700,000 trabajadoras agrícolas dicen: ‘Nosotros también

Los organizadores de Alianza Nacional de Campesinas hablaron conmovedoramente a una multitud de miles de participantes en la Marcha #Me Too Survivors el 12 de noviembre en Los Ángeles. En la concentración, leyeron una carta de solidaridad de 700.000 trabajadoras agrícolas a las valientes mujeres que se han manifestado públicamente sobre sus experiencias de acoso y abuso sexual en Hollywood. La alianza nacional está compuesta por mujeres trabajadoras agrícolas actuales y anteriores y sus familiares.

En su declaración se lee en parte, “Escribimos en nombre de las 700.000 mujeres que trabajan en los galpones agrícolas y empacadoras en todo Estados Unidos. [Hemos] visto y escuchado con tristeza al darnos cuenta de los actores, modelos y otras personas que se han presentado para hablar sobre la violencia de género que han experimentado en la industria del entretenimiento. Tristemente, no nos sorprende porque es una realidad que conocemos demasiado bien. Innumerables trabajadoras agrícolas de todo el país sufren en silencio debido al hostigamiento y el acoso sexual generalizados que enfrentan en el trabajo”.

Continúa: “No trabajamos bajo luces brillantes o en la pantalla grande. Trabajamos a la sombra de la sociedad en campos aislados y empacadoras que están fuera de la vista y fuera de la mente. Nuestro trabajo nutre a la nación con cultivos que plantamos, cosechamos y empacamos. Aunque trabajamos en diferentes entornos, compartimos una experiencia común de ser víctimas de individuos que tienen el poder de contratar, despedir, poner en la lista negra y amenazar nuestra seguridad económica, física y emocional”.

Ponerse de pie públicamente para denunciar las agresiones sexuales en los agro-negocios muestra gran coraje, como revelan los trabajadores agrícolas: “Quejarse de cualquier cosa, incluso el acoso sexual, es impensable porque está en riesgo demasiado, incluida la capacidad de alimentar a nuestras familias”.

En conclusión, las mujeres enfatizan: “Entendemos el dolor, la confusión, el aislamiento y traición que puedas sentir” y la vergüenza y el miedo. “Sabemos que no es culpa nuestra. Las únicas personas culpables son las personas que abusan de su poder para hostigarnos, amenazarnos y dañarnos, ya que nos han perjudicado. … A medida que lidias con el escrutinio y la crítica porque con valentía decidiste hablar en contra de los terribles actos que se cometieron contra ti, por favor, date cuenta que no estás sola.”

Les creemos y nos unimos a ustedes’

Cientos de miles de mujeres, en su mayoría inmigrantes latinas, muchos indocumentadas, trabajan en los campos agrícolas de los Estados Unidos. La violencia sexual es tan endémica que una trabajadora agrícola en Iowa comentó: “Pensabamos que era normal en los Estados Unidos que para mantener su trabajo, tenía que tener relaciones sexuales”. (New York Times, 19 de enero de 2016)

Las regulaciones gubernamentales prohíben que los grupos de asistencia legal representen legalmente a las personas indocumentadas. Además, la guerra de Washington contra los indocumentados crea un clima de temor de detención o deportación para las mujeres inmigrantes que denuncian incidentes de abuso. Esta situación urgente debe ser asumida por los sindicatos y por las organizaciones de mujeres y otras organizaciones progresistas.

Esta carta abierta fue publicada originalmente en la revista Time, el 10 de noviembre.

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