Conferencia de ‘paz’ en EEUU para preparación de una nueva guerra
Por Sara Flounders
Las acciones de los gobiernos de Estados Unidos e Israel dicen mucho más
que sus propias palabras. Estos anunciaron una posible “conferencia de
paz” sobre Palestina, originalmente programada para el 26 de noviembre en
Anápolis, Maryland, pero para el 7 de noviembre aún no se sabía
cuándo sería.
La Secretaria de Estado Condoleezza Rice ha estado viajando por el Medio
Oriente prometiendo que la reunión alcanzará un “proceso”
para una eventual solución de un estado Palestino. En los últimos
meses Rice ha viajado ocho veces a la región como preparativo para esta
conferencia internacional, reuniéndose con Israel y algunos líderes
políticos árabes que pueden someterse a los deseos
estadounidenses.
Indicando las dificultades que enfrenta tal encuentro, la reunión en
Anápolis aún no tiene una fecha oficial confirmada, ni participantes,
ni agenda. Enfrentados a una desastrosa guerra en Irak, una resistencia
continuada en Afganistán, un levantamiento explosivo en Pakistán y a
sólo un año de terminar la presidencia de Bush, ningún gobierno
parece querer aceptar la invitación.
Los reportes israelitas dejan ver claro que la administración de Bush no
pondrá presión para que se defina una declaración o una fecha.
No hay planes concretos para discutir asuntos decisivos como son el regreso de
refugiad@s o el estatus final de Jerusalén. El democráticamente
elegido gobierno palestino, liderado por Hamas, será totalmente
excluido.
Entonces, ¿Cuál es el propósito de este gran encuentro del Medio
Oriente en Anápolis?
Una respuesta viene de Arabia Saudita, una monarquía absoluta sin derechos
para nadie que no sea la multimillonaria familia gobernante que depende
totalmente del equipo militar y del apoyo político estadounidense.
La prensa saudita está estrictamente controlada. Por eso fue importante
cuando el noticiero Arab News, el periódico principal bajo el control del
gobierno, admitió el primero de noviembre que: “El motivo real
detrás de la decisión de organizar una conferencia y las actividades
que se están dando ahora, han sido explicadas como un intento por
garantizar el apoyo árabe total a la posición de Estados Unidos sobre
las ambiciones nucleares de Irán....
“Es aparente que el Presidente Bush quiere hacer de la ocasión un
gran espectáculo con la participación de líderes mundiales
representando a los G-8, la ONU, el Cuarteto del Medio Oriente y los estados
árabes, aunque sólo se firmaría un acuerdo
vacío.”
Una observación similar llegó de la resistencia palestina la cual fue
excluida de la reunión. El líder de Hamas, Khaled Mashaal, dijo en
una rueda de prensa en Damasco, “Hay preparaciones para una agresión
en contra de Irán que podría incluir a otros
participantes—Siria, el Líbano y Hizbolá. Por lo tanto,
América nos está distrayendo con un juego falso y se está
preparando para uno real.”
El líder de alto rango de Hamas Muhammad Nazall dijo en otra entrevista:
“La razón detrás de la conferencia no es Palestina, sino para
ganar apoyo para un golpe contra Irán. La administración
estadounidense tiene que demostrar que está haciendo esfuerzos para
resolver la cuestión palestina, a la vez que toca los tambores de guerra
contra Irán”.
El periódico londinense The Guardian el 4 de noviembre dio una
explicación casi igual. Bush tiene que “verse haciendo algo
relacionado con el conflicto entre Israel y Palestina en un momento en que
tiene que acorralar a sus aliados árabes para la confrontación que
viene con Irán”.
En una reunión el 3 de noviembre con el Consejo Egipcio sobre Asuntos
Extranjeros, una organización de ex diplomáticos egipcios, el
secretario general del grupo, Osama al-Razali Harb dijo a la prensa, “Hay
mucha sospecha en todo el espectro político en Egipto que los EEUU
había convocado la cumbre para preparar el terreno en el Medio Oriente
para una confrontación con Irán”.
En un editorial en el New York Times del 6 de noviembre, David Brooks
explicó con aprobación: “Realmente no tiene que ver con Israel
y Palestina; es sobre Irán. ... Es un poco lamentable que el proceso de
paz en sí sea hueco. Es como celebrar una boda sin una pareja porque se
quiere reunir a los invitados para otro propósito. Pero ese hueco puede
llenarse después. Lo más importante es organizar a los que se oponen
a Irán con algún pretexto y entonces transformar la correlación
estratégica de fuerzas en la región”.
Un titular en el periódico The Guardian del 24 de octubre resumió la
opinión expresada en todas las capitales y por l@s polític@s de todas
las inclinaciones políticas sobre el resultado de la propuesta
reunión. Decía: “Por fin, consenso en el Medio Oriente: todos
están de acuerdo en que esas conversaciones están destinadas a
fracasar”.
