Importancia singular del Sur de los EUA

Los siguientes extractos son de un documento escrito por las/os miembros de la rama del Partido Workers World /Mundo Obrero de Durham, Carolina del Norte, para la Conferencia sobre la Revolución y el Socialismo el 29 de marzo, con el tema “Los tiempos difíciles son tiempos de lucha”. Se puede leer el documento completo en Workers.org

El Sur de EUA tiene un carácter dual. Se trata principalmente de una región de la mayor potencia imperialista del mundo. El Sur de EUA tiene una historia única, con un patrón diferente de desarrollo arraigado en la esclavitud —caracterizado por el colonialismo, la explotación por las potencias imperialistas y opresión nacional.

La Escuela de las Américas en el Fort Benning en Georgia, ha entrenado a escuadrones de la muerte y militares de derecha que han aterrorizado a Latinoamérica por décadas.

La misma Carolina del Norte es el hogar de Fort Bragg, la mayor base del Ejército estadounidense en el mundo, que alberga el Comando de Fuerzas Especiales, el Comando del Ejército Aerotransportado y el Comando de la Reserva del Ejército—la mayor concentración de generales fuera del Pentágono, y éste está a su vez en el Sur (Virginia). Camp Lejeune es la mayor base de la Marina de EE.UU. en el mundo.

Otras bases importantes de Estados Unidos en el Sur incluyen el Fuerte Jackson del Ejército, la Base del Fuerte Hood del Ejército, el Depósito de Reclutas de la Marina Parris Island, las Bases de la Fuerza Aérea Shaw, Pope y Langley, la Base de Infantería de Marina Quantico, la Base Fort Hill del Ejército y la base naval de Norfolk.

La concentración económica

El Sur es el hogar de un 30 por ciento de la fabricación de EUA. Un porcentaje cada vez mayor debido a la huída de los talleres de fabricación desde el norte más sindicalizado, y a las inversiones directas del exterior para nuevas manufacturas. El Sur ahora recibe el 43 por ciento de todas las inversiones directas desde el exterior a los EUA.

La nueva producción en el Sur no sólo se debe a las leyes antisindicales racistas que deprimen los salarios, sino también a los miles de millones de dólares en incentivos por parte de los estados y ciudades que se vieron obligados a competir por las inversiones. Estos enormes regalos corporativos drenaron los presupuestos necesarios para pagar a las/os trabajadores públicos y para las viviendas, la educación y la infraestructura que ya estaba gravemente atrasada. Esto hace que el Sur sea todavía más vulnerable a los desastres naturales y a los creados por el ser humano. Los Estados también están compitiendo entre sí eliminando las protecciones ambientales y permitiendo la fractura hidráulica.

El Sur de EUA también es cada vez más un centro del capital financiero, especialmente Charlotte en Carolina del Norte, que ahora es el segundo centro bancario más grande en los EUA, detrás sólo de Nueva York. Charlotte es la sede del Bank of America y la sede de Wells Fargo en la costa este.

Represión racista y anti-sindical

El moderno complejo prisión-industrial está directamente enraizado en la esclavitud y Jim Crow. Este nuevo sistema penal, construido con mano de obra esclava, surgió como una nueva herramienta para la opresión de ex esclavos.

La violencia del Estado continúa donde la policía y los tribunales racistas son las principales herramientas de la opresión racial. La pena de muerte racista se concentra en los estados del sur, sobre todo en Texas. Las llamadas leyes de “defienda su territorio” (stand your ground) que tratan de legitimar el asesinato de jóvenes negros desarmados como Trayvon Martin, comenzaron en el Sur y se están extendiendo. Los asesinatos por la policía de las personas de color están a la orden del día, en particular los asesinatos de Jesús Huerta y Jonathan Ferrell aquí en Carolina del Norte.

Trabajadoras/es negros, antiguas/os esclavos y aparceros huyeron hacia el norte en la Gran Migración, huyendo de la pobreza, la segregación y el terrorismo del Klan. Los patronos trataron de utilizar a estas/os nuevos trabajadores para reducir los salarios y socavar las campañas de sindicalización, utilizando el racismo de las/os trabajadores blancos.

Al mismo tiempo, los capitalistas comenzaron a mudar la manufactura hacia el Sur para evitar la organización sindical, comenzando con la industria textil. Enormes fábricas de textiles se abrieron a través de Carolina del Norte, convirtiéndose rápidamente en la industria imperante. Por primera vez las/os comunistas reconocieron la importancia crítica de la organización del Sur sobre una base de total solidaridad antirracista.

En el 1940, una campaña sindical tuvo éxito en la Compañía de Tabaco Reynolds cuya fuerza laboral era mayoritariamente negra y femenina, siendo luego deshecha por el racismo de los tribunales federales, que sacó a las/os trabajadores negros de la negociación y agregó a supervisores blancos, rompiendo así el sindicato.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el último gran esfuerzo del Congreso de Organizaciones Industriales fue la Operación Dixie de 1946-1953. La campaña fue derrotada en última instancia por una combinación de supremacía blanca, pánico anti-comunista y la Ley Taft- Hartley, que permitía a los estados prohibir las huelgas y cerrar las oficinas sindicales. Esta derrota llevó directamente a un desplazamiento hacia la derecha del movimiento sindical en general, cuando la CIO fue forzada a fusionarse con la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL) y abandonar el sindicalismo social por el sindicalismo empresarial.

