Inclusivo, expansivo, revolucionario – Los cubanos aprueban el Nuevo Código de Familia por 2-1

27 de septiembre de 2022 – Tras años de intensas discusiones, debates y un proceso democrático sobre el terreno, barrio por barrio, el pueblo de Cuba ha aprobado un nuevo Código de Familia. Las disposiciones de este “Código de los Afectos”, como se le conoce familiarmente, son progresistas, revolucionarias y honran la realidad de la amplia gama de familias que la gente está creando en desafío al capitalismo patriarcal. 

Miembros de la comunidad LGBT llevan una bandera del orgullo gigante durante el desfile que marca el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia en el país, en Pinar Del Río, Cuba, 17 de mayo de 2018. Credit: Granma

A lo largo de la historia, la gente ha formado todo tipo de configuraciones familiares diferentes. Pero en el capitalismo actual, hasta hace muy poco, sólo un tipo -el matrimonio heterosexual dominado por el hombre y conforme con la mujer- ha recibido la sanción legal del Estado.

Recientemente se han hecho algunos avances a nivel internacional, incluido EE.UU., para sancionar legalmente las uniones de parejas del mismo sexo y conceder derechos de adopción a esas parejas. Aunque esta adaptación se ha hecho basándose en el hecho de que este “nuevo” tipo de familia es paralela a la norma heterosexual de parejas, la igualdad matrimonial en EE.UU. puede estar ahora de nuevo amenazada, dado el aumento de los esfuerzos protofascistas en muchos estados y la actual composición del Tribunal Supremo de EE.UU..

Ahora Cuba ha ampliado heroicamente la comprensión mundial de lo que puede ser una visión socialista del matrimonio y la familia. El nuevo Código de Familia acoge con generosidad las muy variadas y reales estructuras familiares que los seres humanos crean para amarse, cobijarse, protegerse y nutrirse a sí mismos y a sus hijos.

El nuevo Código legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo, permite a las parejas del mismo sexo adoptar niños, promueve el reparto equitativo de las responsabilidades domésticas y amplía los derechos laborales (incluida la remuneración) a quienes cuidan a tiempo completo de niños, ancianos o personas con discapacidad. El Código confirma el derecho al aborto libre, al permiso familiar retribuido y a los embarazos asistidos y subrogados (pero sin ánimo de lucro). Lucha contra la violencia de género y amplía los derechos de los niños y los abuelos.

El nuevo Código sustituye el concepto de “patria potestad” por el de “responsabilidad parental”. Luis Palenzuela Páez, experto en Derecho Civil y de Familia y miembro del grupo de trabajo que redacta el nuevo Código, destacó que el concepto de patria potestad tiene su origen en el “pater familia” de la familia romana, que ostentaba el poder y el derecho legal de vida y muerte sobre los miembros de su familia, que incluía a su esposa, hijos y personas esclavizadas.

Con deliberación, el nuevo Código de Familia plasma en su articulado principios como “la igualdad de género, la obligación de los padres de proporcionar a sus hijos estabilidad emocional y contribuir al libre desarrollo de su personalidad, a partir de sus capacidades, aptitudes y vocación”. (Granma, 20 de septiembre)

Una victoria rotunda para el pueblo de Cuba

En el desfile anual del orgullo LGBT en La Habana, Cuba, los manifestantes llevan una pancarta que dice en español: ‘Soy parte de la revolución – Yo también soy Fidel’ un cántico muy extendido en el país tras la muerte del Comandante en 2016. Credit: Granma

Los días 18 y 25 de septiembre, los cubanos que acudieron a las urnas para votar en referéndum sobre el código fueron 6.251.786. Los votos del “sí” fueron 3.936.790, es decir, el 66,87%, y los del “no” 1.950.090, el 33,13%. Con la gran mayoría de los votos escrutados, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Alina Balseiro Gutiérrez, anunció en una retransmisión en directo el 26 de septiembre que el Código será ley. 

La votación culminó un proceso democrático de años entre el pueblo cubano para actualizar el Código de Familia de 1975, que codificó la igualdad de género en la ley. Por mandato de una nueva Constitución aprobada en 2019, se redactaron múltiples versiones y se enviaron a la Asamblea Nacional del Poder Popular en 2021, que aprobó un proyecto para someterlo a discusión y debate del pueblo cubano. 

