Charla en la conferencia pide soberanía para Puerto Rico

La siguiente charla fue presentada por Berta Joubert-Ceci, editora de Mundo Obrero/Workers World y miembro del Comité Directivo de las Américas de la Federación Democrática Internacional de Mujeres, en la Conferencia nacional sobre bases militares extranjeras de EUA celebrada del 12 al 14 de enero en Baltimore.

En primer lugar, me gustaría agradecer a las/os organizadores de este evento porque en estos tiempos peligrosos reuniones como esta son un paso crucial para movilizar a las personas en todo el mundo. Es muy urgente ahora lanzar una lucha a escala global.

Cada país progresista, cada movimiento progresista y cada idea progresista está bajo el feroz ataque de un sistema capitalista moribundo que quiere revertir cualquier avance de los movimientos populares en todo el mundo.

En nombre del pueblo Boricua, también quiero agradecerles por incluir a Puerto Rico en la agenda.

¿Cuáles son los puntos que queremos transmitir?

  •       La actual crisis de la deuda es el resultado de un siglo de políticas colonialistas que fueron diseñadas para beneficiar a los intereses económicos de los EUA.
  •       Los efectos del huracán María, tanto para Estados Unidos como para el pueblo de Puerto Rico.
  •       ¿Qué hacer?

Si bien Estados Unidos tiene presencia militar en Puerto Rico, me gustaría abordar los problemas más urgentes que existen en este momento. Esos son los acontecimientos en torno a la crisis de la deuda, en particular después del huracán María.

Pero vamos a exponer algunos antecedentes breves antes del huracán. (En Puerto Rico, se hace referencia al tiempo como antes y después del huracán María, que tuvo lugar el 20 de septiembre de 2017)

Ya había una deuda pública impagable e ilegítima de $74 mil millones. Este fue el resultado de bonos municipales vendidos por el gobierno puertorriqueño para financiar operaciones gubernamentales, no para desarrollar la economía de la isla; también tomó prestado para pagar los intereses.

En 2016, bajo la administración de Obama, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Supervisión, Gestión y Estabilidad Económica de Puerto Rico – PROMESA – que creó la Junta de Supervisión Financiera para Puerto Rico. Mejor conocida como Junta de Control Fiscal, ésta consta de siete miembros designados por el presidente de los EUA. Y un miembro ex oficio designado por el gobernador de Puerto Rico.

Los bancos crearon la deuda

Muchos bancos de EUA e internacionales se involucraron en la creación de esta deuda. El Banco Santander, en particular, muestra perfectamente el papel de los bancos en la producción y el aumento de la deuda.

Dos de los miembros de la JCF no solo eran ejecutivos del Banco Santander, sino que también habían sido presidentes del Banco Gubernamental de Fomento de Puerto Rico, la entidad que solía administrar el presupuesto del gobierno. Estos dos hombres, Carlos M. García y José Ramón González, “construyeron Santander Securities, el negocio de bonos municipales del banco, que se estableció como un destacado suscriptor de bonos, coincidiendo con el crecimiento de la deuda pública puertorriqueña”.

“Este negocio trajo importantes ingresos por comisiones para el banco”. El BGF se volvió cada vez más dependiente de técnicas de ingeniería financiera cuestionables … Santander ayudó al Estado Libre Asociado a emitir acuerdos de deuda riesgosos que dependían de características controversiales, lo que generó más ingresos por comisiones para el negocio de suscripción de Santander”. Cito de un artículo publicado en el sitio web de Hedge Clipper: “Cómo la puerta giratoria de Santander con el Banco de Fomento de Puerto Rico exacerbó una catástrofe fiscal para el pueblo puertorriqueño”.

Tenemos que recordar que la economía se ha basado en la manufactura para empresas de EUA. Aunque pagaban relativamente bien a las/os trabajadores, las ganancias no se quedaban en Puerto Rico, no ayudaron a construir infraestructura ni a desarrollar la economía de la isla.

Los impuestos pagados al gobierno puertorriqueño – los que pagaban – era de solo un 4 por ciento. Puerto Rico había sido un paraíso libre de impuestos para las industrias estadounidenses desde el inicio, primero con la caña de azúcar en la agricultura, luego con el procesamiento petroquímico y luego con los productos farmacéuticos, los equipos médicos y la electrónica.

