¡SÃ! Ya es hora de revivir el 1 Mayo
Por Fred Goldstein
Lo más significativo del intento de
revivir este año el Primero de Mayo como día internacional de
solidaridad de la clase trabajadora es que es convocado por un segmento de la
misma clase obrera—particularmente por el liderazgo de raza negra del
Movimiento de la Marcha del Millón de Obrer@s, junto a otros sectores
progresistas.
El Primero de Mayo históricamente ha sido un
día para la clase obrera declararse como una clase contra los empresarios
y de plantear sus demandas particulares en cada país y demostrar su
solidaridad internacional con las luchas que transcurren en todo el mundo. El
Primero de Mayo comenzó como una lucha por un día laboral de 8
horas en los Estados Unidos en 1886. Se convirtió en internacional en
1890. Desde ese momento todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos,
marchó bajo las consignas de aquellos días—contra la guerra
imperialista, la opresión colonial, el racismo y el linchamiento,
libertad para los prisioneros políticos, sufragio universal y otras
demandas más.
El Primero de Mayo del 2005, que se celebrará
en la plaza Union Square en la ciu dad de Nueva York, en San Francisco, Los
Angeles y otras ciudades, sigue esa tra dición.
Esta convocatoria
para la marcha del Primero de Mayo, suscrita por líderes de la clase
obrera, comunales, y del movi miento progresista concluye con demandas como: fin
a la ocupación—que regresen las tropas ya; empleos con salarios
razonables; viviendas; cuidado de salud; educación para tod@s; lucha
contra el racismo y represión política; por la Seguri dad Social;
no al reclutamiento militar; derecho de l@s trabajador@s a organizarse;
solidaridad con l@s trabajador@s inmigrantes; solidaridad con las personas
lesbianas, gays, bisexuales y transgéneras; y solidaridad con los pueblos
del Medio Oriente, Asia, África, América Latina y el Caribe
quienes están resistiendo y luchando contra la campaña del
imperialismo estadounidense que quiere controlarles y explotarles.
Las
demandas terminan con un llamado al resurgimiento de la solidaridad
mundial.
La clase dirigente trató de borrar el Primero de
Mayo
En la era después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el
imperialismo estadounidense lanzó su Guerra Fría anticomunista
desde su posición de hegemonía, una de las tareas importantes de
la clase gobernante además de la persecución de comunistas,
socialistas, progresistas y sindicalistas militantes de cualquier tipo, fue la
de suprimir el Día de los Trabajadores como día festivo de la
clase obrera. Elementos reaccionarios eran incitados a atacar físicamente
los desfiles del Día de los Trabajadores cuando se arreciaba la Guerra
Fría en la década de los años cuarenta.
En 1949, el
Departamento del Amer icanismo de los Veteranos de Guerras Extranjeras
comenzó una campaña para declarar el Primero de Mayo como el
Día de la Lealtad.
Una década después, luego de que
el Primero de Mayo se suprimiera por la caza de brujas, el Congreso
aprobó la Ley Pública 529 que designaba el Primero de Mayo como el
Día de la Lealtad en un intento de asegurarse que no resurgiera.
En
1961, una resolución conjunta del Congreso revisó esto y
declaró el Primero de Mayo como el Día de la Ley
EEUU.
Marchas oficiales del Día del Trabajo, moderadas, de
carácter social patriótico a comienzos de septiembre organizadas
por la directiva del AFL-CIO, tomaron el lugar del Primero de Mayo.
Los
patrones capitalistas estaban muy conscientes del Primero de Mayo como
día para la manifestación política de la conciencia de
clase obrera y del internacionalismo entre l@s obrer@s y fueron muy meticulosos
en su intento de borrarlo del calendario de la clase trabajadora.
No es
solo un Primero de Mayo ceremonial
Desde el cese de las persecuciones
ha habido muchas actividades del Primero de Mayo organizadas por varios grupos
políticos, aunque ya menos desde el colapso de la URSS. Aquellos
intentos, irrespectivamente de sus variantes políticas y de sus buenas
intenciones, eran estrictamente simbólicos y protocolarios en
carácter. Esto era porque no estaban conectadas a ningún
desarrollo genuino de una corriente militante con conciencia de clase con
liderazgo de cualquier sección de la clase obrera organizada. Un
liderazgo obrero del calibre del Movimiento para la Marcha de un Millón
de Obrer@s no se había aún desarrollado.
