Después de destrucción por huracán: ‘¡A cancelar la injusta deuda de Puerto Rico!’

Orlando, Fla. — Decenas de puertorriqueñas/os en Orlando, cuyas familias sufren en la isla después del huracán María, se reunieron el 4 de octubre con aliados comunitarios frente a Merrill Lynch, uno de los prestamistas de la isla, para exigir ayuda inmediata y suficiente para aliviar y reconstruir a Puerto Rico.

También pidieron al Congreso que cancele la deuda de la isla de $72 mil millones para que las/os puertorriqueños puedan concentrarse en reconstruir sus comunidades en lugar de tener que pagar primero los fondos buitres.

La protesta, que incluyó un momento de silencio para las personas que perecieron por el huracán, fue parte de un día nacional de acción en 13 ciudades de EUA: Boston, Chicago, Los Ángeles, Milwaukee, Minneapolis, Nueva York, Filadelfia, Seattle; Hartford, Conn .; Newark, N.J .; Oakland, California; Orlando, Fla .; y Washington, D.C.

“Mientras las familias luchan por sobrevivir, los de los fondos buitres han seguido acudiendo a los tribunales para asegurarse de que les paguen”, dijo Rubén Sánchez, un trabajador jubilado del sindicato SEIU. “Las/os puertorriqueños ya han estado sufriendo durante décadas, primero por una larga recesión y luego por los recortes del servicio público que acompañaron a la crisis de la deuda. Eso dejó a la isla especialmente vulnerable a una tormenta como María. Es hora de reconocer que la deuda es impagable”.

La manifestación fue iniciada por Vamos4PR, una red de organizaciones de EUA que incluye a SEIU y otros que apoyan la lucha por una “economía justa para todas/os los puertorriqueños”. (Vamos4pr.org)

Solidaridad estimula la acción

En todo el país y en todo el mundo, la devastación en Puerto Rico y la falta de respuesta del gobierno [de EUA] están provocando que las/os trabajadores [en EUA] tomen acción. Los sindicatos están recolectando fondos y enviando a miembros para que ayuden. Los Teamsters y AFL-CIO están trabajando juntos para reclutar camioneros que viajen a Puerto Rico para ayudar a distribuir una reserva de suministros de ayuda. (cnn.com, 30 de septiembre)

La AFL-CIO envió un grupo de 300 miembros a Puerto Rico, con más de 17 toneladas de suministros de ayuda, en un avión fletado el 4 de octubre para ayudar en los esfuerzos de recuperación. El grupo, que ha ofrecido voluntariamente dos semanas de su propio tiempo, incluye enfermeras, otros profesionales de la salud, trabajadores de transporte y construcción, electricistas, operadores de equipos pesados ​​y otros trabajadores calificados, que representan a 20 sindicatos de 17 estados. La federación laboral declaró: “Nuestros hermanos y hermanas de la Unión permanecen en crisis en Puerto Rico y el Caribe. Tantas familias trabajadoras han perdido sus hogares, sus lugares de trabajo y están luchando por sobrevivir. En el movimiento laboral, la solidaridad es nuestra fuerza “. (Alfcio.org, 4 de octubre)

Cuba, devastada por el huracán Irma, ofreció ayuda médica, pero no está claro si los profesionales de la salud cubana han podido llegar a la isla.

Un Trump pomposo y racista finalmente visita

Puerto Rico es una colonia moderna de EUA, cuyos 3,4 millones de residentes, a pesar de ser ciudadanas/os estadounidenses, experimentan diariamente el racismo más virulento y la injusticia económica. Esto fue evidente durante la visita de Trump a la isla devastada por el huracán el 3 de octubre.

En declaraciones a periodistas durante una visita tardía después de dos fines de semana consecutivos dedicados al golf, Donald Trump ofreció estas palabras: “Odio decirte, Puerto Rico, pero han dejado nuestro presupuesto un poco fuera de control”.

Desenmascarando aún más su desprecio por el pueblo puertorriqueño, fue visto en la televisión de todo el mundo tirando rollos de toallas de papel a las/os que habían sido seleccionados para saludarlo, burlándose de la grave necesidad de un importante esfuerzo de socorro por el gobierno de EUA. Él ridículamente elogió sus esfuerzos como “exitosos”.

