Resistencia nacional se enfrenta al imperialismo en Gaza
Por Joyce Chediac
Junio 20—Los recientes eventos en Gaza no han sido “una lucha por
el poder entre dos facciones rivales,” o “una guerra civil de cinco
días.” Estas descripciones que da la prensa capitalista son intentos
de esconder la verdad de los eventos.
La lucha en Gaza era una lucha entre dos fuerzas irreconciliables de clase. Por
un lado estaban las fuerzas de la resistencia nacional representadas por Hamas.
Por el otro lado estaban las fuerzas del imperialismo esclavista representadas
por una pequeña facción de Fatah bajo el presidente palestino Mahmoud
Abbas y Mohammad Dahlan, su consejero de seguridad. Este grupo concientemente
se prestó a los planes de Washington y Tel Aviv de expulsar a Hamas del
poder y revocar los resultados de las elecciones del 2006 que dieron a Hamas
una mayoría en el Parlamento Palestino.
“Nuestra lucha no es contra Fatah, que tiene una larga historia de lucha,
sino en contra de este grupo de agentes de Fatah que sigue la agenda de los
Sionistas,” explicó Abu Obviada, vocero de las Brigadas Qassam de
Hamas. Hamas reconoce la presidencia de Mahmoud Abbas y le ha pedido que se les
una en un nuevo gobierno de unidad.
Hamas se vio forzado a defenderse destruyendo las fuerzas armadas de las garras
del imperialismo antes de que estas garras destruyeran a Hamas. Es por eso que
Hamas dio el primer paso en contra de las fuerzas de seguridad de Fatah,
especialmente contra las fuerzas de la Seguridad Preventiva y la Guardia
Presidencial, las cuales obedecen a Mohammad Dahlan. En la furia del combate,
puede que militantes genuinamente antiimperialista, y anti Israel en el lado de
Fatah fueran absorbidos erróneamente en la lucha. Sin embargo esto no
cambia el carácter clasista de la lucha.
Hamas y Gaza necesitan del apoyo mundial
Estados Unidos, Israel, la Liga Árabe y la Unión Europea se han
puesto en contra de Hamas rápidamente, lanzando amenazas adicionales a ese
grupo y a los 1,4 millones de personas que viven en Gaza. Hamas y la lucha
palestina necesitan el apoyo de progresistas en el mundo entero en este momento
tan crucial.
L@s palestin@s, quienes necesitan desesperadamente un movimiento fuerte y
unido, han reaccionado a los eventos en Gaza y la consecuente división con
mucho dolor. Por los constantes ataques de Israel, la situación en los
territorios ocupados es desesperada. Pero sería peor si Hamas hubiera sido
derrotado en Gaza por el grupo Fatah. Este grupo se opuso a todos los intentos
de Hamas de lograr la unidad en contra de los israelitas y no hizo nada cuando
Israel arrestó a 40 legisladores de Hamas. El grupo insistió en la
provocación hasta el punto de tratar de asesinar al primer ministro de
Hamas, Ismael Haniyeh
Unas citas de las calles de Gaza revelan lo que esta cooperación
Abbas-Dalanh con los Estados Unidos y la desestabilización israelita trajo
al pueblo. Harem Shurrab de 22 años de edad, trabajador en Gaza, dijo en
una entrevista por el noticiero aljazeera.net el 15 de junio que “Yo me
sentí muy triste por lo que pasó...[pero] algo bueno es que Hamas
apuntó en contra de muchos colaboradores que trabajaron para Israel y
cometieron muchos crímenes—como asesinatos contra palestinos
sólo porque tenían barbas, además bombardeaban supermercados y
casas que eran de Fatah.”
Continuando con su intervención descarada, “Estados Unidos
había discretamente alentado al Sr. Abbas para que disolviera el gobierno
palestino y destituyera al Primer Ministro Ismail Haniya”, (New York
Times, del 15 de junio) Esto es precisamente lo que hizo Abbas, ignorando las
ofertas de Hamas para restablecer el gobierno de unidad.