Lo que distingue el
intento de revivir el Primero de Mayo como un día de lucha
política militante de la clase obrera en el 2005, es que emana de
líderes de vanguardia del movimiento obrero quienes han luchado batallas
obreras y quienes han presenciado la erosión de los derechos de l@s
trabajador@s.
Est@s son l@s líderes del Movimiento para la Marcha
del Millón de Obrer@s (MMMO). Y ell@s quieren seguir un camino
político independiente.
Los líderes del MMMO han visto con
ira y frustración cómo el liderazgo de la AFL-CIO ha continuado en
el camino del apoyo a la guerra; ignorando el racismo y el mar de cuestiones
sociales y económicas de l@s obrer@s; ha fallado en organizar a la clase
obrera y ha puesto mucha de su confianza a través de cantidades
millonarias de dólares provenientes de las cuotas de l@s obrer@s, en los
políticos del Partido Demócrata.
El nacimiento del Primero
de Mayo del 2005 no ha surgido de la nada.
L@s líderes de MMMO
anunciaron su determinación de abrir un camino independiente el 17 de
octubre del 2004 en las gradas del Monumento de Lincoln, en medio de las
campañas electorales para la presidencia, declarando que l@s obrer@s
deben organizarse en propio nombre.”
Ell@s vincularon la
oposición a la guerra con la lucha por los derechos de l@s trabajador@s
aquí. Haciéndolo, tuvieron que luchar en contra de las capas
más altas y privilegiadas del liderato de la AFL-CIO, la cual estaba
totalmente comprometida a elegir al candidato imperialista y pro-guerra del
Partido Demócrata, John Kerry como presidente y además estaba
profundamente opuesta a la política de clase independiente promovida por
la MMMO.
Además, la MMMO tuvo que bregar con varias corrientes del
movimiento anti guerra y el movimiento radical que se asustaban de cualquier
intento por desviar recursos o atención de la campaña de Kerry y
así dieron su espalda al intento de marcar un nuevo rumbo
independiente.
L@s líderes del MMMO rehusaron doblegarse y
proclamaron públicamente en las escalinatas del Monumento a Lincoln, su
apoyo al resurgimiento de la celebración del Primero de Mayo.
Entonces tomaron otro paso histórico, uniéndose a
activistas comunitari@s, estudi an tiles y jóvenes y a la
Coalición ‘Que Vuelvan las Tropas a Casa’ el 19 de marzo de
este año, para una marcha y mitin en el segundo aniversario de la Guerra
de Irak. Esta manifestación, que unió intrépidamente la
lucha de l@s trabajador@s con la lucha militante contra la guerra, fue
además significativa porque comenzó en Harlem, el barrio que es el
corazón de la comunidad africana americana.
La manifestación
del Primero de Mayo de 2005 no es simplemente ceremonial. Es un intento de
estimular el resurgi miento de la lucha de clases y un preparativo para llevar
la lucha en una dirección independiente, militante y con conciencia de
clase. Fue convocada por líderes de la clase trabajadora conjuntamente
con otras fuerzas progresistas y revolucionarias en los EEUU.
Esto no es
simplemente un ejercicio de honrar el pasado, sino una preparación
concreta para el futuro -para las luchas que son inminentes mientras la
administración de Bush y la clase capitalista siguen castigando a todos
los sectores de la clase trabajadora, l@s oprimid@s, y hasta a sectores de la
clase media, rompiendo sindicatos, recortando el presupuesto, atacando el
sistema de Seguro Social, y continuando la guerra y los gastos de guerra a nivel
de cientos de miles de millones de dólares.
El Primero de Mayo debe
echar raíces de nuevo en la clase trabajadora. Cuando esto ocurra, la
conexión entre el Primero de Mayo, la guerra imperialista y la lucha de
clases se volverá un factor material profundo y poderoso en la
lucha.
Un particular evento del Primero de Mayo, celebrado durante los
momentos más intensos de la Primera Guerra Mun dial, tiene una relevancia
particular hoy porque señala la vital conexión entre la clase
trabajadora, la guerra y el militarismo.
