Corte Suprema de Justicia avanza agenda derechista
Por Deirdre Griswold
El primer período completo de la Corte Suprema de Justicia encabezada por
el Juez Principal John G. Roberts, hijo, terminó el 28 de junio con
una lluvia de decisiones derechistas. Llegaron después de meses de
decisiones que erosionaron las libertades civiles e incrementaron los poderes
de las corporaciones y del estado.
Como resultado, los movimientos progresistas de toda clase están
discutiendo cómo dar vuelta atrás a esta intensificada ofensiva
derechista.
La administración de Bush está totalmente desacreditada entre las
masas, y tod@s l@s senadores y representantes que van a buscar su
reelección o que tiene ambiciones presidenciales, tienen que trabajar
mucho para desasociarse de los últimos seis años de guerra y
represión. En este clima político, el tercer pilar del gobierno, el
poder judicial, se ha presentado para profundizar los ataques contra los
pueblos oprimidos, la clase trabajadora en general y también secciones de
la clase media.
A tod@ estudiante se le enseña que el gobierno de los Estados Unidos fue
diseñado para compartir los poderes del estado entre las tres ramas:
ejecutiva, legislativa, y judicial. Este sistema político de
“controles y balances” supuestamente protege al pueblo de cualquier
rama que se volviera en un instrumento de tiranos con ansias de poder.
Pero lo que no enseñan, sin embargo, es que la extrema y creciente
concentración de riquezas en un polo de la sociedad, y pobreza en el otro,
como resultado natural de un sistema capitalista donde todo –hasta el
agua que tomamos— eventualmente se vuelve en la propiedad privada de los
ricos, también determina cómo estas ramas del gobierno funcionan.
Mucho se ha escrito en años recientes sobre “la presidencia
imperial” que ha emergido en los EEUU, donde el presidente y sus socios
en la rama ejecutiva han evadido al Congreso y la Constitución
repetidamente iniciando guerras y otras intervenciones hostiles alrededor del
mundo.
Pero las decisiones hechas por la Corte Suprema de Justicia en este
período demuestran que ella también tiene vínculos con los ricos
y poderosos y está torciendo la ley para controlar aún más
cualquiera que pueda desafiar el orden establecido. ¿Y cuál es ese
orden? Una dictadura de clase, principalmente de hombres blancos dueños de
riquezas fabulosas que están concentradas mayormente en la propiedad de
corporaciones gigantescas e instituciones financieras que dominan la vida
económica.
Se repite la segregación de las escuelas
La decisión de la corte que tendrá el impacto más amplio
invalidó programas en Louisville, Kentucky, y en Seattle que han ido
asignando alumn@s a diferentes escuelas para promover un balance racial.
Programas semejantes existen en cientos de distritos escolares alrededor del
país.
La decisión histórica de 1954 “Brown vs. Junta de
Educación” de la Corte Suprema de Justicia, había ordenado el
fin de la segregación en las escuelas de los estados sureños,
determinando que el antiguo argumento segregacionista de escuelas
“separadas pero iguales” era un fraude. Pero el racismo en
viviendas y empleos existía en los estados del Norte también, donde
no había leyes de segregación. Incluso después del fin de la
segregación formal, alumn@s negr@s a través del país siguieron
concentrad@s en los distritos donde a las escuelas les faltaban fondos y
estaban descuidadas.
Para los años 1970, en el cenit de las luchas masivas y militantes para
los derechos civiles y para la liberación de la gente negra, los programas
para lograr un balance racial en todas las escuelas, del Norte y del Sur,
quedaron establecidos para implementar la decisión judicial de 1954. Esos
programas ahora han recibido un duro golpe.
Un editorial del New York Times del 29 de junio sobre la reciente decisión
de la Corte Suprema de Justicia, intitulado “Re-segregación
Ahora”, destaca que mientras que EEUU es ahora más diverso que
nunca, las escuelas ya se estaban volviendo más segregadas que antes de
esta decisión judicial. También destaca que más de uno en cada
seis niñ@s negr@s “ahora asisten a escuelas que son 99 hasta un 100
por ciento compuesto de estudiantes minoritarios” y predice que
“Esta re-segregación probablemente se va a volver peor como
resultado del fallo de la corte”.
La cuestión aquí no es si es mejor o no la integración o la
separación para la comunidad africana-americana. Esto queda para que la
gente negra lo decida. Muchos padres y líderes en la comunidad pueden
preferir escuelas modernas, con fondos adecuados más cerca de casa, donde
maestr@s y administradores negr@s puedan determinar el currículo. Esto
debe ser su derecho.
Pero este fallo no hará nada para promover tal resultado. Por lo
contrario, es una decisión judicial por una corte derechista que va a
disminuir las oportunidades educativas disponibles a muchos alumn@s negr@s y
aumenta aún más las diferencias que ya existen.
Una victoria para precios monopólicos
El mismo día que este fallo, la Corte Suprema de Justicia también
descartó una parte de la Ley Antimonopolio Sherman, en vigor por casi un
siglo, que prohibía que fabricantes y distribuidores se unieran para
establecer conjuntamente un precio mínimo al por menor. Estos capitalistas
ahora están libres para conspirar juntos y mantener altos los precios al
por menor.
Siguiendo su movida derechista, la corte dictaminó que las autoridades en
Alaska no violaron los derechos de libre expresión de un alumno cuando le
suspendieron por haber alzado una pancarta que leía “Bong Hits 4
Jesus” en un evento deportivo. A pesar de que nadie realmente sabe lo que
significaba precisamente el letrero irreverente, la corte lo interpretó
como una promoción de drogas ilícitas.
Miles de casos llegan a la Corte Suprema de Justicia cada año. Esta
sólo escoge unos pocos para considerarlos y hacer dictámenes. El
hecho de que esta corte escogió ese caso aparentemente de poca importancia
en el cual intervenir contra la libre expresión académica revela una
vez más que el lema de los conservadores sobre la defensa de las
autoridades locales contra la imposición del terrible y todopoderoso
gobierno federal, en adición a su fingida oposición a la
interferencia en las vidas de l@s ciudadan@s, no es nada más que una falsa
postura.
Este es la Primera Parte del artículo, la Segunda Parte se
publicará en el próximo número.
(Copyright 2005-2012, Workers World. Todos los derechos reservados. Permiso para reimprimir
artículos dado si se cita la fuente. Para más información
escriba a: Mundo Obrero/Workers World, 55 W. 17 St., NY, NY 10011; por e-mail:
[email protected]. WWW: http://www.workers.org)
|