La JCF propuso planes de austeridad que incluyeron: recortes en el cuidado de la salud, la universidad pública y el 10 por ciento de las pensiones de las/os trabajadores públicos; reducción del día laboral; terminación de los bonos de Navidad; eliminación de fondos para los 78 municipios; cierre de escuelas; aumento de impuestos; y la privatización de la industria energética estatal y de las agencias con más estabilidad económica, como la Corporación del Fondo del Seguro del Estado.

Así que, mientras la mayoría del pueblo puertorriqueño quedaba en la pobreza, se estaban pagando montos obscenos en millones de dólares a la misma JCF para consultores, subcontratistas y otros. Por ejemplo – porque hay muchos en todos los niveles del gobierno, no solo pertenecientes a la JCF – ¡contrataron a Natalie Jaresko, directora ejecutiva de la junta, por $625.000 al año!

Luego vino el huracán Irma y dos semanas después, el 20 de septiembre, el huracán María, destruyendo Culebra, Vieques y Puerto Rico.

La destrucción causada es solo comparable a la causada por el huracán San Ciriaco en 1899 que Estados Unidos usó para cambiar la economía de Puerto Rico al imponer el dólar y sustituir la industria azucarera para beneficiar a Estados Unidos, en vez de las exportaciones de café y tabaco de Puerto Rico hacia Europa.

De manera similar, el colapso del sistema eléctrico dio a los EUA la excusa perfecta para acelerar sus planes de privatización de esta esencial industria. El hecho de que la electricidad no se haya restablecido para casi la mitad de la población a más de 100 días desde el azote del huracán no es accidental. El gobierno espera que la gente se desespere tanto que acepte la privatización de la empresa, con sus costos más altos.

El sector de la electricidad solo ha descubierto la profunda corrupción del gobierno local en conjunto con el gobierno federal. Un ejemplo es el contrato hecho con la pequeña Compañía Whitefish con sede en Montana por $300 millones para reconstruir la energía eléctrica, ¡la cual solo tenía dos empleados!

FEMA y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército son criminales

Ahora, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EUA está a cargo de la restauración de la electricidad, pero son bien conocidos por su lentitud.

Tanto la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias [FEMA por las siglas en inglés] como las acciones del Cuerpo de Ingenieros estadounidense en Puerto Rico han sido criminales. Después del huracán, FEMA inmediatamente tomó el control de todos los contenedores que llegaban a la isla con material de ayuda y suministros, dificultando la entrega de los bienes. La lentitud de ambas agencias en la evaluación de los daños y el pedido de materiales -desde los toldos azules hasta postes eléctricos – son actos genocidas contra el pueblo puertorriqueño.

Cuatro meses después de la tormenta, todavía hay casas destruidas en las zonas rurales y montañas, sin toldos azules ni electricidad. El Cuerpo de Ingenieros ni siquiera ha construido un solo puente en Puerto Rico.

Las condiciones posteriores a María han causado una crisis humanitaria. Al menos un cuarto de millón de Boricuas han emigrado a EUA en la desesperación. Más de 1000 personas han muerto y miles siguen sin hogar. Hay hambre. La comunicación y el agua potable aún están precarias. El país está paralizado, particularmente por la falta de electricidad. Miles de pequeñas empresas han cerrado.

Y mientras el gobierno estadounidense retiene ayuda crucial al pueblo, impide que otros países ayuden a la isla. Estados Unidos ha evitado la solidaridad, evitando que Cuba envíe una unidad de salud móvil con médicos, personal de salud y electricistas, que Venezuela envíe un barco con diesel y que México envíe trabajadores eléctricos capacitados. Lo que EUA ha impuesto en Puerto Rico es un verdadero bloqueo.

Lo que estamos presenciando en Puerto Rico no es solo la devastación de dos huracanes y el “fracaso” de la reconstrucción por parte del gobierno local y el federal. Es la exposición de la catástrofe del estado colonial que finalmente ha llegado a un callejón sin salida.

