Estado de las conversaciones de paz FARC-gobierno

21 de septiembre — Han transcurrido cuatro años de constantes y dificultosas conversaciones entre las FARC-EP y el gobierno colombiano para la Terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera en Colombia, llevadas a cabo en La Habana-Cuba. Ya se vislumbra el final, siendo este el tramo más difícil, cuajado de los más delicados puntos que como peligrosos obstáculos, pueden determinar el éxito o el fracaso de este crucial intento por la paz.

El proceso es sumamente complicado y a la vez ambicioso. Se intenta terminar con más de medio siglo de conflicto armado causado por un estado criminal aliado al poderoso – y más criminal aún – imperialismo estadounidense.

De los seis puntos de la agenda inicial – Desarrollo Agrario Integral; Participación política; Fin del conflicto; Solución al problema de drogas ilícitas; Víctimas; y la Implementación, verificación y refrendación – quedan los tres decisivos: participación política, fin del conflicto y la implementación del acuerdo.

Viajan a Colombia

Precisamente, para facilitar – una vez se firme el acuerdo final – la puesta en marcha de los protocolos presentados el 23 de junio pasado sobre ‘Cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de armas’ como parte del punto ‘Fin del Conflicto’, una delegación viajó a Colombia el 8 de agosto, reuniéndose con otra de Colombia.

Las delegaciones -150 personas en total – estaban compuestas por 33 miembros de la guerrilla encabezada por el miembro del Secretariado Nacional Carlos Antonio Lozada; miembros del gobierno nacional, de la policía, ejército, los comandantes de los frentes en las áreas visitadas, además de gobernadores y alcaldes; la CICR, los observadores internacionales de la Misión de la ONU en Colombia, delegados de Cuba y Noruega (los países garantes de las conversaciones), .

El propósito de estas visitas técnicas fue para identificar posibles sitios donde se ubicarían las zonas donde se alojarán miembros de la insurgencia armada durante el complejo proceso de dejación de armas. Este sería uno paulatino que duraría 180 días luego de la firma del Acuerdo Final. La ONU será la responsable de recibir los armamentos, y al mismo tiempo se establecerá un mecanismo de monitoreo y verificación que velará porque se cumplan todos los requisitos acordados. En este monitoreo participarán las FARC, el gobierno e instituciones internacionales mientras que observarán las comunidades organizadas.

Además de las/os miembros de las mencionadas delegaciones, se unieron equipos técnicos de ingenieros, cartógrafos y topógrafos que con el apoyo de tecnología satelital recogieron la información necesaria para que la Mesa de Conversaciones pueda hacer su recomendación final.

Aparte de la identificación de los lugares, un aspecto importante fueron las conversaciones sostenidas con las/os residentes de las comunidades que por tanto tiempo han sido afectadas por el conflicto armado.

Logros Significativos

Un buen resumen de lo logrado hasta ahora en la Mesa de Conversaciones lo escribe Enrique Santiago, asesor jurídico de la delegación de las FARC-EP en la mesa, en su artículo ‘Tres escollos a un paso de la paz’ publicado el pasado 17 de agosto.

“Estos acuerdos pretenden acabar con la desigualdad económica y social existente entre el campo y la ciudad y garantizar el derecho de propiedad de los pequeños campesinos, poniendo fin al despojo de tierras; erradicar de la acción política la práctica del exterminio físico de los opositores; cerrar definitivamente la frontera agrícola del país, protegiendo la biodiversidad del bosque húmedo y garantizando la comercialización y los precios de cultivos lícitos, ofreciendo así alternativas a los campesinos para sobrevivir sin tener que recurrir a los cultivos de uso ilícito; limpiar de restos explosivos de guerra los campos tras 50 años de guerra que ha convertido a Colombia en uno de los países más contaminado por explosivos; poner en marcha un innovador sistema de justicia restaurativa para la paz que deberá garantizar los derechos de las víctimas y exigir responsabilidades a todos los que hayan sido victimarios, no solo a los combatientes, sino por primera vez también a civiles que han instigado, financiado u organizado el conflicto y la guerra sucia; y dar con el paradero de los más de 50.000 desaparecidos por motivos relacionados con el conflicto interno contabilizados desde los años 80 hasta hoy”. (anncol.eu)

Aparte de la novedosa inclusión de las víctimas del conflicto en las propuestas y decisiones finales, hay otra importante contribución, el enfoque de género. El 11 de septiembre del 2014 se instaló una subcomisión de género que tuvo a su cargo revisar e incluir este enfoque en todos los acuerdos alcanzados. Esto queda reflejado en el Comunicado Conjunto #82 de las FARC y el Gobierno: “Los aportes de las víctimas que visitaron la Mesa de Conversaciones, 60% de las cuales fueron mujeres, de las 18 organizaciones de mujeres y de la comunidad LGTBI, de las 10 expertas colombianas en violencia sexual, de las expertas internacionales y de las ex guerrilleras de varias partes del mundo, fueron fundamentales para enriquecer el trabajo de esta subcomisión”. (mesadeconversaciones.com.co)

Este enfoque de género gira alrededor de ocho ejes: “el acceso y formalización de la propiedad rural en igualdad de condiciones; garantía de los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres y personas con identidad sexual diversa del sector rural; promoción de la participación de las mujeres en espacios de representación, toma de decisiones y resolución de conflictos; medidas de prevención y protección que atiendan los riesgos específicos de las mujeres; acceso a la verdad, a la justicia y a las garantías de no repetición; reconocimiento público, no estigmatización y difusión de la labor realizada por mujeres como sujetas políticas; gestión institucional para el fortalecimiento de las organizaciones de mujeres y movimientos LGTBI para su participación política y social, y sistemas de información desagregados”. (farc-ep.co)

Este enfoque es muy significativo en una región donde el sexismo y las actitudes anti-LGBTI desgraciadamente están muy arraigadas. Es por esto que han sido las mujeres farianas un ejemplo de vanguardismo en la lucha por los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTI.

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