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Palestina: Logro histórico, nuevos peligros

Por Sara Flounders

La decisión de Israel de remover a 8.000 residentes israelitas de la Franja de Gaza tiene implicaciones históricas para el futuro, no solo del sionismo, sino del dominio de Estados Unidos en el Medio Oriente.

Por décadas se podía contar con Israel, armado hasta los dientes por Washington, para servir a los intereses de las corporaciones estadounidenses y proteger las ganancias extraídas de esta región. Israel ha sido parte importante en la estrategia del Pentágono que ha permitido al imperialismo dominar política y económicamente toda la región.

Pero consideremos la situación ahora.

Hoy hay confusión en el ala más reaccionaria del movimiento sionista sobre la fecha del 15 de agosto para el retiro de los 8.000 residentes de la Franja de Gaza. El fraccionamiento y las renuncias dividen al gobierno de Tel Aviv y al ejército.

Al mismo tiempo, las tropas estadounidenses están entrampadas en Irak. Ahí enfrentan más de 65 ataques al día. Hay inestabilidad y caos sobre la fecha del 15 de agosto para la presentación de la constitución diseñada por los Estados Unidos.

Y en los Estados Unidos el apoyo a la ocupación por el Pentágono disminuye. Según el sondeo este mes de CNN/Gallup/USA Today, el cual repite el resultado de otros sondeos, un 55% piensa que Estados Unidos “cometió un error al enviar tropas a Irak.” Un 56% dice que algunos o todos los soldados deberían retornar a su patria ya. (csmonitor.com, 1 de agosto)

La resistencia individual y colectiva que se ha estado viendo por décadas en Palestina ahora se ve reflejada en una escala mucho más grande en Irak.

El hecho de que Israel se haya visto forzado a retirarse de tierra palestina es una victoria para la resistencia palestina. Es un logro de gran dimensión histórica.

Imperialismo y Sionismo

Históricamente, el sionismo como movimiento político siempre ha estado ligado a los poderes imperialistas, primero al británico y luego al estadounidense. El estado de Israel fue apoyado y financiado con el propósito de actuar como cuartel para proteger los intereses imperialistas en el centro del mundo árabe. Israel no habría sobrevivido un día, y mucho menos 57 años sin la infusión masiva de la ayuda económica y militar de los Estados Unidos.

Con esta ayuda, se podía contar con Israel para atacar a cualquier movimiento popular que amenazara los intereses de los Estados Unidos en la región. Estados Unidos estaba dispuesto a dar miles de millones de dólares para mantener una guerra sin fin y desestabilizar la región. Desde su creación en 1948, el ejército de Israel ha invadido, bombardeado y ocupado a Egipto, Siria, Irak, Jordania y el Líbano.

La expansión, la agresión y la expulsión de la población palestina ha sido la guía política desde 1948. Después de la guerra de 1967, Israel tomó Jerusalén, Cisjordania y la Franja de Gaza. Gigantescos fuertes militarizados, conocido como asentamientos—fueron establecidos en Cisjordania y en la Franja de Gaza en violación a las convenciones de la ONU y a las leyes internacionales. Los asentamientos donde ahora habitan más de 250.000 personas fueron construidos rodeando a Jerusalén para incomunicarlo de Cisjordania.

Los asentamientos no solo eran una movilización de fanáticos religiosos. Todo tipo de incentivos financieros fueron utilizados para atraer gente a Gaza y a Cisjordania. Las casas eran más grandes y el alquiler más bajo en comparación a los alquileres dentro de la frontera israelita de 1948.

El estado israelita llevó a cabo la apropiación de la tierra Palestina. Construyeron escuelas, guarderías infantiles, centros de comercio e industrias y negocios de agricultura subsidiados. Cercas electrificadas y anillos de paredes de concreto rodeaban estos enclaves suburbanos. Más tierras palestinas fueron confiscadas para construir puestos militares, vías de tránsitos que circunvalaban la zona donde vivían l@s palestin@s, y para establecer perímetros de seguridad. Decenas de miles de tropas israelitas fueron estacionados en Gaza y en Cisjordania.

Todo esto fue financiado con miles de millones de dólares estadounidenses.

La resistencia no pudo romperse

Desde la primera ‘Intifada’, o levantamiento, en diciembre de 1987, los soldados israelitas han estado entrampados en sus esfuerzos de aplacar la lucha revolucionaria por la autodeterminación Palestina. Tácticas extremas de derrumbar casas, detenciones masivas y torturas, han sido usadas. A pesar de los 38 años de ocupación militarizada, la resistencia no ha podido ser aplacada.

