Aumenta solidaridad clasista para migrantes

La guerra racista de la administración Trump contra las/os inmigrantes continúa. Son detenidas/os y arrestadas/os en la frontera de Texas/México, así como a lo largo de los EUA. Cientos de niñas/os aún están separados de sus padres. Pero la resistencia continúa en las calles, fuera de las instalaciones de Inmigración y Control de Aduanas y en los tribunales.

La asistencia generosa a las familias migrantes proviene de organizaciones e individuos solidarias/os. Entienden que sus hermanas y hermanos de América Central están huyendo de situaciones desesperadas de violencia y pobreza extrema, y que nadie intentaría el peligroso viaje a EUA arriesgándose a un probable arresto, a menos que no vean otra solución a su difícil situación.

La Patrulla Fronteriza ha incautado a 2.551 niñas/os de sus progenitores en la frontera México/Texas desde el verano pasado, lo que se intensificó en la primavera. El 6 de abril, el fiscal general Jeff Sessions anunció una política de “tolerancia cero” para evitar que las/os inmigrantes crucen la frontera. El secuestro gubernamental de niñas/os se intensificó después del 7 de mayo, cuando Sessions dijo que todos las/os migrantes y solicitantes de asilo, incluso aquellas/os con hijas/os, serían procesados criminalmente y las familias podrían ser separadas en la frontera.

El 20 de junio, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles [ACLU por siglas en inglés] presentó una demanda federal en California impugnando las separaciones familiares. La jueza federal Dana Sabraw dio al gobierno hasta el 26 de julio para reunir a todas/os los niños migrantes con sus progenitoras/es.

El 27 de julio, la ACLU refutó el reclamo del gobierno en documentos judiciales de que había cumplido con el “plazo del 26 de julio ordenado por el tribunal para reunir a las/os niños que injustamente separaron de sus padres”. Pero no lo hizo … cientos de niñas/os no se unieron. Unas/os 463 padres y madres fueron deportadas/os sin sus hijas/os, y el gobierno ni siquiera está tratando de juntarles”. (Tinyurl.com/yan2vb42)

El gobierno no dio a la ACLU las listas de quienes enfrentan una deportación inminente. Según la ACLU, las autoridades afirman que “deportarán inmediatamente a todos los padres que tengan órdenes finales de deportación una vez que se reúnan … aunque erróneamente muchos de esos padres hayan abandonado sus solicitudes de asilo”.

Círculo vicioso: Progenitoras/es
deportados, niñas/os bajo custodia EUA

El 27 de julio, el gobierno dijo que 711 niñas/os eran “inelegibles” para la reunificación, ¡pero inmigración ya había deportado a más de 400 de sus padres! La jueza Sabraw dijo que el gobierno era “culpable” de deportar a las/os progenitores mientras sus hijas/os estaban bajo custodia y por no tener un plan de reunificación. Ordenó que el gobierno proporcione información antes del 1 de agosto sobre todos los padres deportados, los desaparecidos en EUA y otras/os considerados “inelegibles” para que todas/os puedan reunirse rápidamente.

La ACLU dice que el gobierno reclamó que 206 progenitoras/es renunciaron a su derecho de reunificación con sus hijas/os al firmar renuncias o consentir verbalmente. La mayoría de ellas/os enfrenta una deportación inmediata. Muchos progenitoras/es quieren que sus hijas/os regresen, pero no sabían que habían renunciado a su derecho a reunificarse. Según se informa, los agentes fronterizos coaccionaron, presionaron, engañaron y mintieron para que madres y padres firmaran las exenciones. Los formularios no estaban disponibles en sus idiomas nativos; algunos progenitoras/es no sabían lo que firmaban.

Las/os progenitores también fueron presionados para firmar apresuradamente los formularios de deportación y se les informó que verían a sus hijas/os más rápido si lo hacían, y que esta era la única forma en que los verían. El gobierno dice que 1.000 familias reunidas enfrentan una deportación inmediata.

La ACLU promete conseguir abogados para encontrar a progenitoras/es desaparecidos y brindarles ayuda legal. Una gran cantidad de demandas están en marcha a nombre de las/os adultos y niñas/os migrantes.

Efrén C. Olivares, director del Proyecto de Derechos Civiles de Texas, dijo: “El gobierno desea que el público crea que cumplió con éxito la fecha límite del 26 de julio; nada podría estar más lejos de la verdad”. (New York Times, 28 de julio)

Muchos progenitoras/es y niñas/os están en “limbo legal”. Algunas/os esperan días para reunirse, se los envía al lugar equivocado o incluso se reúnen con la niña o niño equivocado. El Departamento de Salud y Servicios Humanos no revela las ubicaciones de las/os niños o transmite información errónea.

