China, aumento de salarios y militancia obrera

Los salarios de las/os trabajadores en EUA se han estancado desde 1970 en términos de poder adquisitivo. Es de conocimiento común que ahora se necesitan varios asalariados en la mayoría de las familias de la clase trabajadora sólo para cubrir los gastos básicos. Mientras tanto, las/os trabajadores de bajos salarios están en movimiento, luchando duro por un salario mínimo más alto y por representación sindical.

Los salarios en muchos países de Europa también están de capa caída. Y la crisis económica capitalista mundial que comenzó en 2008 ha devastado las economías de los países estrangulados por la deuda imperialista, desde Grecia hasta gran parte de África, Asia y América Latina.

Pero hay un punto brillante para los salarios de las/os trabajadores – a pesar de ser poco conocido si usted confía en los medios comerciales para su información.

Es China.

Constantes aumentos salariales

De acuerdo con todos los reportes, los salarios en las fábricas en China, que por supuesto iniciaron a un nivel mucho más bajo que los salarios en los países capitalistas avanzados, se han más que triplicado en la última década. Algunos dicen que los salarios de obreros manuales han aumentado cinco veces en ese período. Esto no es lo que está ocurriendo en otros países en desarrollo.

Además, la inflación en China es baja – la tasa anual actual es de 1,4 por ciento, por lo que esos cheques sustanciales son reales.

Aquí están algunas de las fuentes occidentales de este año:

The Economist, 4 de marzo: “Desde 2001, los salarios manufactureros por hora en China han aumentado en un promedio del 12 por ciento al año”.

¡Imagínese si las/os trabajadores aquí hubieran estado recibiendo un aumento del 12 por ciento cada año durante los últimos 15 años! Incluso con un contrato sindical, los aumentos salariales en EUA apenas han seguido el ritmo de la inflación.

La sección de tecnología del New York Times, 24 de abril: “Olas de trabajadores migrantes del campo llenaron las fábricas de China en las últimas tres décadas y ayudaron a que la nación fuera el mayor fabricante del mundo. Sin embargo, muchas empresas ahora se encuentran luchando por contratar suficientes trabajadores. Y para los escasos trabajadores que encuentran, la paga se ha más que quintuplicado en la última década, a más de $500 al mes en las provincias costeras”.

Estos informes están dirigidos a inversores estadounidenses, advirtiéndoles que si quieren hacer negocio explotando a las/os trabajadores en China, les va a costar más que en el pasado.

Los salarios chinos no han tambaleado, sino que han aumentado a un ritmo muy constante incluso cuando la fuerza de trabajo ha aumentado, sobre todo con la gente que viene del campo. Junto a esto, ha ido el crecimiento planificado de las grandes ciudades, con nuevas viviendas, transporte, escuelas, etc.

Lucha de clases viva y coleando

Hay dos cosas a tener en cuenta sobre estos cambios notables. Una es la lucha de las/os trabajadores chinos por una vida mejor, y la otra es la respuesta del gobierno chino, dirigido por el Partido Comunista.

La lucha de clases de las/os obreros contra los patronos, muchos de ellos empresas extranjeras, está viva y coleando en China. Las acciones llevadas a cabo por las/os trabajadores han crecido enormemente.

Nada merece la etiqueta de propaganda del gobierno de EUA más que la Voz de América (VOA). Pero esto es lo que VOA dijo recientemente sobre las huelgas en China: El Boletín Laboral de China – que sigue las disputas laborales – encontró que hubo cerca de 1.400 huelgas en 2014, y el número de protestas se ha elevado aún más en los dos primeros meses de 2015.

“‘Registramos las huelgas y protestas colectivas de trabajo como y cuando ocurren, y en el último par de meses hemos registrado 200 incidentes al mes, en promedio,” explicó Jeffrey Crothall, un investigador de la oficina de Hong Kong de la China Labor Bulletin.

“El grupo registró 569 protestas en el cuarto cuatrienio del año pasado – tres veces más huelgas que durante el mismo periodo en 2013. La cifra indica también un fuerte incremento a partir de 2011, cuando sólo se registraron 185 protestas laborales durante todo el año…

“La mayoría de los manifestantes están exigiendo mayores salarios, sueldos atrasados y mayores prestaciones y pensiones…

“En 1995 China promulgó una ley laboral que concedió a todos los trabajadores el derecho a un salario, períodos de descanso, eliminación de excesos de horas y el derecho a llevar a cabo negociaciones en grupo. El rápido crecimiento económico en años recientes ha sacado a millones de la pobreza, pero a medida que la economía se enfría, los salarios podrían estancarse y el desempleo podría aumentar, y muchos podrían comenzar a culpar al gobierno.

“Las autoridades de Beijing, con la esperanza de empujar a las autoridades locales a que confronten la situación, el mes pasado emitieron un aviso a los gobiernos locales para que la mejora de las relaciones laborales sea una ‘tarea urgente’. La directiva decía que las autoridades trabajarán para asegurar que a los empleados se les pague a tiempo y en su totalidad, para lanzar programas que proporcionen mejores protecciones laborales para los trabajadores rurales migrantes, y piden a los empleadores mejorar la seguridad del lugar de trabajo”. (Voz de América, 9 de abril)

Poniendo esto en perspectiva, vemos cómo la Oficina de Estadísticas Laborales de EUA mantiene un registro de las grandes huelgas que afectan a más de 1.000 trabajadores. El año pasado hubo 11 tales huelgas en EUA, con un total de sólo 34.000 trabajadores. Solía haber cientos de tales huelgas cada año, llegando a tantas como 424 en 1974 que implicaron a 1,8 millones de trabajadoras/es. Pero los números comenzaron a declinar en la década de 1980.