Carmen Yulín Cruz, alcaldesa de San Juan, rechazó la escandalosa afirmación de la secretaria de Seguridad Nacional, Elaine Duke, de que el trabajo de socorro en Puerto Rico era una “buena noticia”. Yulín Cruz dijo a CNN: “Maldita sea, esta no es una buena noticia. Esta es una historia de “personas que están muriendo”. Esta es una historia de “vida o muerte”. Este es una historia de “hay un montón de cosas en camiones que no pueden llevarse a las personas””. (29 de septiembre)

Trump usó Twitter para criticar su liderazgo y hacer afirmaciones racistas sobre el pueblo puertorriqueño. Cruz usó una camiseta que decía “NASTY” [DESAGRADABLE] en respuesta a sus comentarios racistas y sexistas.

Número de muertos en aumento

Omaya Sosa Pascual, reportera del Centro de Periodismo Investigativo en San Juan, dudaba de la cifra oficial de 16 muertos del gobierno. Habló con docenas de médicos, administradores, directores de morgue y directores de funerarias y, finalmente consiguió la secretaria de seguridad pública de Puerto Rico para confirmar que ha habido docenas más de muertes de las que refleja la estadística oficial.

A Sosa Pascual se le dijo: “[Los] muertos están en las morgues de hospitales, que están repletas, y en lugares remotos donde el gobierno todavía no ha ido. En muchos casos, las familias no están conscientes de las muertes”. (Vox.com, 3 de octubre) El hermano de un amigo de esta escritora voló a la isla para buscar en las montañas a sus padres, de quienes no se ha tenido noticias.

Inicialmente, casi todos los hospitales perdieron electricidad, lo que generó emergencias. Las instalaciones que ahora funcionan con generadores tienen serios problemas debido a la falta de distribución de combustible. En estos días, casi todas las interacciones dentro de los sistemas de salud incluyen electricidad, incluyendo máquinas de hemodiálisis y ventiladores.

Sin electricidad significa que no hay electricidad para bombear agua a las casas, no hay agua para bañarse o descargar los inodoros. El 30 de septiembre, FEMA informó que solo el 45 por ciento de las personas tienen acceso a agua limpia y potable en sus hogares.

Estrangulamiento por bancos de EUA

En mayo, Puerto Rico, que tiene una economía de $103 mil millones, se declaró en quiebra. Desde entonces ha tratado de reestructurar más de $70 mil millones en deudas. Las finanzas de la isla actualmente están controladas por una junta federal, que ha dispuesto solo $1 mil millones para alivio.

Justo antes de que María atacara, un terrible plan de austeridad para Puerto Rico, que hundiría a muchas más personas en la pobreza, fue impuesto al pueblo. Parte de esto incluye la privatización de entidades estatales como la Autoridad de Energía Eléctrica de PR, especialmente su capacidad generatriz, que produce las mayores ganancias. (workers.org, 4 de octubre)

Ciertas políticas de EUA han contribuido al deterioro económico de Puerto Rico. Una de ellas es la Ley Jones, ley anticuada que obliga a PR pagar casi el doble de los bienes [llevados por barco] desde EUA a través de diversas tarifas e impuestos. La ley estipula que cualquier mercancía enviada de un puerto de EUA a otro debe ser en barcos operados y construidos por EUA.

Otras islas del Caribe atraviesan crisis similares luego de ser azotadas por los huracanes María e Irma. La isla de Barbuda ha sido abandonada por completo, y los residentes aún no pueden regresar a casa. Veintisiete personas murieron en Dominica. (vox.com, 3 de octubre)

El noventa por ciento de las/os 100.000 residentes de las Islas Vírgenes de EUA carecen de electricidad y agua potable. El aeropuerto y el único hospital quedaron seriamente dañados.

En Puerto Rico, el gobernador Ricardo Rosselló emitió una moratoria sobre los pagos de alquiler de vivienda pública hasta enero de 2018. Sin embargo, una vocera de la Agencia Territorial de Manejo de Emergencias de las Islas Vírgenes dijo que no existía tal acuerdo allá. (theguardian.com, 8 de octubre)

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