Editorial: ¡EUA fuera de Irak!

16 de junio 2014

Irak está de nuevo frente a la atención mundial. El 15 de junio, el gobierno de Barack Obama estaba considerando ataques aéreos en el país que había dejado en 2011 después de ocho años de ocupación.

Sólo los políticos y diplomáticos más imperialistas podrían argumentar que la forma de ayudar a los iraquíes es tener más intervención imperialista.

Aunque todavía no está claro exactamente quién está dirigiendo las fuerzas contra el régimen de Bagdad, esto está claro: Ninguna intervención imperialista ayudará al pueblo iraquí ni evitará una guerra mayor. Cualquier intervención perjudicará más iraquíes y costará más a las/os trabajadores estadounidenses.

Nosotras/os en EUA debemos oponernos firmemente a cualquier intento de utilizar el Pentágono para bombardear, dar la inteligencia y enviar armas a Irak, ni hablar de enviar más “botas sobre el terreno” para ocupar ese país una vez más. Decirle a EUA y al Pentágono: ¡”No te metas! ¡Bastante daño has hecho “!

El imperialismo EUA e inglés cometió el más grave crimen de guerra posible en 2003, cuando puso en marcha una guerra de agresión para conquistar Irak. En ocho años murieron 1,5 millones de iraquíes, llevaron más de 5 millones al exilio exterior e interior, y destruyeron salud, educación e infraestructura sanitaria e industrial. También mató a 4.500 soldados estadounidenses, hiriendo 30.000 a 100.000 más al costo de billones de dólares.

Cuando una resistencia popular creció para desafiar la ocupación desde 2003 al 2005, los estrategas estadounidenses vieron una sola manera de evitar ser expulsados con derrota ignominiosa: Manteniendo a los iraquíes divididos por grupos religiosos y étnicos. En lugar de tratarles como iraquíes, las fuerzas de ocupación EUA les dividió en suníes y chiíes por religión y en árabes y kurdos por origen étnico. Las fuerzas de ocupación y sus agentes envenenaron las relaciones entre las agrupaciones.

Cuando EUA retiró sus tropas de combate en 2011, dejó un régimen impopular encabezado por el primer ministro Nuri al-Maliki. Entonces, a raíz de los levantamientos populares en Túnez y Egipto, muchos iraquíes también llevaron a cabo protestas pacíficas contra el gobierno de Maliki. El régimen de Bagdad respondió con balas y bombas, destruyendo gran parte de la ciudad de Faluya.

Este junio, en un rápido asalto, opositores armados del régimen de Maliki incautaron Mosul y otras ciudades al norte de Bagdad. El ejército iraquí que ocupaba esta región se derrumbó y se retiró. Maliki, quien tiene solo un pequeño apoyo de una parte de la población que se identifica como chiita, rogó asistencia militar de EUA.

Tanto líderes políticos estadounidenses como Maliki, identifican al Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) como el grupo líder del levantamiento militar en Mosul, Tikrit y otras ciudades iraquíes. EIIL es un grupo sectario reaccionario responsable de la mayor parte de las 160.000 muertes en Siria en los últimos tres años.

Fuentes iraquíes dicen que las fuerzas de la resistencia baasista y organizaciones tribales locales están jugando un papel más importante en contra de Maliki. El Baaz era el partido del ex presidente iraquí Saddam Hussein y quiere un estado laico unificado.

EIIL está fuertemente financiado por Kuwait, Qatar y Arabia Saudita, aliados de EUA con sus propios intereses y conexiones locales. La intervención de EUA y la OTAN para derrocar al gobierno de Bashar al-Assad en Siria permitió EIIL crecer y convertirse en la oposición mejor armada y organizada contra Assad.

Cualquiera que esté involucrado en el conflicto en Irak, la intervención militar de EUA sólo empeorará la situación para todos, tal y como lo hizo antes en Irak e igual que la intervención imperialista en Yugoslavia, Afganistán, Libia, Somalia, Malí, Siria y Ucrania.

¡Imperialismo EUA fuera de Irak!

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