hasta que el Tribunal Supremo tomara la
decisión anticipada, pero el fiscal lo negó.
Bárbara
Acuña le dijo a Mundo Obrero, "Yo me puse tan feliz y aliviada con esta
decisión hoy. Todo ha sido tan traumático para nuestra familia.
Apenas puedo esperar a ver a mi hijo esta mañana. Les agradezco mucho a
todos esos abogados y activistas que han luchado por esto."
Acuña y
otras madres de presos condenados a la muerte hablarán en una conferencia
de la prensa el 2 de marzo, llamada por el Movimiento de Texas para Abolir la
Pena de Muerte. Ellas hablarán sobre la decisión y sus efectos
sobre una familia que ha tenido un hijo de 17 años condenado a morir por
el estado.
Uno de los casos más conocido de jóvenes en Texas
fue el de Shaka Sankofa, ultimado por el estado en el año 2000. Otro caso
fue el de Napoleón Beazley, ultimado en año 2002. Los padres de
Beazley respondieron a la decisión con emociones mixtas, "Sabemos que
ésta es una victoria y estamos muy felices pero a la vez, nos duelen
todavía nuestros corazones por Napoleón. Esta decisión
debía haberse tomado más pronto," dijeron ellos.
Desde 1976,
cuando la pena de muerte fue restaurada en los Estados Unidos, 22 jóvenes
han sido ultimados legalmente, 13 de ellos en Texas.
El primer asesinato
por ley de un delincuente juvenil ocurrió en 1642: Thomas Graunger, 16
años, en la colonia de Plymouth, Mass. en los 360 años desde
entonces, aproximadamente 365 personas han sido ultimadas por crímenes
juveniles.
La persona conocida como la más joven de ser ultimado
legalmente en los Estados Unidos, fue James Arcene, un niño
indígena que tenía 10 años cuando ocurrió el crimen
del cuál era acusado.
Desde la Segunda Guerra Mundial, la persona
más joven que se ha muerto en los Estados Unidos debido a la pena de
muerte, fue George Stinney, un joven africano-americano de 14 años.
Él era tan pequeño, y sólo pesaba 95 libras, que la
máscara no le quedaba y se le cayó de su cara mientras que lo
electrocutaba el estado de Carolina de Sur.
De los 73 delincuentes
juveniles que actualmente están encarcelados bajo pena de muerte, y ellos
que ya han sido matados en esta época, dos de tres son o han sido o
africano-american@ o latin@. De las 10 delincuentes juveniles femeninas matadas
en los Estados Unidos, ocho fueron africana-americanas y una indígena. En
cada uno de estos casos, la víctima fue blanca.
Los estados del Sur
componen 84 por ciento de todas las penas de muerte impuestas en delincuentes
juveniles desde 1973. Sólo tres estados--Texas, Florida y
Alabama--contienen la mitad de esos casos condenados a la pena de
muerte.
La lucha masiva independiente debe seguir hasta que la pena de
muerte racista y contra los pobres, sea abolida para siempre.
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