Gobierno de EEUU rehúsa acusar a Posada Carriles de homicidios
Por Cheryl LaBash
El gobierno de los EEUU tiene en su custodia a Luis Posada Carriles, quien
organizó el atentado en pleno vuelo del avión de pasajeros civiles,
matando a 73 personas en 1976 y quien también dirigió el estallido de
bombas en hoteles turísticos cubanos en 1997. El plan de los EEUU es de
dejarle libre de nuevo.
Las opciones legales son claras: extraditarlo o procesarlo. Venezuela, el
país donde él planificó el atentado aéreo y desde donde se
escapó de la cárcel en 1985, pidió su extradición en
2005.
La Convención para la Supresión de Actos Ilegales en contra de la
Seguridad de la Aviación Civil, ratificada en 1971, requiere que él
sea extraditado o procesado en el país donde esté residiendo, sin
excepciones. Pero Posada Carriles, un asesino entrenado por la CIA,
inconvenientemente expone el reino de terror de los EEUU perpetrado alrededor
del mundo, especialmente en contra de Cuba socialista y de los movimientos por
la autodeterminación en los países del Sur y Centroamérica.
Por eso Posada Carriles está detenido solamente por cargos de fraude e
inmigración hasta su juicio el 11 de mayo. El 12 de abril le faltaba solo
una firma para estar libre bajo fianza. Sólo una apelación a
última hora en la Corte del Quinto Circuito de los Estados Unidos
postergó su liberación hasta el 17 de abril. La única manera de
continuar con el encarcelamiento de Posada es acusarlo de terrorismo y
asesinato.
Pero, como escribió el Presidente Fidel Castro de Cuba el 10 de abril,
para que al Presidente Bush “acuse a Posada Carriles es equivalente a
acusarse a sí mismo.”
“El más genuino representante de un sistema de terror que ha sido
impuesto al mundo por la superioridad tecnológica, económica y
política de la potencia más poderosa que ha conocido nuestro planeta,
es sin duda George W. Bush. . . . Solo de la Casa Blanca podían proceder
las instrucciones para el fallo dictado por Kathleen Cardone, jueza de la Corte
Federal de El Paso, Texas, el pasado viernes, concediéndole la libertad
bajo fianza a Luis Posada Carriles.”
“Fue el propio presidente Bush quien eludió en todo momento el
carácter criminal y terrorista del acusado. Se le protegió
imputándole una simple violación de trámites migratorios. La
respuesta es brutal. El gobierno de Estados Unidos y sus instituciones más
representativas decidieron de antemano la libertad del monstruo.”
“Los antecedentes son bien conocidos y vienen de muy atrás. Los que
lo entrenaron y le ordenaron destruir una nave cubana de pasajeros en pleno
vuelo, con 73 atletas, estudiantes y otros viajeros nacionales y extranjeros a
bordo, además de su abnegada tripulación; los que, estando preso el
terrorista en Venezuela, compraron su libertad para suministrar y
prácticamente dirigir una guerra sucia contra el pueblo de Nicaragua, que
significó la pérdida de miles de vidas y la ruina del país por
décadas; los que le dieron facultades para contrabandear con drogas y
armas a fin de burlar las leyes del Congreso; los que con él crearon la
terrible Operación Cóndor e internacionalizaron el terror; los que
llevaron a la tortura, la muerte y muchas veces a la desaparición
física de cientos de miles de latinoamericanos, era imposible que actuaran
de otra forma.”
El suave tratamiento del sangriento asesino Posada Carriles contrasta
abruptamente con las crueles condiciones en que están Rene Gonzáles,
Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, y
Antonio Guerrero. Estos cinco héroes cubanos que valientemente
monitoreaban organizaciones privadas que planeaban ataques contra Cuba dentro
de los Estados Unidos, están sufriendo duras sentencias de hasta dos
cadenas perpetuas en prisiones de máxima seguridad. A sus familiares se
les niegan o les demoran las visas para visitarlos.
El Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) “exhorta a todos
los amigos de Cuba por todo el mundo a crear un movimiento masivo para
protestar la perpetración de otro ataque contra la dignidad humana.
Demandamos justicia y que los crímenes de Posada Carriles sean
castigados.” Que se encarcele a Posada y se liberen a los Cinco
Cubanos.
Vea www.workers.org para leer el mensaje entero de
ICAP.
Nota de la redacción) A la fecha de publicación de este
artículo, Posada Carriles fue puesto en libertad bajo fianza y se
encuentra en Miami.
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