Liebknecht, el 10 de Mayo y la
Primera Guerra Mundial
Una de las manifestaciones del Primero de Mayo
más importantes de la historia, después de la manifestación
original en Chicago en 1886, fue la manifestación llamada por el
líder socialista, Karl Liebknecht el Primero de Mayo de 1916, en medio de
la primera guerra mundial imperialista. Liebknecht era un representante del
Partido Socialdemócrata en el Reichstag, el parlamento alemán. El
fue el único de los 116 diputados de su partido que votó en contra
de los créditos para financiar la guerra.
La clase capitalista
alemán estaba promoviendo una ola de patriotismo social, de chauvinismo e
histeria en pro de la guerra. Millones de trabajadores alemanes estaban en ambos
frentes de guerra, del este y del oeste. Las manifestaciones contra la guerra
eran ilegales. La lucha antiguerra había sido suprimida.
Liebknecht
se atrevió a convocar una manifestación contra la guerra para el
Primero de Mayo en Berlín. Cientos de miles de trabajadores participaron.
Él comenzó su charla con las palabras: “Abajo la guerra,
abajo el gobierno”.
Él había publicado y distribuido
un Mani fiesto del Primero de Mayo que declara ba: “La pobreza y la
miseria, la caren cia y el hambre rigen a Alemania, Bélgica, Polonia y
Serbia, cuya sangre está siendo chupada por el vampiro del imperialismo y
que han sido convertidas en cementerios… ”.
“Dejen que
miles de voces griten ‘¡Abajo con el descarado exterminio de
naciones! ¡Abajo con los responsables de tales crímenes!
¡Nuestro enemigo no es el pueblo de Inglaterra, de Francia, o de Rusia,
sino los grandes latifundistas alemanes, los capitalistas alemanes y su
comité ejecutivo’.”
Liebknecht fue arrastrado de la
plata forma por la policía, quienes estaban por miles, y fue enjuiciado.
Utilizó el juicio para denunciar a la guerra y a la clase dominante. Fue
encarcelado. Pero esa mani festa ción del Primero de Mayo fue el comienzo
del fin del esfuerzo guerrerista del imperialismo alemán. Dio confianza a
los trabajadores mostrando que era posible romper con la represión en
tiempos de guerra.
Más y más la resistencia se
extendió a los soldados. Para 1918 estaban depo nien do sus armas y
rehusaban ir a combate. Había motines en la fuerza naval. Solda dos y
trabajadores llegaron masivamente a Berlín y a otras ciudades y aca baron
con la guerra forzando a los gobernantes Hohenzollern fuera del
trono.
Rebeliones semejantes de soldados-obreros sacudieron al
ejército francés. Para el Primero de Mayo de 1917, había
mani festaciones masivas en Italia, Esco cia, y por supuesto en Rusia
revolucionaria.
De hecho, la rebelión de los soldados alemanes
estuvo estimulada más aún por la política de V.I. Lenin en
el frente ruso al informarles a los soldados rusos y alemanes que sus enemigos
estaban en su propia casa. Esta consigna estratégica de Lenin fue hecha
realidad cuando la clase trabajadora rusa y los campesinos derrocaron el
gobierno e hicieron su revolución socialista. Y así fue como
terminó la Primera Guerra Mundial.
La clase trabajadora en Alemania
tenía un partido político de masas y la experiencia de
organización política y de clase. Fue traicionada por el
liderazgo del Partido Social Demócrata que apoyó al gobierno
alemán en la guerra. Pero elementos revolucionarios como Liebknecht y
Rosa Luxemburg emergieron para reestablecer la resistencia genuina y el
liderazgo de la clase trabajadora.
Desarmemos a los guerreros
nucleares del Pentágono
Hoy en día, todo es diferente.
La administración de Bush y la clase dominante tienen planes de
expansión para conquistar nuevos territorios. Mien tras más
desesperados se vuelven, más peligrosos y aventureros se convierten. De
interés particular es la perspectiva de las ambiciones nucleares de la
administración de Bush.
