Racistas detrás de la guerra contra migrantes

Los ultra-racistas y belicistas como Donald Trump, Jeff Sessions, John Kelly y sus agentes de Inmigración y Control de Aduanas están estableciendo la agenda migratoria de Washington a favor del sistema capitalista.

Esto está intensificando la guerra moderna que comenzó en el 2006 para criminalizar a las/os migrantes en EUA. Pero es una guerra que será finalmente ganada por la unidad de toda la clase trabajadora, ya sea nacida en el exterior o en EUA.

Esta guerra contra las/os inmigrantes no es diferente del empuje belicista del gobierno a través del Pentágono hacia la guerra imperialista en Siria o Corea del norte. De hecho, la intervención estadounidense en el exterior es una causa primordial de migración forzada.

Washington también está adoptando una postura muy peligrosa y amenazadora contra la Revolución Bolivariana en Venezuela. Es similar a cuando el presidente Barack Obama y la entonces secretaria de estado Hillary Clinton orquestaron el golpe en Honduras en el 2009, que creó una migración forzada adicional de ese país.

La cuestión de la inmigración en EUA también está vinculada de manera crítica a la crisis de las/os refugiados en Europa. Mientras EUA lanza misiles en Siria con el pretexto de cuidar a las/os niños, el gobierno de Trump rechaza hipócritamente admitir refugiadas/os sirios a este país.

La mayoría de las/os refugiados sirios van a los países de Europa occidental, que es también el destino de inmensas masas de migrantes de otros países de Oriente Medio, África del Norte y Europa del Este. Las condiciones para estas/os refugiados en Europa son tan malas como las de las/os migrantes en la frontera entre EUA y México.

La guerra contra y el ruego de las/os migrantes, tanto en EUA como en Europa, está profundamente conectada con todas las luchas, ya sea la lucha contra el cambio climático o los recortes en Medicaid o la lucha por la salud, los derechos sindicales y la educación. Está conectada con el movimiento Vidas Negras Importan, ya que las/os inmigrantes negros y musulmanes son atacados desproporcionadamente.

DHS encabezado por general del Comando Sur

El sitio web del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, Siglas en Inglés), dice que “tiene una misión vital: proteger a la nación de las muchas amenazas que enfrentamos”.

El actual secretario del DHS es John Kelly, un general retirado que pasó 45 años en las fuerzas armadas.

El 18 de abril, Kelly habló en la Universidad George Washington. Un editorial del 21 de abril del New York Times resumió sus comentarios como una alarma de miedo: “El tono que él establece sólo puede alentar el comportamiento abusivo entre sus oficiales … contra los inmigrantes, y también conducir a la restricción de las libertades civiles y la privacidad”. Su “discurso apocalíptico convierte la islamofobia y el inmigrante como chivo expiatorio que encendió la campaña de Trump, en órdenes para los agentes y los burócratas federales que aplican de ley”.

La historia de Kelly es clave para entender su papel actual. Es belicista, uno de los responsables de la destrucción criminal y de innumerables muertes en Irak.

Él fue jefe del Comando Sur de los EUA, que incluye la Bahía de Guantánamo en Cuba, ocupada ilegalmente por el Pentágono y usada durante los últimos 16 años como una prisión de tortura para personas secuestradas en otros países y privadas de derechos o juicio.

Como jefe del Comando Sur, Kelly también estuvo profundamente involucrado con todas las actividades militares de EUA en América del Sur y Centroamérica en los años ochenta.

Ese fue un período importante en la historia centroamericana. Las/os nicaragüenses, guatemaltecos, salvadoreños y hondureños luchaban heroicas e importantes batallas revolucionarias para liberarse de la dominación colonial e imperialista.

Si se les hubiera permitido controlar sus propios destinos, no veríamos la migración forzada de hoy.

Ahora John Kelly está trabajando sin descanso para deportar a tantas/os centroamericanos como sea posible a una muerte cierta y a la miseria. Y continúa la racista y peligrosa islamofobia de Trump, que intenta culpar a las/os musulmanes por cada acto de terror.

Kelly es también un firme defensor de mantener abierta la cárcel de Guantánamo a toda costa. Investigadores de derechos humanos de las Naciones Unidas y otros organismos demostraron que los prisioneros, especialmente musulmanes, han sido detenidos allí en violación de sus derechos humanos y civiles.

De hecho, el Centro de Derechos Constitucionales, que ha liderado la lucha legal contra Guantánamo y representó a algunos de los detenidos, declaró que la “agresiva supervisión de la prisión militar ilegal … lo descalifica” de dirigir el DHS.

Las noticias informan que Kelly apoya la técnica de tortura por ahogamiento.

“Presidiendo sobre una población de detenidos sin acusaciones ni condenas por delitos, Kelly los trató con brutalidad”, informó CCR. “Su respuesta a la huelga de hambre pacífica de los detenidos en 2013 fue la alimentación punitiva forzada, aislamiento y balas de goma. Además, saboteó los esfuerzos de la administración Obama para reasentar a los detenidos”.

Esta es la persona que ahora envía agentes ICE a las casas de las/os trabajadores que sólo quieren poner comida en las mesas de sus familias.

¡Dinero para la gente, no para campos de concentración!

Durante la campaña electoral del año pasado, Trump prometió que la inmigración sería una piedra angular de su administración. Ahora está cumpliendo esa promesa.

La administración Trump está reuniendo una vasta fuerza de deportación cuyas políticas están siendo llevadas a cabo por agentes de ICE que han expresado públicamente su odio hacia las/os inmigrantes.

