Mundo Obrero
PÁGINA PRINCIPAL : :  ARCHIVO : 2012 : 2011 : 2010 : 2009 : 2008 : 2007 : 2006 : 2005
Correspondencia sobre artículos en Workers World/Mundo Obrero pueden ser enviadas a:
[email protected]

Fracasa la nueva ofensiva de EEUU en Irak

Por Deirdre Griswold

Donald Rumsfeld, Dick Cheney y Condoleeza Rice buscaron una audiencia propicia y pro militarista a fines de agosto como plataforma favorable para la cobertura mediática de la intransigencia de la administración Bush acerca de la guerra en Irak.

Rumsfeld dijo el 29 de agosto en Salt Lake City en Utah a la convención anual de la Legión Americana—la más derech ista de las mayores organizaciones de veteranos—que los críticos de la guerra eran “unos apaciguadores”. Llamó a los grupos en el Medio Oriente que resisten la agresión de los Estados Unidos e israelita, un “nuevo tipo de fascismo.”

Rice, dirigiéndose al mismo grupo, dijo que Estados Unidos no debe retirarse del Medio Oriente, el cual está progresando hacia la “democracia,” o las consecuencias serán “severas.”

‘Las naciones civilizadas’

Tanto Rumsfeld como Cheney el día anterior habían llevado mensajes similares a la organización de Veteranos de Guerras Extranjeras en Reno, Nevada. Y Cheney con tinuó esto con un viaje a la base aérea Offutt en Nebraska, donde dijo que no debe haber retirada de las “naciones civilizadas.”

Se cree que él se refirió a los Estados Unidos y no a Irak, donde cada expresión física de su civilización milenaria ha sido el blanco para su destrucción desde la invasión por los Estados Unidos—comenzando con el robo del famoso museo arqueológico de Bagdad después de que las tropas del Pentágono ocuparan por primera vez la ciudad.

Mientras tanto, en Irak la resistencia a la ocupación se expande y el ejército títere del que Rumsfeld dice que tomará el puesto de las tropas del Pentágono, ya se está comenzando a rebelar.

En Diwaniyah, una ciudad a 100 millas al sur de Bagdad, batallas significativas brotaron el 28 de agosto entre las tropas títeres respaldadas por ataques aéreos de los Estados Unidos y la milicia del ejército Mahdi, cuyo líder político es el clérigo chiíta Moqtada al-Sadr. Tres días antes, el supuesto ejército iraquí había arrestado a tres importantes seguidores de Al-Sadr. Esto fue seguido por redadas a las vecindades defendidas por el ejército Mahdi.

Después de doce horas de intensa lucha, “si vio muy claro quién había ganado,” según reportó el periódico Washington Post el 29 de agosto. La ciudad todavía se encontraba bajo “el control absoluto” del ejército miliciano Mahdi.

Anteriormente en el mismo mes de agosto, las tropas estadounidenses e iraquíes habían atacado al fuerte de
al-Sadr en Bagdad, incluso con ataques aéreos sobre las áreas pobladas. Esto
fue un acto tan enteramente criminal de las fuerzas de la ocupación que hasta Nuri Kamal al-Maliki, el primer ministro del gobierno títere denunció a los Estados Unidos diciendo que él no
había dado el permiso para los ataques.

General de EEUU admite rebelión

La ofensiva desató una rebelión entre las tropas iraquíes en el sur a las que les habían dicho que serían enviadas a Bagdad para “restaurar el orden”, admitió el General Brigadier de Estados Unidos, Dana Pittard en una videoconferencia desde Irak el 28 de agosto. Pittard supervisa el entrenamiento de las fuerzas iraquíes por los Estados Unidos.

Pittard dijo que el motín involucró alrededor de 100 soldados basados en la provincia Maysan, fronteriza con Irán.

“Esta no es la primera vez que soldados iraquíes han rehusado desplegarse a una zona distante”, escribió el New York Times el 29 de agosto. “Una gran cantidad de soldados de una unidad mayormente kurda en el norte de Irak, el Segundo Batallón, Tercera Brigada de la Segunda División Iraquí, rehusó trasladarse a Ramadi donde tropas americanas han estado involucradas en una dura batalla para retomar la ciudad de los insurgentes, notó el General Pittard”.

El artículo del Times agrega que muchos soldados iraquíes renunciaron, quedando la fuerza de algunas divisiones tan baja como en un 35 por ciento.

A pesar de que la terrible pobreza y la alta tasa de desempleo fuerzan a los jóvenes a inscribirse en el ejército, la fortaleza de la resistencia y la ira popular contra los colaboradores de la ocupación fuerzan a muchos a salirse de él.

El ataque contra la Ciudad Sadr de Bagdad fue parte de la operación militar más reciente de los EEUU, llamada Juntos Adelante, que está supuesta a romper la resistencia. El plan suena como algo prestado de los manuales Nazis de las fuerzas de ocupación durante la Segunda Guerra Mundial.

“En el plan, las fuerzas americanas e iraquíes proceden paso a paso por la ciudad, vecindario por vecindario, en un esfuerzo para sacar a los insurgentes y a las milicias. Una vez que las zonas están aseguradas, el plan es de entregarlas a la policía iraquí, que funcionará con consejeros americanos. Se van a gastar millones de dólares de fondos americanos e iraquíes para restaurar servicios vitales, crear empleos y, esencialmente, intentar establecer apoyo al nuevo gobierno de Irak.

“Doce mil tropas adicionales han sido enviadas a Bagdad para llevar a cabo la operación, 7.000 de las cuales son americanas. Algunas de las tropas americanas han sido desviadas de otras partes de Irak. Los soldados iraquíes que han rehusado desplegarse de las áreas de Maysan iban a ser parte de los refuerzos militares iraquíes”. (New York Times, 29 de agosto)

Esta ofensiva ya ha conducido a grandes bajas entre civiles iraquíes y las tropas de todos los lados.

La intensa campaña propagandística de parte de la administración de Bush no puede cambiar la realidad: su esfuerzo para conquistar Irak ha fracasado.


: :  MUNDO OBRERO : :  NOTICIAS EN INGLES  : :