Trabajadores de GM comienzan huelga de hambre frente a Embajada de EE.UU.

Nadie viene a trabajar esperando o con la intención de ser lastimado. Ser lesionado en el trabajo crea dificultades físicas y económicas; incluso si uno califica para una compensación, el salario se recorta y puede haber una larga espera hasta que los cheques comiencen a llegar. En el peor de los casos el trabajador no puede regresar a su trabajo y no puede encontrar trabajo en otros lugares.

Para cientos de miles de trabajadores del mundo, cuyo trabajo peligroso conduce a lesiones inmediatas y acumulativas, esta es nuestra peor pesadilla.

La situación es particularmente grave para más de 100 trabajadores heridos de la GM en Colombia. No solo padecen del túnel carpiano, lesiones de la columna vertebral, tendinitis de los codos y los hombros y otras condiciones debilitantes. Una vez que estos trabajadores quedaron incapacitados, la GM los despidió por “justa causa”, dejándolos sin atención médica y ninguna fuente de ingresos.

El 1 de agosto, miembros de la Asociación Trabajadores Lesionados y Ex trabajadores de Colmotores (subsidiaria de la GM en Colombia) iniciaron una huelga de hambre frente a la Embajada de ­Estados Unidos en Bogotá. Cuatro miembros de ASOTRECOL cerraron sus labios el 6 de agosto después de que representantes de la GM abandonaran una sesión de media­ción organizada por la Organización Internacional del trabajo, tres trabajadores más tomaron la misma acción valiente y dramática que sus cuatro camaradas. El 15 de agosto, si no se resuelve la situación, un tercer grupo hará lo mismo.

Estos trabajadores son excepcional­mente valientes, porque su país es el lugar más peligroso del mundo para ser defensor de los trabajadores. Más sindicalistas son asesinados en Colombia que en cualquier otro país.

“Llevamos más de un año muriéndonos lentamente cada día” explicaron uno de los trabajadores lesionados “Es práctica­mente lo mismo si nos morimos de hambre o esperando a que ellos resuelvan este problema”, añadió el Presidente de ASOTRECOL, Jorge Parra, quien como muchos de los trabajadores ahora camina con un bastón. (Canal de youtube ASOTRECOL)

El primero de agosto marcó un año desde que los despedidos heridos han mantenido un campamento fuera de la Embajada. La Embajada de Estados Unidos fue escogida por el papel del gobierno federal en rescatar a la GM y sus acciones en la compañía desde el proceso de quiebra de 2009.

El campamento está exigiendo que la GM reconozca las lesiones como relacionadas con el trabajo, que los trabajadores que pueden trabajar en cierta capacidad sean re contratados a trabajos que pueden hacer con sus limitaciones, que aquellos que no se pueden trabajar reciban una pensión, y que ASOTRECOL sea reconocida como el sindicato de trabajadores lesionados.

“General Motors Chevrolet Colombia está rompiendo los derechos laborales de sus trabajadores para hacer más ganancias” denuncia ASOTRECOL en su canal de youtube.

Crece el apoyo a los huelguistas de hambre. Cerca de 2000 simpatizantes han firmado una petición al CEO de GM Dan Akerson y están llamando a Akerson y Peter McKinley, Embajador de Estados Unidos a Colombia. El 10 de agosto el Presidente de AFL-CIO Richard Trumka emitió una declaración de apoyo, diciendo que “ el gobierno de los Estados Unidos y el gobierno colombiano deben traer GM Colmotores en diálogo con ASOTRECOL para ayudar a facilitar un rápido y justa respuesta a quejas de los trabajadores…. Además, el Ministerio colombiano de trabajo debe examinar cuidadosamente las prácticas de salud y seguridad ocupacionales de General Motors y el uso de un pacto colectivo en Colombia para el cumplimiento de la legislación nacional y las disposiciones laborales del acuerdo de libre comercio de Colombia”.

Partidarios, incluyendo a muchos miembros de la UAW, están planeando una protesta fuera de la sede Mundial de GM en el centro de Detroit.

La situación es urgente, ahora con algunos huelguistas de hambre mostrando signos de debilidad y deshidratación. Las manifestaciones se instan a fuera de concesionarios y las plantas de GM cuando sea posible. Llamadas y mensajes de correo electrónico deben continuar Akerson ([email protected], 313 566 5000) y McKinley ([email protected], 571 275 2000) para pedirles que presionen a Colmotores para abordar las preocupaciones de los trabajadores. Para firmar la petición, vaya a tinyurl.com/7udptdc.

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