El Washington Post informó el 12 de abril que había obtenido una nota interna de evaluación del DHS que reveló que el Departamento ha asegurado 33.000 camas más de detención para alojar inmigrantes. Estos lugares de detención evocan el período atroz de los campos de internamiento japoneses en la década de 1940.

Las detenciones son sólo una parte de las políticas de inmigración rápidamente aplicadas por la administración Trump. El DHS está trabajando más cerca que nunca con las fuerzas policíacas locales, que están siendo capacitadas para desempeñar los roles de ICE. Está tratando de contratar a más agentes de ICE rápidamente e incluso puede terminar las pruebas de polígrafo y de aptitud física. Esto abre la posibilidad de contratar más que nunca agentes matones.

Las deportaciones aumentarán bajo Trump. Inmediatamente después de asumir el cargo, firmó órdenes ejecutivas que ampliaron el grupo de inmigrantes indocumentadas/os e incluso documentados para ser señalados como una prioridad para la remoción.

Un informe sobre Kelly del 16 de abril en el New York Post dijo que “bajo las reglas de inmigración más duras de la Administración Trump, incluso un DUI** único puede iniciar el proceso de deportación”.

Esto significa que un migrante detenido en la carretera puede ser fácilmente puesto en el sistema, detenido y deportado.

Y se pone peor.

Lo que antes era una visita rutinaria para las/os indocumentados se ha convertido en un día de terror. Antes de la era de Trump, los oficiales del DHS aplicaban “discrecionalidad procesal”, lo que llevó a la deportación de supuestos criminales convictos, mientras que aquellas/os sin antecedentes penales se podían quedar.

Eso ha cambiado. Ahora muchas/os de los que entran a la corte para su vista anual no regresan. Así que ser indocumentado ahora está siendo tratado como un crimen.

El movimiento de derechos de inmigrantes señala que la retórica sobre los inmigrantes “criminales” o “no criminales” es divisivo y exige el fin de las deportaciones de TODAS/OS los inmigrantes, con antecedentes penales o no, y residencia permanente para todas/os los trabajadores indocumentados. Estas/os trabajadoras y sus familias ciertamente se la han ganado.

Ultra-racista Sessions procurador general

El Procurador General Jeff Sessions visitó la frontera entre EUA y México en Nogales, Arizona, el 11 de abril. El propósito del viaje fue anunciar políticas para acelerar el enjuiciamiento de trabajadoras/es indocumentados por parte del gobierno, políticas que también afectan a migrantes documentados.

La declaración escrita de Sessions describió las nuevas políticas como un “movimiento contra la mugre que son las pandillas y los extranjeros criminales”.

Cuando Sessions fue nombrado procurador general, sorprendió a antirracistas y a líderes de los derechos civiles. “Eso significa que un hombre vinculado a supremacistas blancos, un historial legislativo racista y homofóbico, y una historia de oponerse a los derechos de votar es ahora el principal funcionario policial del país”, escribió Think Progress el 8 de febrero.

En 1986, a Sessions le fue negado un puesto como juez después de dar testimonio sobre su apoyo al Ku Klux Klan. Los demócratas han señalado a Sessions como el más antiinmigrante en el Congreso.

Sessions dijo en la frontera: “Esta es una nueva era. Esta es la era Trump. La anarquía, la abdicación de cumplir con nuestras leyes de inmigración y las prácticas de captura y liberación del pasado han terminado.”

Un padre que trae niños por la frontera ahora puede ser acusado de “albergar”, y será enviado a la cárcel y deportado. Los inmigrantes no violentos que ingresen al país ilegalmente por segunda vez serán acusados de un delito mayor, no de un delito menor como antes.

Sessions quiere poner cargos a las/os trabajadores por “fraude de documentos” y “hurto de identificación agravado”.

Un fiscal federal anónimo le dijo al Daily Beast que las nuevas directivas están “generando una respuesta negativa extensa” y las calificaron como “jodidamente horribles” (commondreams.org, 12 de abril)

¡Fin a las deportaciones racistas y la ­islamofobia! ¡Residencia permanente para todas/os los migrantes!

Las directivas de la administración Trump son un llamado más a la guerra contra las/os migrantes, a quienes pretende pintar como amenazadores y criminales. La administración quiere que la gente piense que las/os musulmanes son terroristas.

Estos movimientos para apaciguar a elementos anti-inmigrantes de la extrema derecha forman parte de una campaña global racista para rechazar los logros que las/os trabajadores de color han hecho a través de una lucha militante. El objetivo es dividir y conquistar a la clase obrera.

Pero los auténticos terroristas son los supremacistas blancos y belicistas que ahora dirigen Washington. La ideología de “Vidas Azules Importan”* está empujando una política de más guerra aquí y en el exterior.

Esto hace que la huelga del Primero de Mayo de 2017 sea mucho más importante – y las luchas por los derechos de migrantes y trabajadoras/es que seguirán después del primero de mayo mucho más decisivas.

Más que nunca, nuestros movimientos en las calles – ya sea por los derechos de las/os inmigrantes, contra el terror policial, para detener las guerras en el exterior y el cambio climático, por los derechos de la mujer o de LGBTQ – deben ser anticapitalistas e internacionalistas.

Debemos demostrar no sólo con consignas, sino también con nuestras acciones, que no hay fronteras en la lucha obrera, que estamos unidas/os con las/os trabajadores de todos los países. Nuestras vidas dependen de ello.

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*Las Vidas Azules Importan = Movimiento en defensa de la Policía represora del estado; opuesto a las Vidas Negras Importan.

**DUI = Driving Under Influence (Manejando intoxicada/o)

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