Detrás de la llamada ‘crisis humanitaria’ en Venezuela

10 de febrero – Durante dos semanas y media, millones de venezolanas/os a lo largo del país se han movilizado para mostrar su apoyo al gobierno encabezado por Nicolás Maduro Moros. Las masas venezolanas han enviado un mensaje claro: la Revolución Bolivariana vive, está fuerte, y no se va a rendir ante las amenazas estadounidenses.

El día 23 de enero, el opositor Juan Guaidó, diputado y presidente de la Asamblea Nacional en desacato de la orden del Tribunal Supremo de Justicia, se auto juramentó como presidente de la República Bolivariana. Su programa económico fue dictado por el imperialismo estadounidense: privatizar los recursos, recortar las misiones sociales, y todo lo que pida el capital extranjero para operar en el país.

El pueblo chavista del barrio 23 de enero de Caracas.

La administración de Donald Trump declaró que enviará “ayuda humanitaria,” y al día siguiente Guaidó los invitó a traerla, diciendo que vendría por Colombia, Brasil, y una isla caribeña. El gobierno legítimo – y único – del país sin embargo, reiteró que no dejaría entrar a EUA en su territorio.

El “gobierno” virtual de Guaidó, cuando llama a su base a movilizarse, puede producir unos miles de personas, principalmente en los barrios más ricos del país. Sin embargo, es al ejército o a los gringos que Guaidó le pide que le otorguen el poder. Con muy pocas excepciones, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha declarado que protegerá al gobierno real – el del presidente Maduro – a pesar de las nuevas sanciones estadounidenses aplicadas a los generales.

Como respuesta a las amenazas de una invasión estadounidense, el gobierno bolivariano ha empezado a distribuir armas a la milicias comunales.

La ‘crisis humanitaria’ inventada

Para justificar el golpe de estado que busca asestar, el gobierno de EUA dice que hay una crisis humanitaria en el país resultante de las políticas del gobierno bolivariano. Sus amenazas más recientes aparecen en la forma de obligar la entrada de ayuda humanitaria.

Pero en realidad, los problemas económicos de Venezuela son el resultado de las acciones desestabilizadoras de EUA y sus aliados.

En el 2014, Arabia Saudita usó su posición como presidente de la OPEC para multiplicar la producción del petróleo, causando la caída del precio por barril. El petróleo es la industria principal de Venezuela, y tiene las mayores reservas certificadas de crudo. La caída de los precios dañó gravemente la economía venezolana.

Sumada a la crisis del petróleo son las sanciones económicas aplicadas por Barack Obama en 2015 y expandidas por Donald Trump. Las sanciones le roban miles de millones de dólares a Venezuela anualmente, y dificultan la importación de muchos productos, especialmente las medicinas.

Entre las sanciones, los ataques contra la moneda venezolana, y el sabotaje interno de los empresarios importadores, EUA y sus aliados en Venezuela han creado una guerra económica durante años.

Pero calificar esa situación como una crisis humanitaria es ignorar las medidas que ha tomado la Revolución Bolivariana para aliviar los ataques económicos. Entre las muchas misiones sociales, existen más de 32.000 comités locales de abastecimiento y producción (CLAP) que producen y distribuyen comidas básicas como arroz, lentejas, frijoles, atún, aceite, harina de maíz, azúcar, y leche a precios subsidiados. Once mil de éstos CLAPs también están produciendo productos higiénicos.

En 20 años, el proceso bolivariano mediante las muchas misiones sociales, ha erradicado el analfabetismo, abierto cientos de universidades, y construido más de 2,5 mil millones de casas subsidiadas desde el 2011.

Un ejemplo idóneo de crisis humanitaria sería el llamado “Caracazo,” cuyo 30º  aniversario es el 27 de febrero de 2019. En éste se sublevaron los habitantes de Caracas a causa del hambre y la propuesta de reformas neoliberales. El mismo Hugo Chávez se hizo famoso rebelándose contra el gobierno que reprimió a las masas durante este levantamiento. En verdad el Caracazo inició la lucha popular de la Revolución Bolivariana.

Solidaridad global con Venezuela

Desde el inicio del golpe de estado yanqui ha habido cientos de manifestaciones en todo el mundo apoyando a la Revolución Bolivariana. El mismo día en que Guadió se autoproclamó, llegaron activistas a la casa blanca para denunciar el golpe.

En los días siguientes se produjeron manifestaciones en ciudades como Nueva York, Miami, Filadelfia, Boston, San Francisco, Houston, Denver, Seattle, y Vancouver. Las manifestaciones han seguido hasta ahora, y se planean más manifestaciones en varias ciudades el 23 de febrero, y dos manifestaciones en Washington DC, los días 16 y 30 de marzo.

En Canadá, la Unión de Trabajadores Públicos (CUPE) emitió una declaración de apoyo al presidente Maduro. El Congreso de Trabajadores de Canadá (CLC), a la que pertenece CUPE, también rechazó la injerencia y llamó al diálogo.

En varias ciudades europeas, particularmente en Madrid, el pueblo ha salido en contra del golpe de estado. En Francia, algunos integrantes de la movilización de los chalecos amarillos el día 10 de febrero llevaban banderas venezolanas, o expresaron su apoyo en la embajada de Paris (tinyurl.com/y4k88f82).

Los gobiernos de Rusia, China, Cuba, Bolivia, Nicaragua, México, Sudáfrica, India, Italia, Nueva Zelandia, y casi todos los gobiernos africanos siguen reconociendo a Nicolás Maduro como el presidente legítimo. Además de eso, EUA y sus aliados intentaron avanzar resoluciones en la ONU y la Organización de Estados Americanos que reconocerían a Guaidó, pero no alcanzaron los votos suficientes.

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