Un debate sobre Irak corre en Bretaña
Grupos musulmanes y contra la guerra convocan a una concentración de solidaridad
Por Deirdre Griswold 13 de Julio - Dos reacciones opuestas
emergieron en Bretaña luego de los cuatro ataques coordinados en el
sistema de tránsito de Londres el 7 de julio donde murieron más de
50 personas. Mientras los trabajadores de emergencia y de tránsito
continúan el arduo trabajo de recuperar los cuerpos destrozados de las
personas que murieron en los tres trenes subterráneos y en el
autobús de doble piso, el gobierno ha anunciado que cree que cuatro
atacantes suicidas de la ciudad West Yorkshire del condado de Leeds son los
responsables. Identificando a cuatro jóvenes de herencia pakistaní
nacidos en Bretaña. West Yorkshire es un área industrial en
decadencia en el norte de Inglaterra con áreas muy pobres donde el
Partido Nacional Británico, un grupo antiinmigrante de extrema derecha,
ha estado tratando de culpar a los inmigrantes por las fallas causadas por el
capitalismo. La noticia de la policía fue precedida por grandes
redadas en las comunidades árabes y musulmanas, especialmente en el
norte. Unos 1,6 millones de musulmanes viven ahora en Bretaña. En su
mayoría vienen de países de Asia y del Medio Oriente,
países que una vez fueron colonias británicas y que aún son
fuentes lucrativas para las corporaciones y bancos británicos. El
periódico The Guardian de Londres reportó el 13 de julio que por
lo menos 300 incidentes de violencia identificados como “crímenes
de odio” han sucedido desde los ataques—en otras palabras, ataques
racistas contra personas que son percibidas como musulmanas o en algunos casos
simple mente no blancas, incluyendo el “asesinato de un hombre en
Nottingham después de que le hubieran gritado epítetos anti
musulmanes.” Este brutal racismo ha sido instigado por los
periódicos sensacionalistas y por los pronunciamientos del gobierno de
Tony Blair, el cual está usando la lógica de “buenos contra
malos” y la retórica de la Casa Blanca de George W. Bush para
caracterizar a esta terrible tragedia que ha caído sobre los trabajadores
británicos. La Reina Isabel puso su grano de arena al decir que los
ataques no cambiarían “nuestra manera de vivir.” No estuvo
claro si se refirió a la vida de la familia real, la cual recientemente
gastó medio millón de dólares para enviar al
Príncipe Charles en un viaje a Australia, Sri Lanka y Fiji. Sin
embargo, en contraste a todo esto está el análisis proveniente de
los movi mientos contra la globalización y contra la guerra. Ellos han
podido reunir a cientos de miles de manifestantes en contra de la guerra y la
ocupación en Irak y Afganistán tan recientemente como durante la
reunión de los G-8 en Escocia, la cual ocurría al tiempo en que
explotaban las bombas en Londres. Varias concentraciones y vigilias
grandes de protesta se han dado en Londres durante la última semana.
Oradores prominentes han llamado al movimiento a mantenerse firme frente a la
tormenta de reacción política. La Coalición Alto a la
Guerra y la Asociación Musulmana del Reino Unido han llamado
conjuntamente a una concentración política el 17 de julio
“en solidaridad con las familias de los muertos y heridos y en
oposición al racismo y la ‘Islamofobia’ que ha resultado
desde los ataques del jueves”. El 9 de julio, dos días
después del atentado, una vigilia fue celebrada en el Jardín de
Paz en la sección Euston de Londres. Una multitud de muchas
nacionalidades participó. Según la Coalición Alto a la
Guerra, “El mensaje contundente fue uno de solidaridad y simpatía
con familias que habían perdido seres queridos en Irak y
Afganistán y en los atentados terroristas en Londres, de estar hombro a
hombro con la comunidad musulmana y de llamar al fin de la guerra de terror y a
un compromiso a la paz”. Uno de los oradores fue George Gallo way,
un miembro del parlamento que se retiró del Partido Laboral en disgusto
sobre el apoyo del Primer Ministro Tony Blair por las invasiones y ocupaciones y
quien fue re-elegido recientemente como candidato independiente en el Partido
del Respeto. Galloway ha experimentado una presión enorme de los
medios de comunicación del establecimiento británico por su
oposición a la guerra. Él dijo a la multitud: “Cuando
las Fuer zas Armadas de los Estados Unidos, con sus espaldas protegidas por las
fuerzas armadas nuestras redujeron a escombros la ciudad de Faluya, ni siquiera
un susurro fue escuchado en la Cámara de los Comunes. “Un
pantano de odio hacia este país ha sido alimentado por la invasión
y la ocupación de Irak, por la diaria destrucción de casas
palestinas y por la ocupación de Afganistán.
