Indignación boricua, camino a la resistencia

La explanada del Capitolio en San Juan sirvió como la exposición de la cuenta más verdadera de las muertes ocurridas después del huracán María. Familiares y amistades de boricuas que murieron como consecuencia de la tormenta, trajeron el par de zapatos de su ser querido para ser testigos de su fallecimiento. En tres días, cerca de 3.000 zapatos con los nombres y las historias conmovedoras de sus dueñas/os reclamaron su lugar en la historia. Esta vez serán contados. Ya las autoridades puertorriqueñas y estadounidenses no podrán ignorar la muerte de tantas personas, ya no podrán insistir en que apenas fueron 64 muertes.

El Proyecto 4645 surgió casi inmediatamente después del lanzamiento del ahora famoso “Estudio de Harvard: Mortalidad en Puerto Rico después del huracán María” publicado el 29 de mayo en el ‘New England Journal of Medicine’. En base a más de 3000 encuestas de hogares en todo el archipiélago, concluyó que al menos 4645 personas murieron víctimas de los efectos del huracán directa o indirectamente, debido incluso a la demora o interrupción de la atención médica, del 20 de septiembre al 31 de diciembre de 2017.

El número podría duplicarse fácilmente, ya que han seguido muriendo personas por varias razones debido a María: por falta de electricidad para mantener sus máquinas que sostienen la vida en lugares donde la luz aún no ha regresado, por suicidios y por la falta de servicios de atención médica adecuados, entre otros.

El Proyecto 4645, organizado por activistas puertorriqueñas/os, hizo un llamado a las personas a través de las redes sociales para que trajeran los zapatos de aquellos que sabían que habían muerto a causa de María, para validar los números en el estudio. Esto se hizo en una refutación a la negativa del gobierno de Ricky Roselló a publicar las estadísticas de muertes. Incluso desde febrero, organizaciones locales han realizado esfuerzos para obtener información sobre las víctimas de los huracanes. El Centro Puertorriqueño de Periodismo Investigativo había entablado una demanda en febrero pasado contra el Registro Demográfico del gobierno y el Departamento de Salud por ocultar las estadísticas, sin embargo, hasta el momento no se ha dado respuesta. Estas agencias gubernamentales también negaron datos al estudio de Harvard.

Esta negligencia hacia un pueblo por parte de ambos gobiernos no es accidental. El hecho de que hubo más muertes por parte de María que por el huracán Katrina, y sin embargo sus muertes no sean contadas, muestra no solo insensibilidad, sino también los planes deliberados de negar la mera existencia de la nación puertorriqueña. Expone claramente la intención genocida detrás de los planes de reestructuración para la colonia, el territorio que “pertenece a, pero no es parte de” los Estados Unidos, como lo recordó claramente en 2016 la Corte Suprema de los Estados Unidos en el caso Sánchez Valle.

Pero aún más que el número concreto de víctimas, este evento comienza a descubrir las cortinas de mentiras, el verdadero engaño que se ha impuesto al pueblo boricua: las falsas razones dadas para la privatización de servicios esenciales, el cierre de escuelas, la eliminación de los derechos de las/os trabajadores. La pauperización planeada y la esclavización de un pueblo, mientras que una élite criolla y extranjera se enriquecen y chupan salarios multimillonarios con sus ejércitos de firmas de abogados y consultores. Un esquema de los capitalistas imperialistas y sus aliados en la isla para extraer más riqueza so pretexto de una colección de una deuda “pública” de $74 mil millones que ellos mismos crearon, pero que se niegan a permitir una auditoría independiente.

Una de estas maniobras engañosas fue el contrato que el gobernador otorgó a la Universidad George Washington en febrero pasado. Después de que varios medios estadounidenses informaron que María había ocasionado más de 1000 muertes, el gobernador se vio obligado a lidiar con el número de víctimas. En lugar de utilizar expertos bien versados ​​en el tema de las universidades locales puertorriqueñas, tanto públicas como privadas, prefirió pagar $305.000 de dinero público (que podría llegar hasta $1 millón) al Instituto Milken de Salud Pública de la GWU.

