¡La juventud obrera quiere el socialismo!

Según una encuesta realizada por YouGov en septiembre de 2019, el 70 por ciento de los millennials, personas entre 23 y 38 años, votarían por un socialista. Un tercio ve el comunismo favorablemente en comparación con el capitalismo. Lo que esta encuesta implica es que los jóvenes en los Estados Unidos creen cada vez más en un futuro socialista para la humanidad y el planeta.

La juventud de la clase obrera en lucha contra los grandes capitalistas.

 

La confianza en las instituciones básicas y la mitología fundadora de los Estados Unidos se está desmoronando. Solo el 57 por ciento de los millennials estaba a favor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos sobre el Manifiesto Comunista como un documento que “garantizaría la libertad”. Eso se compara con el 94 por ciento de las personas mayores de 74 años que eligen la Declaración sobre el Manifiesto.

La popularidad del comunismo entre los millennials está creciendo rápidamente, y su apoyo aumentó en un 8 por ciento en el último año. Mientras tanto, el 35 por ciento de los millennials ve el marxismo favorablemente. Uno de cada cinco cree que el mundo estaría mejor si se aboliera la propiedad privada. Cuando se trata de reformas, la universidad totalmente gratuita tiene un 45 por ciento de apoyo, y un 50 por ciento cree que el gobierno debería garantizarles a todos un trabajo.

¿Cuáles son las condiciones y experiencias que crearon todos estos “millennials rojos”?

Esta es la generación que ocupó Wall Street, que lideró Black Lives Matter, que está en huelga por la justicia climática, que vota por Bernie Sanders y los candidatos más a la izquierda, y que continúa luchando contra todos los ataques racistas y fascistas de Trump.

Esta es una generación pro-sindicato, pro-im/migrante, pro-LGBTQ2 + y pro-igualdad de género, así como contra la guerra y contra el racismo.

Esta es también una generación que está subempleada, enfrenta billones de dólares en deudas estudiantiles y no puede pagar sus tarjetas de crédito o facturas médicas. Los hijos de los millennials, los nacidos hoy, enfrentan una esperanza de vida más baja que sus padres. Esta estadística aplastante es una acusación del sistema criminal capitalista que causó el declive, una acusación al capitalismo en un callejón sin salida.

A pesar de la aniquilación de los niveles de vida por parte del capitalismo, el impacto de la propaganda anticomunista en el siglo pasado, una respuesta del capital a la victoriosa revolución bolchevique, sigue siendo una realidad. Por ejemplo, el 61 por ciento de las personas encuestadas consideró que la palabra “comunista” era un insulto. Sin embargo, significativamente, solo el 37 por ciento de todas las personas encontraron insultante la palabra “socialista”.

La mayoría de los encuestados consideraba a Donald Trump como la mayor amenaza para la paz mundial. Continúa la clásica cruzada anticomunista, llamando a Alexandria Ocasio-Cortez y otros funcionarios electos progresistas “comunistas” y “anti-estadounidenses”.

Mientras tanto, el liderazgo del Partido Demócrata enfrenta un desafío de los “socialistas democráticos” dentro de su partido, creando una división sobre si continúan siendo el partido sin complejos del imperialismo neoliberal o ceden terreno a aquellos que impulsan una agenda más progresista. Los líderes del Partido Democrático de la Vieja Guardia, como la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, continúan defendiendo las perspectivas capitalistas orientadas al mercado.

Mientras los demócratas se tambalean, los partidos socialistas y comunistas en los Estados Unidos están creciendo a medida que el mundo entero se enfrenta a la desaparición del capitalismo.

Capitalistas celebran la caída del muro de Berlín, pero el socialismo avanza

Cuando el Muro de Berlín cayó hace 30 años, marcó el comienzo de una contrarrevolución global y el colapso de la Unión Soviética. Los apologistas capitalistas proclamaron el fin de la historia, declarando que el capitalismo es el sistema económico permanente del mundo.

Sin embargo, después de tres décadas de capitalismo en la ex República Democrática Alemana, Europa del Este y la ex URSS, las encuestas muestran que la mayoría de esos países prefieren la vida que tenían bajo el socialismo. Han experimentado el contraste entre un sistema que garantizaba empleos, viviendas económicas, cuidado infantil universal, atención médica gratuita y de calidad, contra los males del capitalismo: desempleo, falta de vivienda, robo de salarios, bajos salarios, analfabetismo, nacionalismo de derecha, falta de apoyo para la salud mental, por nombrar algunos.

Hoy en China, cientos de millones de personas han salido de la pobreza y se están tomando medidas serias para abordar la emergencia climática. El pueblo de Cuba vive más que las personas en los Estados Unidos.

La realidad va en contra de toda la propaganda capitalista de que “el socialismo es una buena idea, pero no puede funcionar” o que Estados Unidos “salvó al mundo” de la “esclavitud” y la “dictadura” comunista.

Los gobiernos pro-socialistas en países como Venezuela y Bolivia, actualmente sitiados por las fuerzas derechistas respaldadas por Estados Unidos, han logrado enormes ganancias para el pueblo y han construido movimientos de base después de ganar las elecciones burguesas.

Sin embargo, la pregunta principal sigue siendo: ¿qué clase controlará los bancos, las principales industrias, los medios y la sociedad civil, junto con el aparato estatal? Esta pregunta será decisiva para la supervivencia de la humanidad y toda la vida en el planeta.

La revolución socialista es, de hecho, la única alternativa real al sistema capitalista de explotación y al creciente peligro del fascismo.

Desde nuestra fundación hace 60 años, el Partido Mundial de los Trabajadores ha defendido firmemente el campo socialista y sus esfuerzos por transformar el mundo. ¡Esperamos que muchos jóvenes comunistas milenarios se unan a nuestras filas y luchen en las calles para construir un mundo de trabajadores!

 

Simple Share Buttons

Share this
Simple Share Buttons