Ahora el ICE está tratando de obligar a las familias recién reunidas a retirar solicitudes para que sus hijas/os permanezcan en EUA, informó Vox el 29 de julio. Cuando las/os progenitores no cedieron, los agentes de ICE les gritaron, rechazaron sus pedidos y/o los separaron de sus hijas/os por segunda vez.

Las agencias federales están prohibiendo que las/os deportados regresen a EUA para conseguir a sus hijos, y chequearán a las/os progenitoras/es antes de enviar a sus hijas/os a su tierra natal.

Impactante abuso de niñas/os

Uno de los peores crímenes del gobierno EUA es el maltrato de niñas/os en centros de detención y centros de procesamiento fronterizo. Las/os abogados, trabajadores de salud y otras/os, informan de agua inadecuada; comida podrida; y falta de colchas en temperaturas frías. Algunas/os niños fueron alojados en jaulas. Algunas/os ni se bañaron. Un padre dijo que su niño pequeño regresó con piojos. En muchas instalaciones, a las/os cuidadores adultos se les prohíbe abrazar a las/os niños para consolarles.

También hay abuso sexual. El sitio web de The Nation informa que una niña de seis años, separada de su madre, fue abusada sexualmente por un niño mayor en un centro de detención de Southwest Key en Arizona. Escandalosamente, esta niña tuvo que firmar un formulario diciendo que era su responsabilidad mantenerse alejada del abusador y “mantener los límites apropiados”.

Las/os niños sufren de ansiedad, depresión y abandono. Algunas/os proyectan su angustia y enojo hacia sus progenitoras/es. Algunas/os progenitores han dicho que tras la reunificación, sus hijas/os no les reconocen o no les hablan o no se dejan abrazar. Algunas/os jóvenes sufrirán daño psicológico a largo plazo y trastorno de estrés postraumático. El dolor emocional y la angustia también afectan a las/os progenitores cuando son detenidos; y a aquellas/os que se ocupan de las/os niños traumatizados después de la reunificación.

Solidaridad, resistencia y asistencia

Desde la separación de las familias de migrantes en la primavera, ha habido una oposición activa. Una oleada de resistencia surgió en contra de las políticas inhumanas del gobierno de Trump. El presidente tuvo que retirar públicamente la práctica de separación familiar el 20 de ­junio ­
después de una protesta internacional.

Unas 600 personas, principalmente mujeres, fueron arrestadas el 28 de junio mientras ocupaban el Edificio de la Oficina del Senado en Washington. Las protestas coordinadas a nivel nacional tuvieron lugar en al menos 700 localidades el 30 de junio iniciadas por ‘Families Belong Together’.

Una delegación de Fight for Immigrants and Refugees Everywhere (FIRE) se unió a las manifestaciones en Brownsville y McAllen en la frontera de Texas/México. El FIRE y el Partido Workers World-Mundo Obrero han protestado en muchas ciudades. Muchos piquetes y ocupaciones “¡Abolir ICE!” han tenido lugar en las instalaciones locales de la inhumana agencia. Se han enfrentado a funcionarios del gobierno en oficinas, restaurantes y en la calle.

Los migrantes detenidos organizaron una huelga de hambre en la Cámara de Corrección del Condado de Bristol en Massachusetts y se les unieron otros prisioneros en solidaridad. Las autoridades tomaron represalias, pero una manifestación en el exterior apoyó a los encarcelados. Las mujeres en las instalaciones de Port Isabel ICE en Texas ayunaron para forzar la recepción de llamadas telefónicas de sus hijas/os.

Organizaciones legales, humanitarias, de inmigrantes, defensoras y basadas en la fe y personas compasivas muestran solidaridad y ayudan a las/os migrantes. Algunos viajan a Guatemala, Honduras y El Salvador para localizar a progenitoras/es que fueron deportados sin sus hijas/os y ofrecen asistencia legal.

Voluntarias/os simpatizantes – multi­nacionales, multi-generacionales, multi- género y de clase trabajadora – están ayudando en todo el país. Las mujeres están conduciendo a los progenitoras/es migrantes cientos de millas para reunirse con sus hijas/os. Hay personas paradas fuera de los centros de detención con dinero, comida, boletos de autobús y asistencia legal para las/os inmigrantes liberados. Se están llevando a cabo recaudaciones locales de fondos.

El Centro de Refugiados y de Inmigrantes para Servicios Educativos y Legales (RAICES, por sus siglas en inglés) en Texas está ofreciendo pagar la fianza para la liberación de mujeres inmigrantes detenidas, y está uniendo familias.

La tremenda oleada de apoyo a las/os inmigrantes muestra el vínculo de solidaridad entre las/os trabajadores de todas las nacionalidades. El poder de esa solidaridad existe como un hecho material en sus luchas compartidas contra la brutal opresión del capitalismo.

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