En el 1959, Carolina del Norte promulgó una prohibición de la negociación colectiva para las/os empleados públicos, desproporcionadamente de raza negra y mujeres. Este ataque contra las/os trabajadores públicos fue racista y sexista. Virginia aprobó una prohibición similar. Los empresarios ahora están expandiendo este ataque a través de estados anteriormente con sindicatos fuertes como Michigan y Wisconsin, lo que desencadenó una lucha histórica en 2011.

El cambio de la clase obrera

Trabajadoras mujeres y afroamericanas/os siempre han sido el mayor porcentaje de las/os trabajadores semi-calificados, y ahora las/os trabajadores latinos han aumentado en número, quienes están creciendo como porcentaje de la fuerza laboral más rápido en el Sur que en cualquier otra región de los EUA.

Desde 2010, las mujeres constituyen casi la mitad de la fuerza laboral de Carolina del Norte, que sigue aumentando.  A las mujeres se les paga mucho menos por la misma posición. También son mucho más propensas a tener sólo trabajo a tiempo parcial.

En 1997, la United Electrical Workers (UE) llegó a Carolina del Norte a petición de los Trabajadores Negros por la Justicia (BWFJ), para ayudar a organizar a las/os trabajadores negros en la planta de Consolidated Diesel en Rocky Mount y en otras. Esta organización se amplió a las/os trabajadores públicos, en su mayoría negra y de bajos salarios, en ciudades, instalaciones estatales y universidades, con la fundación en 1999 de la Seccional 150 de la UE.

El enfoque de la UE-150 y el BWFJ ha sido construir solidaridad entre la comunidad y el sindicato, especialmente en torno a la lucha contra el racismo en el lugar de trabajo. Comenzando con la Campaña Mt. Olive Pickle en el año 1998, el Comité Organizador de Trabajadores Agrícolas (FLOC) ha organizado con éxito a miles de trabajadoras/es agrícolas migrantes latinas/os mediante la participación de una amplia base de partidarios de la comunidad en torno a temas laborales y cuestiones más amplias de derechos de las/os inmigrantes.

El sindicato UFCW ganó exitosamente un contrato en la planta de Smithfield, la planta de procesamiento de carne de cerdo más grande en el mundo en 2009, después de una lucha por 16 años.

Este enfoque es ahora evidente en la campaña del sindicato de Servidores Públicos SEIU por las/os trabajadores de comida rápida, que está ganando terreno en todo el Sur. Impulsar este movimiento en una dirección explícitamente antirracista y para la construcción de liderazgo independiente entre las/os trabajadores y la comunidad son nuestras tareas más urgentes. Las/os trabajadores de FLOC, UE-150 y de Smithfield, hacen menos de $15 la hora.

Lunes de Moral  y el movimiento de asambleas

La comprensión de la lucha de Lunes de Moral debe comenzar con la lectura del artículo de Saladin Muhammad, “Los lunes de moral: Surgimiento y Dinámica de un Movimiento de Masa Pro Derechos Humanos”. En él, expone las raíces de los Lunes de Moral en una Asamblea Popular de 2007 y en la solidaridad del presidente de la NAACP Rev. William Barber, con el UE-150. El programa de la Asamblea del Pueblo, con su agenda de 14 puntos combina las demandas por los Derechos Laborales y Civiles, con la oposición a la guerra imperialista y la necesidad de programas sociales para las/os desempleados.

En Jackson, Mississippi, el movimiento de asamblea popular condujo a la histórica elección de Chokwe Lumumba como alcalde, cuya reciente muerte fue un duro golpe para nuestra clase, pero cuyo éxito refleja el poder del proceso de asambleas populares. Será necesario prestar una atención constante a la evolución de Jackson en los próximos meses para asegurarse de que la trágica muerte de Lumumba no se traduzca en un revés político y se continúe empujando las asambleas hacia un compromiso más profundo en torno a las luchas de las/os trabajadores.

La Asamblea de Trabajadores del Sur representa un esfuerzo conjunto de las/os activistas y revolucionarias/os con BWFJ, FLOC, UE-150, el comité de organización de los trabajadores de comida rápida, y la seccional UFCW Smithfield para construir una asamblea popular en el Sur, que no sólo una estas fuerzas sindicales, sino que también actúe como una fuerza independiente consciente en el movimiento de Lunes de Moral.

Las asambleas populares son de especial importancia en el Sur por la posibilidad de utilizarlas para superar el racismo y otras formas de opresión. En primer lugar, pueden construir un polo revolucionario dentro del movimiento sindical y una estructura independiente, sin compromisos con el Partido Demócrata, ni depender de la financiación de los sindicatos internacionales que pueden retirar su apoyo. En segundo lugar, las asambleas son un foro para la explicación paciente y el debate necesario para ganar a las/os trabajadores blancos al liderazgo de las/os más oprimidos, y hacer que todas/os los trabajadores comprendan las similitudes de sus situaciones, que trascienden industrias y nacionalidades y se pueda construir las relaciones necesarias para una lucha prolongada.

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