Ahora mismo l@s trabajador@s en este
país, jóvenes que pensaban que uniéndose a las fuerzas
militares conseguirían educación gratis o una oportunidad de
trabajo, están siendo mandad@s a matar y a morir en Irak y
Afganistán. Esta experiencia es tan traumática que al
Pentágono ya le están faltando tropas. Sus reclutadores
están buscando en las escuelas y en los barrios a jóvenes pobres
de la clase trabajadora a quienes se les ha negado un porvenir en la vida civil
a causa de la voracidad capitalista, los sueldos de baja paga o la falta
absoluta de cualquier trabajo.
A causa de la falta de tropas, crece
aún más fuerte la tentación de desarrollar y usar armas
tácticas nucleares para sup erar la falta de soldados.
Las armas
tácticas nucleares, combinadas con los 10,000 proyectiles nucle ares ya
existentes, constituyen un grave peligro para el mundo. Tal terror nuclear
controlado por Washington obliga a cada país del mundo entrampado en la
red del imperialismo estadounidense, a intentar desarrollar un impedimento
nuclear sólo para defenderse y sobrevivir. Cada día
continúa la amenaza de un Pentágono con armas nucleares junto a su
alterno Israel, también con armas nucleares—con un estimado de 200
armas nucleares. Todas las naciones independientes, como Irán y Corea de
Norte, están bajo presión para desarrollar armas nucleares.
Por décadas fue sólo la posesión de armas nucleares
por la Unión Soviética que impidió al Pentágono
usarlas. La única vez que las armas nucleares fueron utilizadas fue por
los Estados Unidos en 1945 en Japón—y eso fue antes de que la
Unión Soviética tuviera la bomba.
Henry Kissinger, como
representante de la administración de Nixon, amenazó a los
vietnamitas varias veces con un ataque nuclear durante las charlas de paz en
París para terminar la guerra.
Durante la Guerra de Corea de
1950-1953, el general Douglas MacArthur quería usar la bomba
atómica contra las fuerzas chinas que estaban ayudando a los coreanos a
repeler la invasión de su país encabezada por los Estados Unidos.
Después de la retirada del régimen de Gorbachev y la
caída de la URSS, la Unión Soviética ya no era un
impedimento militar ni nuclear a las ambiciones estadounidenses. Este hecho le
abrió el paso a Washington para impulsar guerras contra Yugoslavia,
Afganistán e Irak.
Por décadas la URSS había abogado
por la destrucción total e incondicional de todas las armas nucleares.
Este pedido fue ignorado por completo por los Estados Unidos, quien año
tras año construía su arsenal nuclear y forzaba una carrera
armamentista implacable y costosa.
El único camino para detener la
guerra nuclear es desarmar al Pentágono.
Y el ejemplo que dieron
los trabajadores alemanes durante la Primera Guerra Mundial, al igual que el de
los trabajadores rusos que terminaron el proceso revolucionario al derrocar el
capitalismo, es sin duda el único camino históricamente posible
para el desarme genuino del imperialismo que es intrínsicamente belicoso
a causa de su voracidad insaciable por las ganancias.
Las preparaciones
para futuras guerras están llevando a la quiebra el tesoro
estadounidense. Y son l@s trabajador@s y el pueblo oprimido quienes tienen que
pagar por este déficit.
Los industrialistas capitalistas
están compitiendo entre sí construyendo más y más
fábricas, oficinas y viviendas, todo con el prospecto de grandes
ganancias. Pero estas ganancias dependen más de bajar los sueldos,
recortar los beneficios, y establecer talleres donde cruelmente se explotan a
l@s trabajador@s. Todas las formas de opresión están aumentando.
Los ataques aquí contra l@s trabajador@s por la clase dominante
están creando las mismas condiciones que fomentaron la rebelión de
la clase trabajadora alemana.
La clase trabajadora en los Estados Unidos
está muy lejos de dónde estaba la clase trabajadora en Alemania en
1916-1918. Pero el viaje más largo se comienza con un primer paso.
Nadie sabe cuán largo será el camino de l@s trabajador@s y
el pueblo oprimido en este país. La creciente opresión, la explo
ta ción, y la guerra imperialista inevitablemente van a acelerar este
proceso y van a acortar el camino.
Pero la lucha para resurgir el Primero
de Mayo como un día de solidaridad internacional de la clase trabajadora
es definitivamente un esfuerzo para tomar ese primer paso.
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