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‘El Birmingham del Norte’

Por Mahtowin Munro
and Stephanie Hedgecoke

Al momento de ir a la prensa, todavía no se sabe si Jeff Weise actuó solo o en conjunto con otros jóvenes.

La violenta tragedia del joven Jeff Weise de la nación Red Lake Ojibwe, ha mos trado la desesperación y la pobreza en que viven decenas de miles de indígenas en los Estados Unidos.

Weise, un joven Ojibwe que padece de una enfermedad mental, mató a dos miembros de su familia y mató e hirió a varios jóvenes y adultos en la pequeña escuela superior Red Lake, suicidándose luego el 21 de marzo.

La comunidad de Red Lake está devastada. Las 5.000 personas miembr@s del la Banda Red Lake, se conocen casi todas entre sí o son parientes. En toda la Nación Indígena un dolor intenso se ha sentido al ver morir a much@s indígenas—en su mayoría jóvenes—sin sentido alguno.

Pero mientras la prensa corporativa ha comparado esta tragedia en Red Lake con la tragedia de la escuela Columbine, much@s indígenas han hecho una distinción entre estas. Según Audrey Thayer de la Reservación White Earth: “Esto se trata de un asunto de clase social. Columbine es una comunidad de clase media alta. Esta no. Esta es totalmente diferente.” (Demo cracy Now! 24 de marzo).

Mattie Harper de Leech Lake, otra reservación Ojiwe cercana, fue entrevistada también en “Democracy Now! Ella detalló la historia de los ataques genocidas contra la soberanía y la cultura indígena que comenzó con el programa de Escuelas de Intern@s a mediados de la década de los años cincuenta. Dijo: “L@s niñ@s morían de malnutrición. Estaban hambrientos. Y se les forzaba a hablar en inglés.”

Harper hizo una conexión directa entre las condiciones de pobreza, la adicción al alcohol y las drogas y la violencia consecuente que sucede hoy en día.

Thayer dijo que en los seis condados del área del Norte de Minnesota, incluyendo Red Lake, Leech Lake y White Earth, el 97 por ciento de las personas en prisión son indígenas. “Nos consideramos el Birmingham del norte”, dijo.

Ella acusó al Gobernador de Minnesota, Tim Pawlenty, “quien ha liquidado completamente los programas estatales que afectan a l@s indígenas. Tenemos una administración que no da ni un dólar a l@s indígenas.”

Minnesota tiene una historia de ataques racistas contra l@s indígenas, incluyendo el movimiento de linchamiento contra los derechos a la pesca que llegó a su cumbre en la década de los años ochenta.

“Cuando se compara con otros grupos... hay la probabilidad de que un porcentaje de un 670 de los indígenas de todas las edades muera de alcoholismo, un 650% de tuberculosis, un 318% de diabetes y un 204% de muerte accidental.” Las muertes debido al alcoholismo son 17 veces más que el promedio nacional. (Washington Post, 25 de marzo).

Los recortes de programas
indígenas por Bush

El racismo, la pobreza, la falta de oportuni dades de educación y de empleos, viviendas inadecuadas, y el abuso a las drogas y al alcohol, lleva a una alta tasa desuicidio dos a tres veces más alta que el promedio nacional.

Una encuesta nacional de jóvenes indígenas en Minnesota encontró que de 56 estudiantes en noveno grado escolar, el 81% de muchachas y el 43% de muchachos han pensado seriamente en el suicidio.

Casi la mitad de las muchachas y el 20% de los muchachos dijeron que han intentado suicidarse. (Prensa Asociada, 26 de marzo).

La Hermana Patricia Wallis, quien trabaja en el colegio de la iglesia de Red Lake, habló de una “devastadora, inhumana, y persistente pobreza....Si algo pasa, o alguien muere o ha habido un accidente, regularmente [l@s estudiantes] no vienen. Algun@s se quedan en sus casas porque tienen que cuidar a sus herman@s o tienen que ayudar en la casa.” (Prensa Asociada, 26 de marzo.)

