Lo que reveló el debate del Partido Demócrata: Latinas/os, inmigrantes y elecciones

Un tema recurrente en las elecciones presidenciales del 2016 es la inmigración, especialmente en el lado republicano.

La retórica inflamatoria del aspirante republicano Donald Trump es especialmente perversa con sus llamados a la construcción de un muro en la frontera sur de EUA, incitando al más terrible racismo.

Pero los demócratas también plantean la inmigración, y fue un tema muy importante en el debate presidencial celebrado el 9 de marzo en Miami.

El tema sobre la inmigración, la grandilocuencia racista de “construir el muro” por parte de Trump, junto con la crisis económica que ha dado paso a muchas dificultades, presenta a las/os latinos las preguntas: ¿qué camino tomar en esta temporada de elecciones? ¿Debe Trump ser descartado como un molesto mosquito? ¿Qué ganarán las/os latinos apoyando a los Demócratas? ¿Qué puede detener las deportaciones? ¿Cuál voto traerá empleos con buena paga, cuidado de salud asequible y educación para todas/os? ¿Quién puede detener el aburguesamiento de nuestras comunidades?

La respuesta no se encuentra en la cabina de votación, sino en las calles. Se encuentra en la construcción de un movimiento, pero no cualquier movimiento, sino guiado por la conciencia de clase revolucionaria, un movimiento que sabe que para obtener beneficios reales para las/os latinos, la primera tarea es defender al movimiento Las Vidas Negras Importan.

Demócratas y la base ‘hispana’

El debate del Partido Demócrata del 9 de marzo tuvo lugar en Miami, donde la población es un 70% latina. Se orientó sobre todo hacia una audiencia principalmente latina y al clima social del sur de la Florida. Fue patrocinado por Univisión y el Washington Post y tuvo lugar en el Colegio de Miami-Dade.

Univisión es la quinta cadena de televisión más grande en EUA, con una audiencia promedio de alrededor de 1,5 millones de adultos durante el horario estelar y, según su publicidad, supera a “una o más de las redes de habla inglesa [ABC, CBS, NBC o FOX] en dos de cada tres noches”.

El debate fue realmente único. Fue bilingüe y se emitió simultáneamente en español por Univisión. Las/os interrogadores y moderadores a menudo hablaron en español antes de ser traducidas/os.

Se llevó a cabo con un sabor latino a lo largo de la noche, que comenzó con el himno nacional estadounidense cantado por un joven mexicano-americano vestido con su traje de charro mariachi.

Por supuesto, el himno nacional ofende a muchas/os que saben que el himno es en realidad una promesa al sistema imperialista.

El niño era Sebastián de la Cruz, quien en el 2013 ya había captado atención nacional. Durante la fase final de la NBA de ese año, Sebastián cantó el himno nacional en un juego de los Spurs de San Antonio en Texas, también con su traje de mariachi. Inmediatamente, los racistas reaccionaron ofendidos porque había cantado esa canción vestido de mariachi.

Hay que dar crédito a los Spurs, pues llevaron de nuevo a Sebastián unos días más tarde a otro juego como muestra de su apoyo al niño, al cual que se le había sido dicho que “regresara a su casa” y otras basuras racistas. Sebastián les contestó conmovedoramente “yo estoy en casa”.

Una característica constante de las elecciones del Partido Demócrata es su búsqueda del voto latino. Este año no es la excepción. Lo mismo puede decirse de su búsqueda por el voto afroamericano.

Por lo tanto, no es sorprendente que Sebastián fuera invitado para abrir el debate, con traje de charro y todo.

Sin embargo, otros dejos latinos de la noche molestaron a una gran cantidad de latinas/os. Cuando Hillary Clinton declaró: “Yo dije, ‘Basta'”, sobre un pasado evento, las redes sociales enloquecieron.

El Sun Times Network informó más tarde que la búsqueda de tendencia de Google buscando la palabra “basta” se elevó un 2,550 por ciento.

