¡Apoyemos a las/os refugiados!

Editorial Workers World-Mundo Obrero

16 de noviembre de 2018

El presidente estadounidense suspendió el derecho de buscar asilo en los Estados Unidos. El 8 de noviembre firmó una proclama de que el asilo solo se puede solicitar en un “puerto de entrada oficial”. Esta, niega las leyes de larga data que permiten solicitudes de asilo independientemente del estado de inmigración o entrada.

Trump invocó la “seguridad nacional” para justificar esta nueva acción de “América primero”. También envió 5.000 tropas estadounidenses a la frontera con México. Les está ordenando que apunten con sus armas a los seres humanos que se encuentran ahora en las caravanas de refugiadas/os que viajan desde Honduras, a través de Guatemala y México, hacia la frontera de los EUA.

Más de tres caravanas de más de 10.000 personas están actualmente en tránsito, en una migración colectiva en masa. Se trata de refugiadas/os que buscan asilo por los golpes de estado políticos o económicos instigados y orquestados por los Estados Unidos en su propio país.

Estas son personas, incluidas familias enteras, que huyen desesperadamente de las condiciones catastróficas y violentas desatadas por el capitalismo y por la intervención violenta del imperialismo estadounidense en su país de origen. Se arriesgan a muchos peligros durante su viaje, incluida la violencia estatal clandestina, el asesinato, la “desaparición” y la violencia sexual contra las mujeres y las personas no conformes con el género.

Sin embargo, están marchando valientemente hacia EUA, un país opresor, que creen que es un lugar donde pueden vivir con menos miedo por sus vidas y sus futuros.

La proclamación de Trump contra las/os heroicos manifestantes de caravanas es otro de sus actos consistentemente rabiosos y supremacista blanco.

Su programa nacionalista blanco, antiinmigrante, racista y sexista ya lo hace elegible para ser miembro instantáneo en cualquier capítulo del Ku Klux Klan. Su respaldo a los “valores estadounidenses” y la “moralidad cristiana” a través de nombramientos administrativos es un camuflaje para los programas anti-trabajadoras/es, anti-mujeres, anti-LGBTQ y anti-personas con diferentes capacidades quienes han sido  perseguidos por más de cien años de violencia del Klan.

“Hacer América grande nuevamente” es una actualización de la antigua promesa del KKK de “purificar” a los EUA ¡Una nación fundada con el robo y masacre de los pueblos indígenas y la esclavitud de los pueblos africanos!

Mientras tanto, mientras la caravana de refugiadas/os recorre millas laboriosa y tenazmente durante días y semanas, la gente de México está abrazando a las/os manifestantes. A medida que pasan por cada pequeño pueblo, las/os refugiados son alimentados, vestidos, protegidos. Las comunidades están listas, ofreciendo mesas de suministros médicos, comida gratis y agua embotellada a las/os refugiados cuando pasan.

Sus partidarios mexicanos comprenden la pobreza y la violencia de la que huyen las/os refugiados. Dijo Lesbia Cinco Ley, de 70 años, “Hoy son ellos. Mañana podríamos ser nosotros”. (Washington Post, 26 de octubre)

Hoy, dentro de los EUA, la violencia de la agenda derechista ya está causando estragos brutales en la vida de muchas personas, incluidas las/os migrantes y refugiadas/os que ya se encuentran dentro de estas fronteras.

Dondequiera que estemos en los Estados Unidos, no podemos esperar hasta mañana para movilizarnos, por otras/os, por nosotras/os mismos, por un camino diferente hacia el futuro. Ahora es el momento de acciones militantes específicas, coordinadas en todas las esferas contra las agendas extremistas de derecha.

Ahora es el momento de la solidaridad entre todas las personas progresistas y que buscan la justicia: levantarse en una lucha renovada.

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