En violación a la Constitución palestina, y con regocijo de
Washington, él ha despedido a Hamas y a todo el gobierno electo y ha
nombrado un gobierno de emergencia y un primer ministro ex oficial del Banco
Mundial que es el escogido de los imperialistas occidentales. Este nuevo
gobierno, en el cual fue elegido sólo Abbas, aduce que representa la
población de la Franja Occidental, y en verdad rige bajo el puño de
hierro de la ocupación israelí, donde todas las fuerzas de lucha
tienen que mantenerse en la clandestinidad.
Ahora Bush se refiere a Abbas como “presidente de todos los
palestinos”, y el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, está
llamando a Abbas un “amigo”. Sin embargo, ni Washington ni Tel Aviv
tienen la intención de otorgar la verdadera soberanía al pueblo
palestino, por el temor de su potencial revolucionario.
‘No lucharán por una agenda
estadounidense’
EEUU e Israel fueron cogidos desprevenidos, y les fue entregada una derrota
contundente con el colapso de las fuerzas de seguridad de Fatah. Hasta el New
York Times, en un editorial del 15 de junio, describe lo ocurrido en Gaza como
“una derrota para Israel y la política americana”. EEUU, que
considera a las personas como una mercancía que se compra y se vende,
quedó verdaderamente asustado con la rapidez con que colapsaron las
fuerzas mejor armadas y más numerosas de Fatah ante el asalto de
Hamas.
Pero el pueblo tiene corazón y mente. Aunque la pobreza pudo haberles
forzado a inscribirse en las fuerzas de seguridad, muchos soldados de Fatah no
tuvieron el alma para hacer cumplir una agenda pro sionista y pro imperialista
contra su propio pueblo.
El Observer del 17 de junio reporta que miembros dentro de Fatah apoyan las
acciones de Hamas. El ex miembro de alto rango de Fatah, Khaled Abu Helah dijo
por la estación de televisión de Hamas que el “acogió
positivamente la limpieza por parte de Hamas de los traidores y colaboradores
en Fatah”. Además, “algunos oficiales en la guardia
presidencial habían enviado sus tropas a casa cuando comenzó el
combate”.
Un residente de Gaza agregó, “Los combatientes de Hamas no
recibían salarios. Ellos creían en lo que estaban haciendo. Algunos
combatieron por cuatro días sin ir a sus casas.
“Las fuerzas de seguridad de Fatah pelearon por sus mil siclos o por un
paquete de cigarrillos. Dahlan había usado la pobreza para reclutar. La
mayoría ni siquiera se presentó para defender sus estaciones. Muchos
se quedaron en casa. La mayoría no se puso los uniformes. Decenas llamaron
al Qassam y dijeron, ‘Queremos irnos, dénos seguridad y pasaje
seguro’. La mayoría de la gente decente de la seguridad no quiere
luchar para Dahlan, o Israel o América. No se sienten que deben morir por
la agenda americana [EEUU] o israelí”.
En el pasado hubo un tiempo cuando las fuerzas de Fatah sentían que
tenían algo por qué luchar. Uno de sus momentos más excelentes
ocurrió durante el asedio estadounidense-israelí de Beirut en 1982.
Por siete semanas Israel atacó Beirut por tierra, mar y aire, cortando los
suministros de alimento y agua y desconectando la electricidad durante una
intensa ola de calor. Pero el pueblo armado y los guerreros heroicos, quienes
mayormente se identificaban con Fatah, se mantuvieron fuertes bajo condiciones
insoportables, defendiendo el campo y los suburbios y rehusaron rendirse. Su
persistencia forzó un trato negociado e inspiró a l@s trabajador@s y
a los pueblos oprimidos alrededor del mundo.
Estos luchadores de Fatah mostraron al mundo que sólo la lucha gana
concesiones, especialmente en una lucha de liberación nacional tan acosada
como la lucha Palestina. Hoy es Hamas la que está atacada por emprender
esta lucha. Esa organización, y tod@s l@s que luchan por Palestina,
necesitan urgentemente del apoyo activo de tod@s quienes valoren la justicia y
la libertad.
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