Pero muchas/os activistas latinos se molestaron por el uso de spanglish por un político, especialmente uno que es una belicista, y quien no hace mucho caracterizó a los hombres africano-americanos como “súper depredadores”.

El papel de Clinton en Honduras fue especialmente ofensivo, pues ella era parte de la administración de Washington que apoyó el derrocamiento del presidente constitucional Manuel Zelaya. Su salida conllevó una agitación social extrema, con al menos 25.000 muertes y un éxodo masivo para escapar de la violencia.

¿Hillary Clinton tratando de complacer “hispanas/os”?

En otro momento en el debate, la moderadora María Elena Salinas preguntó a Clinton si ella vacilaba sobre el tema de inmigración o “lo que algunos llamarían ‘hispandering'”. [nota de trad.: (hipócritamente) para buscar el apoyo latino]

Hillary Clinton ha sido acusada de hispandering muchas veces. La palabra es en spanglish y refleja el interés falso por los problemas y la cultura latina para servir a sus propios intereses.

El 10 de diciembre, la Radio Nacional Pública informó que Clinton fue acusada de esto, cuando ella se llamó “La Hillary” y “Tu Hillary”. En otra ocasión el año pasado, Clinton publicó un tweet con una foto de ella, Bill y su nieto, con la cita “Siete maneras en que Hillary es igual que tu abuela.”

Otra cosa que hizo que el debate en Miami fuera diferente fue la participación de una mujer inmigrante de Guatemala que hizo una pregunta desde la audiencia.

Aunque a diferencia de otras estaciones, Univisión a menudo representa los intereses de las/os latinos, sigue siendo una institución capitalista. Es también presa de los modos burgueses y rara vez pone latinas/os de piel oscura en la pantalla. También ha puesto a las personas de piel oscura o indígenas de las Américas en un papel negativo o de sirviente.

Por eso, cuando Lucía Quiej hizo su pregunta, fue una alegría verla. Era bajita y oscura. Y hermosa.

Tenía el aspecto de las personas que EUA ha sacrificados en Guatemala, al igual que alguien de la nación indígena Lenca, cuya líder Berta Cáceres, recientemente fue asesinada por los escuadrones de la muerte en Honduras que “La Hillary” ayudó a crear.

Quiej preguntó a los candidatos qué harían sobre casos como el suyo, en que su marido había sido detenido y deportado por tener una licencia de conducir falsa. Sus hijos estaban sentados junto a ella, con lágrimas en los ojos.

Ambos candidatos hablaron de reagrupación familiar.

Durante la noche, las/os moderadores presionaron y obligaron a los candidatos a responder a la pregunta: “¿Deportarían a los niños” siendo presidente? Ambos dijeron que no, Sanders con más fuerza.

Clinton repitió la opinión de que sólo los criminales o terroristas deberían ser deportados, pero, irónicamente, nadie señaló que bajo esas mismas directrices, el marido de Quiej aún sería deportado puesto que había “roto” la llamada ley de conducir sin licencia.

Y nadie señaló el comentario insultante de Clinton en un debate a principios de este año cuando dijo que en EUA no podemos permitir más niños centroamericanos porque “tenemos que enviar un mensaje a los padres de que es peligroso enviar a los niños”. Esta es la arrogancia imperialista en su máxima expresión.

Sanders sobre Nicaragua y Cuba

El debate continuó con otro tema necesario mencionar. Fue una pregunta a Bernie Sanders sobre una entrevista en 1985 en la que alabó al gobierno sandinista de Daniel Ortega e hizo un comentario favorable sobre Fidel Castro.

La respuesta de Sanders en su mayor parte fue progresista e importante para la televisión nacional.

Pero Sanders caracterizó erróneamente a Cuba. Dijo que “Cuba es…un país autoritario, antidemocrático, y espero que…se convierta en un país democrático”.

La verdad es que Cuba es, de hecho, más democrática que EUA. En Cuba, no se necesitan miles de millones de dólares para postularse a un cargo. Las políticas en Cuba son establecidas con el conjunto de la población; hay muchas elecciones, todas libres y justas; sus organizaciones de masas están directamente vinculadas con el gobierno; y así sucesivamente.

