Gas venenoso, pretexto para ataque de EUA

Las guerras estadounidenses se basan en mentiras y falsas provocaciones. Esto no es noticia.

Ahora viene la acusación de que el 7 de abril alguien – los imperialistas dicen que fue el gobierno sirio, aunque no hay pruebas de ello – mató a decenas de sirias/os en un ataque con gas venenoso en la ciudad de Duma, que recientemente había sido liberada de las fuerzas antigubernamentales.

La brutal guerra que por siete años han dirigido contra Siria se había ido apaciguando luego de que todos los esfuerzos del imperialismo estado­unidense por derrocar al gobierno sirio habían ­fracasado.

Los últimos grupos de unidades militares reaccionarias respaldadas por Arabia Saudita fueron derrotadas este mes. Ellos habían bombardeado implacablemente a la población civil de Damasco, la capital siria, durante años. Miles de estos combatientes finalmente se rindieron y se vieron obligados a abandonar las colinas de la provincia de Guta oriental cerca de Damasco. Se espera que sean trasladados fuera del área a Idlib, una zona controlada por los rebeldes en el extremo norte de Siria.

El gobierno sirio también ha establecido corredores humanitarios que permiten que sus fuerzas asistan en el desalojo de más de 150.000 civiles.

La ciudad de Duma, donde tuvo lugar el supuesto ataque con gas, fue la última en ser liberada. El Ejército del Islam o Jaysh al-Islam acordaron una evacuación. La Fuerza Aérea Árabe Siria había destruido más de 300 posiciones del Jaysh al-Islam en el distrito de Duma, incluidas sus sedes principales, redes de comunicación y depósitos de municiones, durante las últimas 24 horas antes del supuesto ataque con gas.

Siria no tiene motivo

La idea de que el gobierno sirio eligiera este momento de victoria para desatar repentinamente un ataque con gas es increíble y ridícula. Pero es una acusación que sirve como excusa para que EUA y la OTAN renueven sus bombardeos, especialmente dado que solo una semana antes Trump había hablado de sacar a EUA de Siria.

El ataque con gas, que se dice que mató al menos a 42 personas, tuvo una cobertura primordial en primera plana en los medios de Estados Unidos junto con los tuits de Trump. Mientras la acusación de que Siria lo hizo fue recibida con desprecio y burla en la mayor parte del mundo, los miembros de la OTAN, Francia y Bretaña, intervinieron diligentemente con amenazas inmediatas de bombardear a Siria.

El régimen israelí se adelantó e inmediatamente aprovechó la oportunidad para atacar a Siria. Dos aviones de combate F-15 israelíes dispararon misiles contra la base aérea militar Tiyas de Siria en la provincia de Homs antes del amanecer del 9 de abril.

Es increíble aceptar que Israel – cuyas tropas han matado a 28 civiles palestinos desarmados y ha herido a más de 1.500 en las últimas dos semanas, además de las/os miles que ha matado en los bombardeos de Gaza en el pasado – estaba atacando a Siria por la muerte de civiles.

Cargos sin prueba

La descarada afirmación de la culpabilidad siria por parte de los imperialistas no solo es totalmente infundada, es indemostrable y totalmente inverosímil.

Siria ha negado reiteradamente las alegaciones de uso de armas químicas, subrayando que no tiene armas de destrucción masiva. Esto fue confirmado por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria señala que denuncias similares surgen cada vez que el ejército sirio avanza en su lucha contra los grupos ­terroristas.

El año pasado, el 7 de abril, el Pentágono, sin esperar alguna evidencia, atacó la base siria de la Fuerza Aérea Shuaryat con 59 misiles de crucero Tomahawk, supuestamente en respuesta a unas armas químicas utilizadas en Khan Shikhoun, una ciudad en el suroeste de Siria. El repentino ataque, orquestado con fotos instantáneas y una campaña de propaganda bélica coordinada realizada por medios sumisos, hizo subir el nivel beligerante.

Proteger civiles es el discurso dado por los imperialistas para justificar sus bombardeos masivos, sus campañas desestabilizadoras y sus sanciones provocadoras de hambruna, que resultan en la muerte de cientos de miles de civiles.

Amenaza de guerra extensa

Una guerra más amplia surgida de un enfrentamiento en Siria es un peligro creciente. Lo más peligroso en este momento es que coincide con la instalación del halcón de guerra de extrema derecha John Bolton como el nuevo asesor de seguridad nacional de Trump.

Cuando la clase dominante estadounidense quiere guerra, los medios corporativos se apuntan. Ya sea como el falso alegato de que Irak tenía armas de destrucción masiva en 2002 – lo que los funcionarios estadounidenses sabían que era una mentira – o el falso “ataque” de barcos PT vietnamitas a un buque de guerra estadounidense en el Golfo de Tonkin en 1964, los medios estadounidenses han repetido las mentiras del gobierno para justificar sus guerras.

Esto se remonta al hundimiento del acorazado Maine en 1898, que se utilizó para justificar la guerra hispanoamericana. Una investigación de la Armada de EUA en 1974 encargada por el almirante Hyman Rickover concluyó que el Maine se hundió, no debido a una mina española, sino porque las municiones almacenadas a bordo se incendiaron y explotaron.

Las corporaciones militares estadounidenses tienen un gran interés en continuar la guerra. Pero va más allá de eso. Las grandes corporaciones y bancos imperialistas temen la derrota de todos los planes estratégicos de EUA para la región. Así que una vez más las fuerzas militares, corporativas y mediáticas continúan el mismo guión que han usado una y otra vez para mantener a las tropas estadounidenses en Afganistán, Corea del Sur, Siria y en las más de 1.000 bases militares estadounidenses en todo el mundo.

Es especialmente siniestro que inmediatamente, Rusia fue culpada junto con Siria. La asistencia de Rusia e Irán a Siria ha ayudado a frustrar los planes de EUA de derrocar el gobierno sirio. En su constante ritmo de demonización ininterrumpida, los moldeadores de opinión de EUA ni siquiera se molestan en presentar los hechos o la motivación cuando presentan cargos contra el presidente ruso Putin.

También pintan una terrible imagen de que la retirada militar de EUA de la región provocaría un caos y beneficiaría a Rusia, Irán o China, y también provocaría el resurgimiento del grupo Estado Islámico en Siria. A lo que los planificadores de guerra realmente se oponen es a un estado sirio soberano y unificado.

Las fuerzas progresistas opuestas a las interminables guerras de EUA deben enfrentar estos cargos criminales contra Siria y exigir a Estados Unidos: ¡Manos fuera de Siria!

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