Mientras que la presión de los EEUU e Israel ha sido exitosa en dividir a
las fuerzas de Abbas y Hamas creando así una gran división en el
liderato palestino, Israel no ha ofrecido virtualmente nada a Abbas en
recompensa. La táctica israelita y estadounidense es la de llevar a cabo
negociaciones para dar la impresión que algo está pasando mientras
que Israel no tiene planes de ofrecer nada. Quiere dividir y luego destruir al
movimiento palestino.
Castigo colectivo para Gaza
En todas estas discusiones no hay mención alguna y no hay cobertura
noticiera de la continua estrangulación de la población en Gaza. A
pesar de su retirada oficial hace dos años, Israel sigue controlando todo
acceso a la Franja de Gaza y permanece como poder ocupador, tanto en lo legal
como en lo práctico.
El año pasado l@s palestin@s eligieron por mayoría abrumadora a
Hamas, una fuerza musulmana vista como más intransigente hacia la
ocupación israelí.
Desde esta elección democrática, Israel, en un esfuerzo para doblegar
la voluntad de l@s palestin@s a resistir, ha confiscado cientos de millones de
dólares en impuestos palestinos que están en la obligación de
pagar a Palestina según acuerdos previos. Tanto Estados Unidos como la
Unión Europea han impuesto sus propias sanciones sobre Palestina y han
retirado sus ayudas. El comercio está cerrado. L@s trabajador@s palestin@s
no pueden viajar en busca de trabajo. Los productos agrícolas y hasta las
medicinas esenciales, las partes electrónicas, la reparación de los
servicios de saneamiento y alcantarillado están bloqueados. El resultado
es un enorme aumento en el desempleo, la pobreza y la malnutrición.
Ahora el castigo colectivo del pueblo de Gaza ha alcanzado un nuevo nivel.
Israel no está permitiendo que entren en Gaza provisiones de petróleo
para las 1.5 millones de personas que habitan la Franja. Esto no sólo
afecta la transportación, sino que tampoco funciona la electricidad ni la
extracción de agua para beber y para el saneamiento.
Gaza sigue resistiendo en su condición como gueto bloqueado y rodeado.
Cohetes israelíes golpean edificios de apartamentos y vehículos a
cualquier hora. Israel siempre dice que sus ataques son una respuesta a los
ataque de cohetes palestinos, pero la proporción de muertes palestinas a
muertes israelíes es de más de 30 a una.
Cuando cerraron Rafah, la frontera oficial para cruzar, las fuerzas israelitas
dijeron el 1 de noviembre que descubrieron y destruyeron siete túneles
más utilizados por militantes palestinos para pasar provisiones
esenciales, armas y personas. Los túneles pueden variar de extensión
desde 100 yardas a media milla. Cientos de túneles han sido destruidos,
pero inmediatamente el trabajo comienza para construir otros.
Los cantones de Cisjordania
A pesar de las muchas promesas israelíes de liberar a l@s más de
12,000 detenid@s polític@s palestin@s, una liberación publicada para
el mes sagrado de Ramadán, liberó solamente a 90 prisioner@s. Este
acto fue rápidamente revocado por la detención de 78 palestin@s
más, incluyendo a seis niños y dos mujeres. L@s detenid@s en el
centro de detención del Desierto Negev confirmaron que tres secciones
nuevas han sido añadidas al campamento.
A principios de noviembre, mientras representantes del gobierno de emergencia
de Abbas se reunían con políticos israelitas sobre una
“declaración de principios” que se revelaría en la
reunión de Anápolis, el ejército israelí anunció la
expropiación de otros 300 acres de tierra palestina cerca del
Jerusalén ocupado del Este.
La confiscación de la tierra era para construir un desvío que
efectivamente cortaría en dos a Cisjordania y hacer así imposible un
estado palestino contiguo. Esto asegurará aún más la
colonización de las masivas comunidades judías que dividen a
Cisjordania. El camino abrirá esta zona para 3,500 viviendas más y
docenas de negocios que se abrirían.
Hay ahora 563 puntos de inspección de vehículos en Cisjordania,
dividendo aún más la tierra en cantones al estilo del apartheid. El
movimiento libre y toda actividad económica normal se hacen
imposibles.
Las demoliciones, las confiscaciones de tierra, la expansión de las
colonias, los asesinatos, las incursiones armadas y la construcción del
muro de separación; todo esto continúa.
Ninguna de estas cuestiones será resuelta ni siquiera mencionada en la
reunión auspiciada por los Estados Unidos. La única posibilidad para
una paz verdadera en el Medio Oriente es que Estados Unidos se retire de la
región.
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