¡Defender a Cuba, defender el socialismo!

Editorial

Las fuerzas anticomunistas -dirigidas por el gobierno de Estados Unidos- están montando un ataque sin cuartel contra la Cuba revolucionaria. Ese país sigue avanzando con determinación en su propio camino hacia el socialismo, iniciado el 1 de enero de 1959, cuando las fuerzas dirigidas por Fidel Castro y Ernesto “Ché” Guevara derrocaron al gobierno del dictador Fulgencio Batista, respaldado por Estados Unidos.

La solidaridad con Cuba es mundial, aquí en Union Square, Nueva York, el 15 de julio. FOTO WW: Radhames Morales

El actual asalto a Cuba se lanzó a gran escala en las redes sociales a principios de julio. Pero Estados Unidos le declaró por primera vez la guerra ideológica y económica a Cuba en 1960, al imponerle un brutal bloqueo económico y social que sigue vigente.

Desde entonces, Estados Unidos ha intentado todas las tácticas para acabar con la Revolución, desde el poderío militar directo en la invasión de Bahía de Cochinos (Playa Girón) en 1961 hasta la creación de un “Twitter cubano” secreto para agitar el malestar y organizar “turbas inteligentes” para una “primavera cubana” que derroque al gobierno. (The Guardian, 3 de abril de 2014)

La campaña más reciente contra Cuba incluye miles de cuentas de Twitter anti-Cuba vinculadas a un sistema automatizado que retuitea rápidamente.

El experto en desinformación Julián Macías Tovar dijo a Newsweek que el 9 de julio se enviaron 100.000 tuits con un hashtag anti-Cuba, 500.000 al día siguiente y 1,5 millones el 11 de julio. Tovar añadió: “Si hay cuentas con pocos seguidores que hacen muchos tweets o retweets, cuentas recién creadas con una foto de perfil falsa… eso siempre es sospechoso”. 

Reuters ha afirmado categóricamente que las publicaciones de protestas en Cuba -compartidas por millones- fueron falsamente etiquetadas como protestas contra el gobierno cubano. ¡Algunas de las fotos eran en realidad imágenes de una protesta de 2011 en Egipto – y algunas en realidad de una gran multitud reunida en apoyo de la marcha del Primero de Mayo de 2018 de Cuba celebrando su revolución obrera! (tinyurl.com/dbh5y7sf)

La desinformación ha incluido la intervención cultural, como la promoción de una canción de reggaetón anticomunista procedente de la comunidad cubana de Miami, que tiene su origen en los ricos terratenientes blancos que huyeron de Cuba cuando triunfó la Revolución. A lo largo de las décadas, muchas operaciones físicas y psicológicas contra Cuba se han originado en Miami.

La campaña de desinformación se puso en marcha cuando se estaban produciendo algunas protestas dentro de Cuba. El país se ha visto afectado recientemente por la escasez de alimentos y de suministros médicos relacionados con la pandemia, como las jeringuillas, a las que Estados Unidos bloquea el acceso.

La Cuba revolucionaria es celebrada por su atención médica innovadora, integral y gratuita, con equipos médicos que viajan en solidaridad a otros países, especialmente durante la pandemia. Una reciente caricatura política estadounidense se burló de este logro, mostrando falsamente a un manifestante sangrante arrastrado por una policía sombrío que se jactaba de la atención médica gratuita.

Sin embargo, durante la pandemia, Cuba -que todavía está clasificada en la economía mundial como un país “subdesarrollado”- ha conseguido con su sistema socialista planificado limitar las muertes por COVID-19 a 214 por millón de habitantes. La sanidad estadounidense, orientada al lucro, ha perdido 1.882 personas por millón, ha tenido más de tres veces más casos por millón que Cuba y lidera el mundo en cuanto a muertes totales, que ya superan las 625.000. (tinyurl.com/2r279hv3)

Muchos de los logros de la Revolución Cubana son desconocidos para la gente en Estados Unidos -aunque no para el resto del mundo- debido a la campaña estadounidense en curso contra el comunismo. En marcha desde el siglo XIX, virulenta durante la época de McCarthy en los años 50, esta campaña anticomunista de los estrategas de la clase dominante estadounidense se centró en los años 60 en tratar de romper la revolución socialista que tenía lugar a sólo 90 millas de las costas de Estados Unidos.

