Gaza y Baltimore

Gaza es la prisión más grande del mundo. Casi dos millones de palestinas/os están encerrados allí por el bloqueo militar de Israel.

El año pasado, el estado racista de Israel mató a más de 2.000 palestinas/os en Gaza, incluyendo 547 niñas/os. El Pentágono proporcionó más bombas cuando el Estado sionista quedó corto de municiones.
Baltimore, al igual que Palestina, está bajo ocupación militar racista.  La fuerza policial de Baltimore — la sexta más grande en la 26ta ciudad más grande de EUA — trata a las/os negros como prisioneros.  Según el censo de 2010, mientras que 72 por ciento de la población de Baltimore son personas de color, un 46 por ciento de la policía es blanco.

Partes de la comunidad negra de Baltimore parecen como zonas quemadas de guerra.  La última atrocidad es la de policías de Baltimore torturando hasta la muerte a Freddie Carlos Grey, cuya columna vertebral fue cercenada al menos 80 por ciento mientras estaba bajo custodia policial.

El asesinato de Grey — un afroamericano de 25 años — fue un punto de explosión para la mayoría negra de Baltimore. Manifestaciones continuas han estallado en la ciudad, haciéndose eco de las protestas en Ferguson, Misuri, contra el asesinato policial de Michael Brown.

Generaciones de afroamericanas/os en Baltimore han sufrido terror policial.  Maryland era un estado esclavista y policías de Baltimore eran cazadores de esclavas/os.

La legendaria cantante de jazz Billie Holiday, creció en Baltimore.  Su canción más famosa, “Extraña fruta”, atacó amargamente el linchamiento.

La inmensa mayoría de las víctimas de linchamiento hoy son aquellas asesinadas por la policía y los vigilantes racistas.

Uno de los linchados en Baltimore fue Joe Wilbon, un experto mecánico de autos que acababa de abrir su propio taller.  Como una manada de lobos, la policía golpeó a Wilbon el 5 de junio del 2000, cuando trataba de arreglar el auto de uno de sus clientes.

Luego, la policía dejó a Wilbon en el Hospital Mercy donde fue declarado muerto.  Por meses, la ciudad se negó a revelar su autopsia.

El alcalde de Baltimore entonces era Martin O’Malley quien podría postularse a la presidencia de EUA.  La campaña de “tolerancia cero” de O’Malley contra delitos menores incitó terror policial. La sangre de Joe Wilbon está en las manos de O’Malley.

Según la oficina del primer ministro palestino, uno de cada cinco palestinos ha sido encarcelado, en un momento u otro, por Israel.  Casi un millón de afroamericanas/os están actualmente en prisión según la NAACP.

Más de dos tercios de las/os 21.000 prisioneros de Maryland vienen de Baltimore que tiene solo el 13 por ciento de la población del estado.

La guerra económica contra las/os trabajadores negros ayuda a alimentar la ruta a la cárcel, sobre todo para las/os jóvenes afroamericanos.  Cinco de cada seis puestos de trabajo en fábricas en Baltimore han sido destruidos desde 1970.

Treinta mil trabajadoras/es estaban empleados en el complejo de Sparrows Point de Bethlehem Steel en las afueras de Baltimore.  Pero ya nadie trabaja allí en lo que era hace 45 años, la planta de acero más grande del mundo.

Frederick Douglass era calafate en un astillero de Baltimore.  Los tres astilleros de Bethlehem Steel en Baltimore se cerraron, a un costo de miles de puestos de trabajo.  Maryland Dry Dock también cerró.

Baltimore es uno de los mayores puertos del mundo, pero la automatización ha eliminado puestos de trabajo en los muelles.

Mientras han desaparecido los empleos bien pagados y Baltimore se ha empobrecido, la riqueza de la aristocracia financiera ha aumentado.  Dos corredores de bolsa de Baltimore — Legg Mason y T. Rowe Price — tienen entre ellos casi billón y medio de dólares en activos bajo su gestión.

Esta gran cantidad de riqueza muestra que hay dinero para empleos, escuelas y atención médica gratuita.  Estos son los derechos humanos que las/os trabajadores de Baltimore, especialmente las/os más oprimidos, necesitan — no el terror policial y la encarcelación en masa.

El terror israelí, financiado por EUA, no puede extinguir la lucha por la libertad Palestina.

Tampoco no se puede parar la lucha por la libertad negra. Las vidas negras y palestinas importan.

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