Hoy los líderes sionistas se han dado cuenta de que no pueden continuar la ocupación en ambos lugares, la Franja de Gaza y Cisjordania.

Gaza es una empobrecida franja de tierra arenosa de apenas 5 millas de ancho por 25 millas de largo. En medio de los 1,3 millones de palestin@s viviendo allí, en uno de los territorios más poblados en el mundo, Israel estableció 21 asentamientos fortificados. En medio de una gran pobreza, lujosas residencias fueron construidas para 8.000 colonos.

Pero la rotación de decenas de miles de soldados israelitas en ese sector para proteger a sus residentes de la resistencia Palestina, se hizo insostenible para el estado israelita y su promotor, el imperialismo estadounidense.

Por medio de formas brutales de presión—seguidas de negociaciones, sobornos e interminables promesas de de establecer alguna forma de estado palestino—todo tipo de esfuerzo se ha hecho para dividir la resistencia y abrir una guerra civil en el movimiento palestino.

Al haber fallado en eso, el movimiento sionista ha entrado en guerra consigo mismo.

Falsa preocupación por los colonos

La prensa corporativa en los Estados Unidos ve con gran simpatía a los colonos que están siendo removidos de sus fortines suburbanos. Pero aquellos que tomaron territorio palestino a la fuerza recibirán $300.000 para sus gastos de mudanza pagados por los impuestos de l@s trabajador@s estadounidenses, y nuevas casas en otros asentamientos, construidas también en tierras robadas.

No hay compasión por parte de la prensa para las decenas de miles de palestin@s que fueron removid@s a la fuerza y han vivido por décadas como refugiad@s.

Mientras que desarman sus asentamientos y sus bases militares ilegales en Gaza, Israel mantendrá la ocupación total del territorio aéreo, marítimo y de tierra. Sus planes son de mantener a Gaza como una prisión al aire libre bajo control israelita.

El temor más grande de Israel es que los palestinos tomen ventaja del desalojo de las bases militares y de su nueva situación. La atmósfera está llena de resistencia en Gaza como se puede ver en letreros que leen: “Gaza hoy, mañana Jerusalén y Cisjordania,” y “¡La resistencia gana—
continuemos!”

La lucha continúa

El Primer Ministro Ariel Sharon, el arquitecto de la política de asentamientos y el culpable de ataques brutales contra el pueblo palestino, no inició este retiro por reconocimiento o respeto a los derechos palestinos.

Es una táctica política para expandir la toma de tierras en Cisjordania, especialmente alrededor de Jerusalén, mientras abandona los asentamientos aislados que son difíciles de mantener. Mientras la prensa se enfoca sobre Gaza, continúa la construcción de una Pared de Apartheid de tres pisos de altura que convierte a los pequeños pueblos de palestina en guetos.

Sharon no esconde esta estrategia. “Los asentamientos continuarán existiendo. No negociaré sobre Jerusalén. Los territorios de los asentamientos continuarán ligados al estado israelita,” dijo él a la televisión israelita el 10 de agosto. “A la misma vez, no habrá más retorno de refugiados palestinos a Israel.”

Esto es claramente una estrategia llevada a cabo en estrecha coordinación con la administración de Bush. Sharon reafirmó el 12 de agosto en una conferencia de prensa, “yo prefiero llegar a un acuerdo con los americanos que con los árabes.”

El derecho al retorno y el derecho de l@s palestin@s a su propio estado, con Jerusalén como capital, son las demandas que el movimiento de solidaridad tendrá que mantener delante.

Los próximos días son extremadamente peligrosos para el movimiento palestino. El peligro es que el gobierno israelita proyecte ataques horrendos para recobrar su credibilidad ante el ala de ultra derecha del movimiento sionista y trate de destruir el sentimiento de victoria en l@s palestin@s.

Este es un tiempo vital para estar alerta y aumentar el nivel de solidaridad y apoyo a la resistencia Palestina. El enlace entre los miles de millones de dólares para la guerra en Irak y los miles de millones de dólares para apoyar a Israel nunca ha estado expuesto tan claramente. Mientras el apoyo para la guerra de los Estados Unidos contra Irak continúa su descenso, ahora es esencial mostrar que la ayuda de los Estados Unidos para Israel es parte de la misma guerra.


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