Comentario sobre la muerte de Jesús Huerta bajo custodia policial en Durham, Carolina

Otro residente de Durham ha muerto en un controversial encuentro con el Departamento de la Policía de Durham. Esta vez fue Jesús Huerta, un adolescente local y estudiante de la Escuela Superior Riverside.

Personalmente, no creo una palabra de lo que el Departamento de la Policía de Durham ha declarado. Me parece a mí y a muchos otros en toda la ciudad, que los agentes de la policía de Durham están simplemente cubriendo sus pistas con una historia inventada que no tiene ningún sentido físico o lógico.

La respuesta oficial del jefe de la policía de Durham, José López, afirma que Jesús Huerta, de 17 años de edad, murió de un disparo auto infligido mientras estaba bajo arresto en el asiento trasero de un coche de patrulla de la policía. Después de arrestar a Huerta, dicen los informes que el agente de la policía de Durham Samuel Duncan, oyó un fuerte ruido desde el asiento trasero del vehículo y saltó de su crucero de patrulla en movimiento. El coche patrulla de Duncan luego se estrelló contra una camioneta estacionada, dejando a Huerta muerto de un balazo en el proceso. Este incidente ocurrió justo fuera de la zona de estacionamiento de la sede del Departamento de la Policía de Durham.

A juzgar por las conversaciones alrededor de Durham, muchas/os residentes creen que el oficial Duncan fue directamente responsable por la muerte de Huerta.

También es muy preocupante que la policía de Durham optara por destacar en esta controversia los delitos menores cometidos por Huerta en el pasado. Entrar sin permiso en una propiedad privada y el delito menor de posesión de marihuana no fueron las causas de la muerte de Jesús Huerta. Esta falta absoluta de responsabilidad por parte del Departamento de la Policía de Durham no es sólo una falta de respeto, es francamente despreciable.

Pensar en tal estratagema no es más que una distracción de la investigación de la verdad de lo que realmente ocurrió aquí. Tal vez alguien debería investigar los antecedentes penales del Departamento de la Policía de Durham. El hecho es que un joven de 17 años de edad, quien supuestamente estaba esposado, murió misteriosamente en custodia policial. Muchas/os residentes apuntan a la brutalidad policial y al uso excesivo de fuerza.

Desgraciadamente, Jesús Huerta se convirtió en el tercer residente de Durham asesinado por la policía de Durham o bajo su custodia en los últimos cinco meses. José Ocampo, de 33 años, fue asesinado con cuatro balazos al pecho el 27 de julio por poseer un cuchillo. Derek Deandre Walker, de 26 años, fue ejecutado el 17 de septiembre por un francotirador de la policía de Durham por amenazar con cometer suicidio públicamente.

Personalmente, no estoy preocupado por los “Bloods y Crips” en Durham. Estoy preocupado por nuestros matones locales en uniformes azules planchados. Estoy preocupado por miembros de pandillas que llevan placas oficiales, instrumentos de Taser, porras de acero y pistolas. A estos que hacen “cumplir la ley” se les paga con dinero de los impuestos públicos para aterrorizar a la gente.

Jesús Huerta merece más que disculpas de funcionarios de la ciudad. Condolencias falsas no sirven de nada. Las/os miembros de la familia de Huerta merecen justicia; las/os residentes de Durham merecen saber la verdad. Un niño ha sido asesinado y necesitamos respuestas. Necesitamos respuestas y que el oficial Samuel Duncan sea arrestado. ¡Ahora!

Lamont Lilly es redactor contribuyente del Triangle Free Press, Delegado de Derechos Humanos de Witness for Peace y organizador activista del Partido Workers World-Mundo Obrero.

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