Acusaciones en muerte a golpes de inmigrante

Por Betsey Piette

El 15 de diciembre fiscales federales acusaron a un jefe y a dos oficiales de la policía de orquestar el encubrimiento de la muerte a golpes por motivos raciales de Luis Ramírez, un inmigrante mexicano de 25 años de edad, por adolescentes blancos en Shenandoah, Pensilvania.

La acusación señalaba al jefe de policía Matthew Nestor, al teniente William Moyer y al patrullero Jason Hayes, de conspirar para obstruir la justicia, alterar pruebas, manipular testigos y mentir al FBI en el caso de crimen por odio racial en contra de dos populares jugadores de fútbol de una escuela secundaria.

La imputación federal también acusó a Derrick Donchak y Brandon Piekarsky, ex atletas de la escuela superior de Shenandoah, de un crimen federal de odio en la muerte a golpes de Ramírez en julio de 2008. Donchak también fue acusado de conspirar con la policía en el encubrimiento y de dar declaraciones falsas a la policía.

Una corte estatal había acusado a Donchak y Piekarsky de golpear a Ramírez hasta causarle la muerte. Los fiscales estatales presentaron cargos de intimidación étnica contra los dos, quienes gritaban epítetos raciales a Ramírez, mientras Piekarsky agarraba un pedazo de metal para que los golpes tuvieran más fuerza.

En mayo, pese a las evidencias que demostraban que el ataque fue impulsado por odio racial, un jurado compuesto totalmente de personas blancas absolvió a Piekarsky de los cargos de asesinato en tercer grado de Ramírez, a Donchak de asalto con agravantes y a ambos de intimidación étnica. Los dos fueron declarados culpables y condenados de seis a 23 meses de cárcel sólo por asalto simple y por embriaguez al ser menores de edad. Piekarsky estaba programado para quedar en libertad el 24 de diciembre.

Un tercer adolescente, Colin Walsh, que enfrentaba cargos en el tribunal estatal por la muerte de Ramírez, se declaró culpable de violar los derechos civiles de Ramírez en la corte federal. Él testificó en contra de Donchak y Piekarsky en el juicio durante la primavera pasada.

La acusación federal declara que el enfrentamiento comenzó cuando media docena de jugadores de fútbol de la escuela se dirigían a sus casas luego de asistir a una fiesta y vieron a Ramírez con su novia blanca Crystal Dillman, en un parque. Se inició una discusión que condujo a una pelea donde Ramírez recibió puñetazos en la cara, y luego fue pateado en la cabeza mientras estaba inconsciente.

Los adolescentes huyeron del lugar dejando a Ramírez mortalmente herido en la calle. A continuación se encontraron con los agentes de policía Hayes y Moyer, quienes estaban respondiendo a una llamada al 911 sobre el asalto. Para suerte de los adolescentes, Hayes estaba saliendo con la madre de Piekarsky, mientras que Nestor era amigo de ella y el hijo de Moyer jugaba con Piekarsky en el equipo de fútbol.

Los oficiales dejaron en libertad a los populares jugadores blancos de fútbol pero más tarde les aconsejaron sobre cómo dar su versión de los acontecimientos a las autoridades. El auto de acusación dice que la madre de Piekarsky les dijo a los otros jóvenes que se habían reunido en la casa de Donchak, que Hayes había dicho que necesitaban “hacer que sus relatos correspondieran”.

Patrón de abuso policíaco

Nestor, el Capitán Jamie Gennarini y el municipio de Shenandoah fueron acusados en una demanda civil entablada en 2006 donde se alegaba que la policía municipal mató a golpes a David Vega, un joven puertorriqueño en noviembre del 2004, y luego colgó su cuerpo de las barras de su celda en la cárcel para que pareciera como un suicidio.

La autopsia hecha por el forense del condado decidió que Vega se había suicidado porque Nestor dijo que las magulladuras encontradas en su cuerpo resultaron de la resistencia puesta por Vega cuando fue detenido. Sin embargo, una segunda autopsia dispuesta por la familia Vega confirmó que Vega “sufrió heridas masivas, y extensivas consistentes con haber sido golpeado intensamente. . . El acusado no murió por estrangulación”, dice la demanda civil. (Philly.com, 16 de diciembre)

David Murphy (padre), quien es africano americano, entabló otra demanda civil contra Nestor. Murphy había sido arrestado en marzo bajo acusaciones relativas a narcóticos. Su demanda dice que la policía rehusó permitirle tomar unos anticoagulantes recetados, y que Nestor le pegó en la espalda donde él había tenido una cirugía de fusión de la columna vertebral.

Más tarde Murphy comenzó a experimentar dolores severos del pecho y los brazos y sufrió un ataque cardíaco. Él declaró que Nestor le amenazó con matarlo si entablaba una demanda. Su demanda dice que Nestor amenazó con que Murphy “no saldría vivo de la cárcel de Shenandoah ... que acabaría como ese mexicano que se ‘ahorcó’ ”.

“La policía se portó como jefes guerreristas feudales en esta pequeña ciudad carbonera y la gente tenía miedo de ellos”, dijo el abogado John Karoly, quien representa a Murphy y a los padres de Vega en demandas federales contra la policía y el municipio. Karoly añadió: “El patrón comienza a aparecer verdaderamente [mostrando] que las minorías han recibido el peso de su abuso”. (Philly.com, 16 de diciembre)

Defensores latinos/as que vieron la muerte de Ramírez como parte de una ola creciente de crímenes raciales y de odio contra inmigrantes en los Estados Unidos, denunciaron los veredictos de mayo. Desde la muerte, el Fondo de Defensa Legal y Educacional Mexicano Americano (MALDEF) ha trabajado de cerca con la familia Ramírez para conseguir justicia. Ellos montaron la exitosa campaña nacional de peticiones que resultó en las acusaciones al pedir al Departamento de Justicia que investigara la muerte como crimen de odio.

Gladys Limon, una abogada de MALDEF, dijo que “Cada vida vale y las acciones violentas provocadas por el odio y la intolerancia no serán toleradas en ninguna parte”.

Teresa Gutiérrez, co-coordinadora de la Coalición Primero de Mayo de Nueva York para los Derechos de Trabajadores/as e Inmigrantes, dijo a Workers World/Mundo Obrero que “El encubrimiento del brutal asesinato de Luís Ramírez es otro ejemplo de la feroz guerra contra los/as inmigrantes en este país. Por otro lado, la resistencia de la familia de Luís Ramírez, especialmente la de su compañera Crystal Dillman, quien no solamente ha hablado con valentía en contra del asesinato de su marido, sino que ha estado hablando en defensa de todos/as los/as inmigrantes, es una señal de la creciente disposición de lucha entre todos/as los/as inmigrantes y sus defensores/as.

“En el Primero de Mayo de 2010 es seguro que Luís Ramírez será recordado a través del país”