El cristianismo de derechas apoyó al capitalismo a través de literatura canalizada en las iglesias sobre cómo oponerse a Cuba, China, la URSS y otros países dirigidos por el Partido Comunista o de “tendencia comunista”. En 1962, la Conferencia Nacional de Gobernadores creó un comité para coordinar los planes de estudio anticomunistas en las escuelas secundarias.

Para 1963, las empresas estadounidenses gastaban unos 25 millones de dólares al año en literatura anticomunista distribuida a los clientes y a los trabajadores en el trabajo. (Sara Diamond, “Roads to Dominion: Right-Wing Movements and Political Power in the United States”, Guilford Publications, 1995, pp. 50-52)

Ahora, la última campaña anticomunista está en marcha cuando “American Marxism” llega a la cima de la lista de bestsellers del New York Times. Escrito por Mark Levin, una estrella de la derecha de Fox News, y un guerrero de la Guerra Fría resucitado, el libro utiliza las clásicas tácticas de provocación de los rojos para atacar casi todas las iniciativas progresistas en curso en Estados Unidos.

La Gran Mentira con ganas 

¡Esta es la Gran Mentira de “La Guerra es la Paz” con ganas! Como socialistas sabemos que el verdadero legado del marxismo -basado en la solidaridad en las luchas contra la injusticia y la desigualdad- brilla en el faro de la Cuba revolucionaria.

La propaganda anticubana está a la orden del día para el gobierno de Estados Unidos, porque Cuba ha tenido tanto éxito en seguir adelante con su visión revolucionaria, a pesar de los viles ataques y bloqueos colocados en su camino.

Dirigida por su Partido Comunista a lo largo de las décadas, Cuba ha creado campañas, iniciativas y organismos gubernamentales formales para abordar de forma significativa las desigualdades materiales y las insensibilidades culturales. Los funcionarios del gobierno han admitido con franqueza errores arraigados en el pasado y, con un sistema electoral basado en la plena representación de todos los sectores del país, han abordado específicamente los problemas de las mujeres, las personas LGBTQ+, los afrocubanos, los pueblos indígenas y otros con opresiones especiales.

La actual campaña contra Cuba está vinculada inextricablemente a la guerra de Estados Unidos contra un futuro socialista. Y no es de extrañar. 

En una encuesta realizada entre el 11 y el 15 de junio, Axios/Momentive encontró que el capitalismo está perdiendo rápidamente su popularidad entre los jóvenes de Estados Unidos, y que los jóvenes de 18 a 34 años están divididos casi por igual entre los que ven el capitalismo negativamente y los que lo ven positivamente. (tinyurl.com/xrpce8v4)

En una encuesta de Gallup sobre las elecciones de 2020 -una fuente nada radical- el 45% de los estadounidenses indicó que votaría a un socialista para presidente. (tinyurl.com/m36u4u2u)

Situamos la campaña contra Cuba en el contexto de la larga guerra de EE.UU. contra el comunismo – y estamos atentos a cómo este veneno todavía se extiende, virulentamente vivo, por todos los aspectos de la vida en EE.UU.

Estamos en medio de una batalla de ideas que determinará nuestro futuro – el futuro de una Cuba socialista y nuestro propio futuro construyendo un camino hacia el socialismo.

Como dijo Fidel Castro en sus históricos comentarios sobre la batalla entre el capitalismo y el socialismo: “Una revolución sólo puede nacer de la cultura y las ideas. Ningún pueblo se hace revolucionario por la fuerza.

Los que siembran las ideas no tienen necesidad de reprimir al pueblo jamás. Las armas en manos de ese mismo pueblo sirven para combatir a los que en el exterior intentan arrebatarles sus logros.”

Desde dentro de la bestia capitalista, debemos seguir luchando decididamente en la batalla de las ideas. ¡Defender a Cuba! ¡Defender el socialismo!

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