En el 2004, el 80 % de los estudiantes de la Escuela Secundaria Red Lake estaba bajo el nivel de pobreza, cualificando para los beneficios de almuerzo escolar.

Much@s desde los territorios indígenas criticaron al Presidente George W. Bush por no haber expresado pésame a la Nación Red Lake. Bush estaba preocupado promocionando las susodichas reformas antiobreras al sistema de Seguro Social y asumiendo posturas sobre el caso de Terri Schiavo; aparentemente no podía moles tarse con notar la tragedia en el territorio indígena.

El director nacional del Movimiento de Indígenas American@s Clyde Bellecourt dijo: “Estamos recibiendo cartas de países alrededor del mundo expresando pésame, ha visitado la Cruz Roja, pero el llamado Gran Padre Blanco en Washington no ha dicho ni hecho una sola cosa. Cuando los hijos del pueblo son asesinados y otros están en el hospital apenas sobreviviendo, él debe ser la primera persona en enviar su pésame…. Si esta fuera una comunidad blanca, no creo que él tendría ningún problema en hacerlo”. (Washington Post, el 24 de mayo)

Como resultado de críticas públicas, Bush finalmente mencionó Red Lake el 25 de marzo. Pero restringió su conciso comentario a reconocer el papel jugado por el guardia de seguridad de la escuela secundaria.

Los verdaderos sentimientos de Bush para el pueblo indígena se muestran en los planes de la administración de recortar más de $100 millones de programas para esa población el próximo año -programas que están ya extremadamente mermados.

El papel jugado por
el medicamento Prozac

El padre de Jeff Weise se suicidó hace cuatro años. Su madre, poco después, sufrió daño permanente al cerebro como resultado de un accidente automovilístico relacionado al uso de alcohol. Weise fue abusado por el novio de su madre y quizás por otros más. Cuando volvió a Red Lake para vivir con otros miembros de su familia, se sintió aislado y sin amigos.

Claramente, este joven necesitaba ayuda. El pueblo nativo tiene acceso muy limitado a servicios de salud, los cuales en las reservaciones indígenas son ofrecidos por el Servicio de Salud Indígena (IHS por las siglas en inglés) manejado por el gobierno federal. El acceso a servicios de salud mental es especialmente limitado.

Lo que Weise recibió del IHS fue una terapia mínima y una receta para la droga contra la depresión, Prozac. La dosis de Prozac fue aumentada poco antes del incidente.

Muchos artículos han cuestionado la seguridad de prescribir Prozac a l@s adolescentes. Algunos científicos creen que el medicamento puede incrementar el comportamiento suicida. El doctor Frank Ochberg, ex director asistente del Insti tuto de Salud Mental, dijo al New York Times que investigaciones recientes le han hecho cambiar de opinión sobre la conexión entre la droga y los actos suicidas. “Las intenciones suicidas y homicidas pueden teóricamente seguir la misma vía”.

Los noticieros comerciales le dieron mucha importancia al hecho de que Weise recientemente había enviado mensajes a sitios en la Web con orientación neo Nazi, como si esto proveyera la solución de la cuestión del porqué ocurrió esta tragedia. Muchos se han preguntado cómo un joven indígena puede identificarse con un neo Nazi.

Weise estaba claramente enajenado y se sentía sin esperanza. Como otros jóvenes en circunstancias semejantes, él pudo haberse sentido atraído a las soluciones simplistas provistas por los programas reaccionarios o fascistas. Toda su vida él se había pasado sufriendo los efectos tóxicos del sistema capitalista, pero no sabía qué etiqueta aplicarle a esa experiencia. Como otros jóvenes enajenados, es posible que él creyera que tenía que culpar a otros por los males del capitalismo.

Hay una ruta de escape importante para la desesperanza de la juventud: es la de volverse parte de la lucha contra el racismo y en pos de la justicia económica y social.


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