Pero Sanders también dijo que Cuba ha educado a sus hijos, ha proporcionado atención médica gratuita, envía médicos a todo el mundo y ha “transformado totalmente la sociedad”.

Lo más importante es que Sanders dijo a millones de personas, “A lo largo de la historia de nuestra relación con América Latina hemos operado bajo la llamada Doctrina Monroe, que dice que EUA tenía el derecho de hacer lo que quisiera en América Latina. Así que fui a Nicaragua y al poco tiempo me opuse a los esfuerzos de la administración Reagan para derrocar ese gobierno. Y antes, me opuse firmemente a Henry Kissinger … para derrocar al gobierno de Salvador Allende en Chile. … [Nosotros] debemos trabajar con los gobiernos de todo el mundo, no involucrarnos en cambios de régimen. La cuestión clave aquí es si EUA debería ir a derrocar a pequeños países de América Latina. Creo que eso fue un error”.

Clinton, sin embargo, fue venenosa con sus mentiras contra Cuba socialista, afirmando que el gobierno cubano “oprime”, “desaparece”, “aprisiona” e “incluso mata a la gente” por expresar sus puntos de vista. La Red Nacional sobre Cuba ha exigido la corrección y la retracción de estas calumnias de Clinton.

Cuando se tiene en cuenta que el debate se llevó a cabo en el condado de Dade, lleno de sentimiento anti revolucionario cubano, las observaciones de Sanders, a pesar de estar contaminadas por propaganda imperialista, fueron importantes. Al final del debate, de hecho, fue Sanders, no Clinton, quien recibió una ovación.

El señalar el papel atroz de Henry Kissinger, buen amigo de Hillary Clinton, y para distinguirse de ella en el tema de Kissinger, también fue bueno.

¿Es esto, junto a sus otras declaraciones progresistas razón suficiente para apoyar a Sanders? Esto es material para otro comentario.

¡Liberación, no deportación!

Pero el hispandering de Clinton, el hecho de que una administración demócrata haya deportado más que ningún otro presidente de EUA, el papel del gobierno de EUA en Honduras, el apoyo y la financiación para el baño de sangre que asola a México, su falta de intervención en las/os 43 desaparecidos de Ayotzinapa y las condiciones de deterioro de las/os trabajadores latinos en este país son razones más que suficientes para que las/os latinos rompan en masa con el Partido Demócrata.

Pero para la reflexión, es también la incapacidad de Sanders de romper con el sistema capitalista, su fracaso por reconocer genuinamente el profundo impacto del racismo en la sociedad e ir más allá de la desigualdad de ingresos y apoyar la necesidad de indemnizaciones para las/os negros. Estos son sólo ejemplos más de la necesidad de romper con todos los demócratas.

¿Qué pasaría si una sola vez cuando se le preguntara a  Sanders, ¿”Cómo se puede pagar la matrícula universitaria gratuita”?, dijera, ¡”Cerrar el Pentágono y tomar el dinero de ahí”!

El sistema capitalista necesita deportaciones. Necesita racismo y guerra para sobrevivir. Los dos partidos han sobrevivido durante generaciones porque después de todo defienden los intereses capitalistas.

Cada vez son más las/os latinos, especialmente los jóvenes, que reconocen que los políticos que cambian dependiendo de dónde sopla el viento no son las personas que pueden defenderles. Las/os jóvenes latinos han pasado por un período que les ha llevado a concluir, como dijo un joven en Chicago, ¡”Liberación, no deportación”!

Es por ello que la campaña presidencial 2016 Moorehead / Lilly del Partido Workers World-Mundo Obrero dice que este sistema debe ser destruido para que la humanidad sobreviva. Estamos llevando nuestro mensaje a las convenciones demócrata y republicana de este verano. ¡No al muro racista! ¡No hispandering! ¡No capitalismo!

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