… “La única manera de salir de esta ciénaga es
cambiando las políticas que nos han llevado a ella. Como el pueblo
español nos enseñó el año pasado, la salida es
retirando las tropas de Irak y rompiendo con la guerra de Bush contra el
terrorismo. Es atender las quejas a través de la región, no
contribuir a ellas apoyando a Ariel Sharon de Israel, y a los reyes y
presidentes corruptos de Arabia”. Otra voz prominente de la
izquierda en este período ha sido la de Tariq Ali, un escritor,
periodista y cineasta nacido en Pakistán, que dijo en un encuentro
“Marxismo 2005” el 8 de julio: “Tenemos que estar bien
claros. Si matar a civiles inocentes en Londres es bárbaro, y lo es,
entonces ¿cómo se define matar más de 100,000 civiles
iraquíes? “En la cultura dominante occidental hay una
creencia profundamente arrai gada de que la vida de civiles occidentales de
alguna manera vale más que la de los que viven en otras partes del mundo
— especialmente aquellas partes que están siendo bombardeadas y
ocupadas por el Occidente . . . Si los medios en Bretaña dedicaran
una cuarta parte de la cobertura que dieron a los bombardeos de Londres a lo que
está siendo perpetrado a los civiles en Irak, habría un movimiento
enorme e incontrolable contra la guerra. “Hoy en día hay
información disponible al público sobre soldados estadounidenses
que han disparado contra presos iraquíes. Cuando se les pregunta por
qué lo hicieron, ellos dicen ‘Estábamos siendo bondadosos
con ellos, estaban heridos y les quitamos su dolor.’ “Ellos
han humillado a presos en Abu Ghraib, lo cuál es bien conocido, pero
también tienen centros de tortura en Jordania, Pakistán y Egipto
adonde mandan personas para ser torturadas por
especialistas. “Sabemos que ellos han promulgado la política
de orinar y defecar sobre los presos para humillarlos. “Así
es como se portan los colonialistas. No saben otra manera porque no hay otra
manera si se está ocupando el país de otra persona. Es la
lógica de la ocupación colonial. Esta es la continuidad de lo que
hacen los imperios. “Yo recuerdo la ocupación francesa de
Argelia. Los franceses llamaban a los argelinos terroristas sucios porque
bombardeaban cafés en Argel. “El Frente Nacional de
Liberación Argelino solía responder, ‘Hacemos lo que tenemos
que hacer para correrlos a ustedes de nuestro país. Si no quieren que
bombardeemos los cafés donde ustedes y sus amigos se sientan, entonces
por favor préstennos algunos aviones bombarderos y así podemos
bombardear sus cuarteles.’ “A lo largo de la Guerra de Vietnam
los Estados Unidos denunciaban a los vietnamitas por colocar bombas en la
capital, Saigón. Pero la resistencia tenía que hacer eso para
hacer el país ingobernable. “No es una cosa bonita. Pero el
carácter de la ocupación determina la forma de la resistencia
— esto es cierto en cada instancia. “Nosotros en el movimiento
contra la guerra no debemos desesperarnos cuando ocurren acontecimientos como
las explosiones en Londres . . . Hasta que no haya una solución
política, el terror seguirá. . . “Las ideas que hemos
avanzado — la conexión entre las explosiones y la guerra en Irak
— son más o menos las ideas encontradas en las calles de
Bretaña. Perso nas a las cuales ni siquiera les gustamos están
diciendo, ‘Si no hubiéramos ido a Irak, quizás no nos
hubieran bombardeado.’ “Por eso la clase dominante se ha unido
en torno a la idea de que esto no tiene nada que ver con Irak. Tenemos que estar
claros — sí tiene algo que ver con Irak, y si no nos retiramos de
allá, puede pasar de nuevo.”
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