¿Por qué esta universidad? Debemos recordar que el padre del actual gobernador Ricky Roselló, Pedro Roselló padre, quien fue gobernador desde 1993 hasta 2000, se convirtió en profesor asociado en GWU del 2002-2003. Y más relevante ahora es que Julia Keleher, secretaria de educación impuesta por Ricky Roselló, llamada en  PR “la mercenaria de la educación”, una nativa de Filadelfia que ignora por completo la historia, la cultura y las tradiciones puertorriqueñas de las/os niños bajo su mandato, y quien si embargo está diseñando un nuevo modelo de educación para las/os niños boricuas mientras cierra escuelas y privatiza la educación pública, es profesora adjunta en la Escuela de Negocios de la Universidad George Washington. También es entrenadora técnica para ‘Management Concepts’, especializada en manejos de proyectos.

El estudio del GWU estaba programado para mayo, pero hasta el día de hoy no hay ningún informe.

Crímenes contra los trabajadores

Mientras que las muertes están en los titulares, otro crimen contra las/os trabajadores puertorriqueños se está desarrollando. Mucho se está diciendo sobre la llamada “lucha de poder” entre el gobernador y la Junta de Control Fiscal impuesta por el Congreso de Estados Unidos. Pero es importante resaltar que las pequeñas diferencias que puedan existir no están relacionadas con la posibilidad de ningún beneficio para la población boricua. Ambos tienen el mismo objetivo, el sacrificio de la clase obrera puertorriqueña en el altar de las ganancias de los capitalistas.

Desde sus inicios, la JCF ha intentado imponer criminales medidas de austeridad mediante un Plan Fiscal que incluye “flexibilidad laboral”, “empleo a voluntad”, grandes aumentos al pago de matrícula de la universidad pública de PR y el cierre de varios de sus recintos, cierres de escuelas, eliminación de muchos beneficios de las/os trabajadores, incluyendo vacaciones y días de enfermedad, bonificación de Navidad, reducción de pensiones, y varias otras medidas que serán un golpe mortal para la clase trabajadora que ya ha estado sufriendo los efectos devastadores de la recesión en PR desde 2006.

Sin embargo, dado que la JCF no tiene el poder de promulgar leyes, y éstas son necesarias para cambiar las garantías actuales de las/os trabajadores, el gobernador, que ha actuado sumisamente a las demandas de la Junta, ha presentando rápidamente proyectos de ley a la Legislatura donde finalmente serán aprobados.

La semana pasada, la aprobación de la eliminación de la Ley 80 en una de las cámaras legislativas, fue uno de esos golpes. Esta ley protege a las/os trabajadores del sector privado en caso de un despido injustificado. Después de muchas posturas del gobernador quien dijo que nunca permitiría tal ataque contra las/os trabajadores puertorriqueños, finalmente se dio por vencido cuando la JCF ofreció aumentar el presupuesto de la Fortaleza (la residencia de los gobernadores) de $15 a $43 millones.

Las/os trabajadores en Puerto Rico son el último capítulo en el ataque criminal del capitalismo en un callejón sin salida, que persigue la eliminación de cualquier barrera que pueda limitar su búsqueda de ganancias. En PR, debido a la condición de ser una colonia, piensan que pueden ganar la eliminación de cualquier derecho adquirido de las/os trabajadores.

Pero la historia no ha terminado. Las comunidades en PR se están organizando, ahora con la certeza de que no pueden contar con su gobierno para defenderlas. Esta toma de conciencia está ocurriendo mientras muchas organizaciones y sindicatos presentan demandas contra la inconstitucionalidad de la Ley PROMESA, tanto en virtud de la Constitución de los Estados Unidos como de la puertorriqueña. Las raíces de varias de estas demandas desafían el estado colonial, que después de la sentencia de 2016 del caso Sánchez Valle, se está discutiendo en escenarios donde el estatus nunca fue cuestionado.

Marx dijo “No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, su ser social lo que determina su conciencia”. En PR, las condiciones sociales hacen que cada vez tengamos más en cuenta esta cita. La posibilidad real de un salto en la conciencia se siente de muchas maneras.

La lucha, tanto en las calles como en los tribunales, promete que este verano será uno muy caliente en el archipiélago.

¡Victoria a las y los trabajadores puertorriqueños! ¡Viva Puerto Rico libre!

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