Sin soberanía, Puerto Rico no puede resolver esta crisis; no puede desarrollar su economía para beneficiar a su pueblo. Esto está muy claro.

Sin embargo, hay un desarrollo importante y muy positivo en Puerto Rico. Miles de grupos basados ​​en las comunidades se han estado formando por toda la isla.

Inicialmente, vecinas/os que ni siquiera se conocían comenzaron a unirse para despejar caminos, ya que no había absolutamente ninguna ayuda del exterior, ni del gobierno local ni federal. Empezaron a ayudarse unas/os a otras/os, recolectando alimentos y cocinando para la comunidad y planeando acciones. Ahora muchas comunidades están organizando protestas para exigir electricidad al gobierno.

Muchas organizaciones que existían antes se están expandiendo a nuevas áreas más allá de sus barrios. Están buscando el establecimiento de cooperativas agroecológicas, para una economía sostenible, para la energía solar, etc.

La lucha por las escuelas

Las/os maestros, padres, estudiantes y sus comunidades han estado llevando a cabo constantes demostraciones y acciones para exigir que se abran las escuelas de su vecindario. La Secretaria de Educación Julia Keleher, quien es estadounidense, fue contratada por el actual gobierno de Ricky Roselló – quien está a favor de la estadidad – con el propósito de privatizar la educación pública. Cerró muchas escuelas antes del huracán y luego impidió la apertura de escuelas después de María. Muchas familias han migrado a EUA solo por esta razón, para que sus hijas/os puedan comenzar la escuela.

La UTIER, la unión de trabajadores de la industria energética de Puerto Rico, trabajó como verdaderos héroes en las montañas para restaurar la electricidad. El sindicato ha presentado una demanda contra la ley PROMESA, basada en su falta de constitucionalidad. La juez federal bajo la ley PROMESA escuchó el caso hace unos días y aún está pendiente.

El movimiento pro independentista está comenzando a buscar formas de unirse activamente para comenzar el proceso de descolonización.

Así que, mientras el gobierno estadounidense y su marioneta subordinada en Puerto Rico están tratando de aprovechar la catástrofe post María para imponer y profundizar las medidas de austeridad contra el pueblo, hay una marea de movilización desde abajo que está comenzando a desafiar esta maniobra dictatorial.

¿Qué podemos hacer aquí? ¿Cómo podemos ayudar al pueblo Boricua?

Mucho se ha dicho sobre el sufrimiento y la necesidad de ayuda y suministros para aliviar las horrendas condiciones. Pero muy poco se dice sobre la responsabilidad del gobierno de EUA hacia el pueblo Boricua, quienes no estarían en esta dificultad si no fuera por la camisa de fuerza que es el dominio colonial de EUA.

El pueblo Boricua no necesita caridad. Lo que necesita es justicia y solidaridad. Necesitan reparaciones de los Estados Unidos por más de un siglo de colonización.

Por la invasión en 1898 y la destrucción de nuestra economía.

Por la represión y asesinato de independentistas.

Por la imposición de una Ley Mordaza que prohibió a las/os puertorriqueños exhibir nuestra propia bandera.

Por la esterilización forzada de más del 35 por ciento de las mujeres entre los años 1970 y 1980.

Por el uso de nuestra tierra fértil para fines militares.

Por la contaminación de tierra, aire y agua por parte de las industrias militares, petroquímicas y farmacéuticas.

Por la Ley Jones que prohíbe a Puerto Rico tener su propia industria naviera, forzándola utilizar la marina mercante de EUA, la más cara del mundo. Esto hace que todo, desde comida hasta ropa y autos, sea al menos un 20 por ciento más costoso.

Por imponernos la ciudadanía estadounidense.

Las personas en EUA deben exponer los crímenes que EUA comete diariamente en todas partes del mundo.

Con respecto a Puerto Rico, las personas en EUA deben exigir:

¡EUA, Fuera de Puerto Rico!

¡Fin a la Ley PROMESA y su Junta de Control Fiscal!

¡Derogar la Ley Jones!

¡Fin al bloqueo de Puerto Rico!

¡Reparaciones ya!

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