Organizaciones rechazan visita de Guaidó

Publicado el 3 de marzo en Tribuna Popular, publicación del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela.

Tras la contundente derrota que sufrió el imperialismo en su intento por vulnerar la soberanía de Venezuela con el show de la supuesta «ayuda humanitaria» el pasado 23 de febrero, el personaje que se autoproclamó Presidente de la República, Juan Guaidó, con la complicidad de Gobiernos derechistas títeres, se encuentra en un periplo propagandista por los países cuyos presidentes se han sumado a la conjura injerencista, traicionando las mejores tradiciones latinoamericanistas y sin contar con el apoyo de sus pueblos.

Guaidó se está exhibiendo con los más desprestigiados dirigentes de la región, quienes representan el guerrerismo en Colombia, el militarismo en Brasil, la corrupción en Paraguay, el neoliberalismo en Argentina, la traición en Ecuador o el entreguismo en Chile.

Tras estar el jueves en Brasil, recibido por el neofascista Jair Bolsonaro, donde organizaciones políticas y sociales se pronunciaron en rechazo a este «visita» y al papel que ha cumplido el Ejecutivo brasilero en los intentos por desestabilizar a Venezuela, Guaidó llegó el viernes 1 de marzo a Paraguay, donde el antipopular presidente Mario Abdó Benítez lo alabó al mejor estilo que lo hizo su Partido por 35 años al dictador paraguayo Alfredo Stroessner.

En Asunción, frente a la Cancillería, se movilizaron delegaciones del Partido Comunista Paraguayo (PCP), el Partido Paraguay Pyahurã y el Frente Guasú, repudiando la presencia y recepción dada al golpista que pretende usurpar la Presidencia de Venezuela, al tiempo que rechazar la política de sumisión de Abdó a los intereses injerencistas de EEUU y la OTAN así como el explícito apoyo del Gobierno al golpe de Estado en curso en la nación venezolana.

Ese mismo día arribó a Argentina, donde el presidente Mauricio Macri lo calificó de demócrata, mientras Guaidó, consultado por un periodista sobre una eventual intervención militar a Venezuela, lejos de negarlo, afirmó que «es una última opción de fuerza que nadie quiere.»

El Partido Comunista de Argentina (PCA), la Liga Argentina por los Derechos Humanos y otras organizaciones sociales ratificaron que «la democracia no funciona por autoproclamación» y que «como familiares de víctimas y sobrevivientes del terrorismo de Estado en Argentina, conocemos lo que significa la injerencia de EEUU en cuestiones de política interna de nuestros países».

Posteriormente, el 2 de marzo, el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, al recibirlo lo denominó «adalid de esta cruzada de transformación profunda», y afirmó: «Así como lo hicimos nosotros en su debido momento, este momento, presidente Guaidó, estamos ya en el camino de salir del abismo en el que nos había colocado este mal llamado socialismo del siglo XXI».

En Quito, Guayaquil y otras ciudades, el Partido Comunista de Ecuador (PCE) y decenas de organizaciones y movimientos se pronunciaron contrarios al vergonzoso papel que está cumpliendo el Gobierno de su país y reclamaron respeto a la autodeterminación del pueblo venezolano.

Escenas similares se esperan este domingo 3 de marzo en Perú, la anunciada nueva escala del diputado Guaidó.

Los pueblos latinoamericanos y sus organizaciones de vanguardia siguen demostrando que, a pesar de los retrocesos coyunturales, la semilla de la unidad latinoamericana y el antiimperialismo germina en suelo fértil.

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