Ejecutivo ajusticiado y el estado al lado de los trabajadores

La VOA también señaló: “Aunque muchos de los participantes en las protestas laborales han sido detenidos, pocos han sido procesados penalmente”.

Para entender la frase “pocos han sido procesados penalmente,” aquí está uno de los ejemplos más extremos: En 2009, se produjo un incidente que involucró a los trabajadores del acero en Tonghua Iron & Steel Works en la provincia de Jilin en el norte de China. Después de una reunión masiva dirigida por el ejecutivo de la empresa de acero que iba a hacerse cargo de la planta, los trabajadores se rebelaron y lo golpearon hasta matarlo.

“Chen Guojun, el ejecutivo del acero que fue golpeado mortalmente, había amenazado a 3.000 trabajadores siderúrgicos en Tonghua con despidos que podrían tener lugar dentro de tres días. También había señalado que recortes más grandes de puestos de trabajos probablemente ocurrirían”. (New York Times, 26 de julio de 2009)

¿Qué hizo el gobierno chino sobre esto? “El gobierno de la provincia de Jilin ordenó al Grupo Jianlong China abandonar la compra de la estatal Tonghua Iron & Steel Group luego de que trabajadores que protestaban la pérdida de empleos mataron a un gerente, Beijing News dijo el lunes.

La instrucción, la cual fue anunciada anoche a través de la red de televisión de Jilin, también ordenó a Jianlong con sede en Beijing a “no tomar parte jamás de ningún plan de reorganización de Tonghua, reportó Bloomberg News”. (New York Times, 27 de julio, 2009)

Ahí quedó.  La privatización se detuvo.  Ni detenciones, ni procesamientos.  ¿No es ese el tipo de poder que las/os trabajadores debían tener en todas partes?

El crecimiento de la clase obrera

Al momento del triunfo de la Revolución en 1949, China era un país empobrecido y devastado por la guerra con una población de 542 millones.  La gran mayoría era campesinas/os muertos de hambre, recién liberados de los terratenientes quienes los habían tratado casi como esclavos.

Hoy, es un país en rápido desarrollo de 1,3 mil millones de personas. Pero no fue hasta 2012 que la población urbana de China por primera vez superó a la que vive en el campo.  Hoy la proporción urbana de la población trabajadora está en más del 60 por ciento.

La rápidamente creciente clase obrera tiene muchos agravios y no es pasiva.  Las/os trabajadores son militantes, están organizados y exigen lo que saben que es su derecho:  una vida estable con un salario digno y buenas condiciones de trabajo.

Desde el giro a la derecha dentro del liderazgo del Partido Comunista de China a finales de los 70, dirigido por Deng Xiaoping, China se ha abierto a la propiedad capitalista.  Pero la reciente caída de la bolsa allí, que costó a muchas/os chinos sus ahorros, demostró que las ilusiones acerca de una riqueza instantánea bajo el capitalismo pueden tropezar con la irracionalidad básica del sistema capitalista.

El resultado de la caída, al igual que los grandes avances realizados por las/os trabajadores, también muestran algo más. El estado en China no actúa de la manera que hacen los estados capitalistas en el resto del mundo.  Es erróneo llamar a China un país capitalista.

Con el fin de modernizar, el PCC ha permitido existir muchas características del capitalismo;  y los capitalistas han hecho cosas despreciables como no pagar a las/os trabajadores, someterles a largas horas y condiciones inseguras de trabajo, etc.  El crecimiento de millonarios y hasta multimillonarios ha alimentado la corrupción de los funcionarios públicos y ha provocado la hostilidad de las/os trabajadores.

Pero junto a las empresas con dueños capitalistas hay una infraestructura estatal cada vez más poderosa y moderna a través de la cual se lleva a cabo la planificación socialista a largo plazo.

El gobierno fue capaz de estabilizar los mercados financieros en la caída más reciente — algo que los gobiernos capitalistas no pueden hacer sin sacarle el jugo a las masas.  ¿Cuántos países capitalistas podrían sobrevivir una caída de más de un tercio en el mercado de valores sin recurrir a medidas draconianas?

Aún más importante, el estado controla el desarrollo planificado del país en términos económicos y sociales.

Organizaciones que luchan por un acuerdo internacional sobre las emisiones de bióxido de carbono para contrarrestar el calentamiento global se entusiasmaron cuando a finales de junio China hizo público su detallado plan para el desarrollo económico en las próximas décadas. Aunque seguirá con el crecimiento económico, China reveló exactamente cómo el país va a diminuir el uso de los combustibles fósiles y también va a reforestar amplias zonas para secuestrar el carbono que ahora está en la atmósfera.

Ningún país capitalista ha presentado un compromiso como ese con el futuro.  ¿Cómo pueden, cuando las corporaciones y los bancos están en una competencia feroz entre sí para controlar y utilizar todas las palancas del gobierno para mejorar su propia ganancia por encima de todo?

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