Anuncio del Banco de Reserva Federal oculta mal pronóstico económico

El anuncio del Banco de la Reserva Federal el 18 de septiembre sorprendió a inversionistas y a muchas otras personas y condujo a un rápido aumento en los mercados de valores. El mensaje subyacente sin embargo, es que la economía capitalista mundial y la porción estadounidense realmente no se han recuperado de la crisis del 2007 y quizás esté enfrentando otro colapso.

Durante los últimos seis meses, el presidente del Banco, Ben Bernanke había más que insinuado que el Banco reduciría gradualmente su programa de compras de bonos que lo había comprometido a comprar $85 mil millones en bonos cada mes. Basó este paso en las expectativas de que las tasas de empleo continuarían mejorando y ya no sería necesario mantener bajas las tasas de interés sobre los préstamos.

El cambio de rumbo del Banco, que fue respaldado por 12 de los 13 miembros de la Junta de la Reserva Federal, es una señal de que su anterior panorama optimista sobre la economía había sido engañoso. El Banco también redujo sus estimaciones de crecimiento económico para el resto del 2013 y todo el 2014.

En una declaración después de su anuncio, el Banco dijo, “el endurecimiento de las condiciones financieras observadas en los últimos meses si se mantiene, podría desacelerar el ritmo de mejoría de la economía y el mercado laboral”. (Reuters, 18 de septiembre) Esto es lo más optimista que el Banco podría hacer parecer la noticia.

Puesto que los muy ricos han estado haciéndose aún más ricos durante la supuesta recuperación — y este grupo de la población tiene la voz más fuerte — muchos economistas burgueses han salido con proyecciones optimistas infundadas. Sobre el resto de nosotros, señalan la mejoría en la tasa de desempleo, que en agosto había caído al 7,3 por ciento.

Sin embargo, como Bernanke señaló en el comunicado, “la tasa de desempleo no es necesariamente una buena medida en todas las circunstancias del estado del mercado laboral en general”. (Wall Street Journal, el 19 de septiembre)

A lo que Bernanke se refería es que este índice en particular es engañoso puesto que mide sólo aquellas personas desempleadas que activamente están buscando trabajo. Una mejor medida de una economía robusta provendría de la porción de la población en la fuerza laboral activa. Ese número descendió de poco más del 51 por ciento en enero del 2007, a un poco por debajo del 49 por ciento en agosto. Ha continuado decreciendo a pesar de mejorarse la tasa de desempleo oficial.

Básicamente, no ha habido ninguna mejoría real en el mercado de trabajo, con la posibilidad de que otra crisis enfrente a la clase obrera. Entre 6 y 15 millones de trabajadores/as han “desaparecido” de la fuerza laboral de Estados Unidos.

No todos los economistas burgueses están felices. William White, ex economista jefe del Banco de Pagos Internacionales que está basado en Suiza, el “banco de los bancos centrales”, dijo: “Esto me parece el 2007 de nuevo, pero peor aún”. White había reconocido las inversiones riesgosas antes de la caída del 2008. (British Telegraph, 15 de septiembre)

Como Fred Goldstein ha demostrado mediante un enfoque marxista en su obra “Capitalismo en un callejón sin salida”, debido a los rápidos avances tecnológicos en la producción, el sistema capitalista mundial ha estado imposibilitado desde el 2007 de iniciar negocios rentables consistentemente. Esto ha creado una crisis económica que no es simplemente una desaceleración cíclica, sino un estancamiento permanente. La lección es que los/as trabajadores/as sólo pueden contar con su propia lucha — no con un repunte capitalista — y que una perspectiva revolucionaria es necesaria para superar la crisis y el mismo capitalismo.

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