Entre febrero y abril de este año, casi 6,5 millones de cubanos participaron en más de 79.000 reuniones facilitadas por la Federación de Mujeres Cubanas, los Comités de Defensa de la Revolución y otras organizaciones comunitarias. En estas reuniones se ofrecieron propuestas y enmiendas al borrador de trabajo del Código propuesto. El pueblo hizo más de 400.000 propuestas, que se presentaron a la Asamblea Nacional del Poder Popular para su evaluación, y el proyecto revisado se devolvió de nuevo al pueblo para que lo debatiera y presentara nuevas propuestas.

Tras examinar todas las propuestas y revisiones, la Asamblea Nacional votó la 25ª versión del Código presentada, aprobándola por unanimidad y enviándola a votación en referéndum. 

A diferencia de Estados Unidos, donde los reaccionarios de un estado tras otro están dificultando el voto de la gente de color y de los pobres y trabajadores, todos los ciudadanos y residentes cubanos están registrados automáticamente para votar a los 16 años y pudieron votar en el referéndum, si así lo decidieron.

Personas LGBT+, mujeres, embarazadas, discapacitados y más

El nuevo Código establece el derecho de todos los cubanos a formar una familia, independientemente de su sexo o identidad de género. Se reconocen diversas formas de familia, incluidas las familias multiparentales y se permite compartir la patria potestad entre una familia extensa y no tradicional que podría incluir abuelos, padrastros y madres subrogadas.

El nuevo Código refuerza el derecho al aborto libre y seguro en un hospital o clínica para todas las cubanas. En Estados Unidos se está eliminando, restringiendo severamente o socavando el derecho a la elección reproductiva, a la salud reproductiva y a la salud materna.

 Cabe destacar en el nuevo Código de Familia la defensa de las personas con discapacidad en materia de relaciones y familia. Caridad del Carmen Valdés Díaz, profesora de Derecho de la Universidad de La Habana, dijo: “Los cambios incluidos en el Código de Familia buscan que las personas con discapacidad motora, sensorial o psíquica tengan la posibilidad de ejercer sus derechos como cualquier otra persona, en absoluta igualdad.” (Granma, 5 de septiembre)

El ministro cubano de Justicia, Oscar Silvera Martínez, enfatizó que la ley “es más sólida porque está impregnada de soberanía popular, esencia revolucionaria, protección de derechos y un alto valor humano… y no regula modelos familiares rígidos o preestablecidos, sino que favorece que todos puedan acceder a la protección de instituciones de carácter familiar.” (Telesur, 18 de agosto)

Oposición ultraderechista fomentada en EE.UU.

En la isla hubo cierta oposición de derechas al Código basada en creencias religiosas conservadoras. Contrariamente a los estereotipos anticomunistas, los organismos religiosos, incluida la iglesia católica, no están prohibidos en Cuba; simplemente no se les permite establecer principios políticos para el país.

Tras votar en el referéndum, el Presidente Miguel Mario Díaz-Canel declaró: “Hay personas que, por su fe o credo, no han entendido que el Código no niega el tipo de familia que defienden, sino que da garantías para otros tipos de familias”. (Resumen Latinoamericano-US, 26 de septiembre)

Más insidiosa fue la campaña neofascista contra el Código de Familia organizada desde Estados Unidos en las redes sociales y los medios de derecha. El objetivo era incitar a los cubanos a votar “no” utilizando el argumento de que apoyar el proyecto de ley significa apoyar al gobierno cubano. 

Díaz-Canel aclaró: “No es un problema de convicciones, razonamientos o sentimientos; hay personas que adoptan esa posición porque consideran que, si se trata de un Código dentro de la Revolución, entonces no debe ser aprobado.”

Los cubanos -desafiando la propaganda anticomunista y las penurias muy reales del bloqueo estadounidense- han demostrado una vez más que nunca dejan de buscar la justicia, y que nunca dejan de “hacer la Revolución.”

Bill Sacks, organizador y participante de la Brigada Venceremos, que ha roto el bloqueo de viajes durante más de 50 años, contribuyó ampliamente a este artículo. En 1975 Pratt perdió la custodia de sus dos hijos pequeños en virtud de la ley anti-LGBTQ+ “crimen contra natura” de Carolina del Norte.

Minnie Bruce Pratt

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