Por John Catalinotto
Durante los últimos cuatro años y medio, el ejército más
poderoso del mundo se ha encontrado en un atolladero en Irak. De algún
modo, sin base en el exterior ni financiamiento de otro país, sin selvas
ni cordilleras donde esconderse, una resistencia local ha forzado al
Pentágono a arrodillarse. ¿Cómo podría pasar esto?
Vea “Meeting Resistance” (Conociendo la resistencia) y sabrá
cómo contestar esa pregunta.
Steve Connors y Sally Bingham comenzaron a trabajar en su filme en agosto de
2003, justo cuando la resistencia iraquí estaba comenzando a cobrar
fuerzas y a ser reconocida en reportajes de los medios y del gobierno
estadounidense.
Su técnica, y el punto fuerte de la película, fue dejar relatar
la historia a los iraquíes que participan en la resistencia. Claro que
cualquier director/a escoge el material y lo presenta en la forma que considere
más efectiva. Pero en este documental uno apenas está consciente de
ese proceso.
L@s nueve iraquíes y el joven combatiente sirio voluntario que cuentan sus
historias durante un período de 10 meses no son interrumpid@s por l@s
directores. Representan varios sectores de la sociedad iraquí —
maestros, soldados, religiosos, amas de casa. Una sola fuerza dinámica les
une: el deseo de expulsar a los estadounidenses ocupadores.
Algunos de estos luchadores eran opositores vehementes de Saddam Hussein, pero
aún los que lo odiaban, odian aún más el ver a las fuerzas
ocupadoras extranjeras satanizar al ex-líder iraquí. Su sentido de
nacionalismo iraquí—el nacionalismo de un país oprimido ahora
por las fuerzas ocupadoras estadounidenses—y de ser musulmán,
motivaron su lucha. Todos no eran religiosos cuando comenzaron su trabajo en la
resistencia, pero fue obvio que el Islam les proveyó una ideología
que no sólo aprueba la resistencia sino que la hizo una condición
para llevar una vida virtuosa.
Una mujer, la esposa de un soldado, habla de la mezcla de miedo y orgullo que
siente al entregar mensajes y armas a los combatientes de la resistencia.
Ningún miembro de la resistencia es mostrado con claridad suficiente para
poder ser identificado. L@s director@s también evitaron filmar batallas,
evitando comprometer su papel básico, el de dejar a l@s iraquíes
contar sus historias. Todos los luchadores son muy humanos y están muy
firmes en su deseo de expulsar a los estadounidenses de su país.
Si este documental no es distribuido ampliamente en los cines comerciales, el
movimiento en contra de la guerra aquí en los Estados Unidos, debe
asegurarse de que sea visto. L@s activistas contra la guerra deberían
verlo para llevar la lucha a otro nivel. L@s soldad@s y l@s miembr@s de la
Guardia Nacional que se están cuestionando la guerra deberían verlo
precisamente para saber a qué se van a enfrentar; much@s decidirán
sin duda que si fueran iraquíes, también se unirían a la
resistencia.
Solo aquell@s cuya capacidad de pensar está deformada por la arrogancia de
la ideología imperialista estadounidense podrían salir de ver a
“Meeting Resistance” y pensar que Washington puede imponer su
voluntad sobre el pueblo iraquí
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