Palestinos/as protestan tortura y asesinato en cárceles israelíes

Tres mil prisioneros palestinos realizaron una huelga de hambre de un día el 24 de febrero para protestar contra la tortura y el asesinato de Arafat Jaradat, quien había sido detenido por el infame servicio de inteligencia interna Shin Bet de Israel. (Al-Jazeera, 24 de febrero) Se unieron a otros cuatro huelguistas de hambre que ya estaban protestando por las condiciones inhumanas en las cárceles y centros de detención israelíes.

La Ribera Occidental y Gaza han sido sacudidas en las últimas semanas por protestas en solidaridad con los prisioneros detenidos por Israel. La noticia de la muerte de Jaradat llegó un día después de que 94 palestinos resultaran heridos en enfrentamientos con fuerzas de seguridad israelíes durante manifestaciones en la Ribera Occidental exigiendo la liberación de los cuatro huelguistas de hambre.

Jaradat fue arrestado el 18 de febrero por supuestamente haber lanzado una piedra a un soldado armado israelí durante el bombardeo aéreo israelí de Gaza en noviembre pasado. El supuesto incidente ocurrió cerca de un asentamiento israelí ilegal. Estuvo recluido en la prisión al-Jalameh cuatro días antes de ser trasladado a la prisión Megiddo de Israel, cerca de Haifa. Según miembros de su familia, cuando fue detenido no sufría de ninguna enfermedad o condición de salud.

Jaradat acababa de cumplir 30 años y vivía en Sa’eer, un pueblo cerca de Hebrón. Estaba casado y tenía una hija de cuatro años de edad, Yara, y un hijo de dos años, Muhammad. Jaradat y su esposa Dalal Ayayda esperaban su tercer hijo en junio. Jaradat también cursaba su primer año en la Universidad Abierta al-Quds.

Las autoridades israelíes intentaron encubrir su crimen. “Puedo confirmar que un preso palestino murió hoy en la prisión de Megiddo. Probablemente fue un paro cardíaco. No tengo más detalles por el momento”, dijo Sivan Weizman, un portavoz de las cárceles israelíes el 23 de febrero. El servicio de inteligencia interna Shin Bet afirmó que Jaradat se enfermó justo antes de su muerte. “Médicos fueron llamados para tratarlo, pero fueron incapaces de salvar su vida”, dijo Shin Bet en un comunicado. (Al-Jazeera, 24 de febrero)

Todas estas afirmaciones fueron comprobadas como falsas después de una autopsia realizada por los israelíes y supervisada por la Autoridad Palestina: “La autopsia demostró claramente que el corazón de la víctima estaba sano, lo que contradice la supuesta información inicial, presentada por las autoridades de la ocupación, de que el detenido murió de un ataque al corazón. Jaradat había sufrido lesiones y contusiones graves en la zona superior derecha de la espalda y contusiones graves de forma circular aguda en la parte derecha del pecho”, dijo Issa Qaraqe, el ministro palestino para asuntos de detenidos.

Qaraqe dijo: ”La autopsia reveló eviden­cias de tortura grave en el músculo de [la parte] superior del hombro izquierdo, paralelo a la columna vertebral en la parte inferior del cuello y de graves torturas debajo de la piel y dentro del músculo en el lado derecho del pecho. Su segunda y tercera costillas en el lado derecho del pecho estaban destrozadas y también tenía lesiones en el músculo en la mano derecha”.

Qaddura Fares, presidente de la Sociedad de Prisioneros Palestinos, agregó que el examen reveló siete lesiones en el interior del labio inferior, contusiones en la cara y sangre en la nariz. (palsolidarity.org, 23 de febrero)

El mismo día en que se difundió el reporte de la autopsia de Jaradat, dos manifestantes palestinos fueron asesinados por colonos israelíes en una manifestación contra los asentamientos israelíes.

El choque ocurrió en la aldea norteña de Kusra. Manifestantes palestinos/as dijeron que Helmi Abdul-Aziz, de 24 años, recibió un disparo en el estómago en la refriega con colonos judíos, que también dispararon en el pie de Mustafa Hilal, de 14 años. Un funcionario palestino del hospital dijo que Abdul-Aziz se encontraba en estado grave.

Al igual que en el pasado régimen del apartheid en Sudáfrica, el gobierno israelí le permite portar armas a los colonos ilegales en territorio palestino. A los/as palestinos/as les está prohibido tener armas.

Los habitantes del pueblo dijeron que el incidente comenzó cuando un grupo de colonos judíos invadió las tierras del pueblo y disparó. Dijeron que los colonos acosaron a un agricultor palestino y a su familia para que abandonaran su terreno, lo que provocó que el agricultor llamara a los residentes para obtener ayuda.

Un funcionario militar israelí dijo que cerca de 200 palestinos y 25 colonos israelíes participaron en los enfrentamientos y que las fuerzas israelíes dispersaron a los manifestantes palestinos utilizando “métodos para dispersar motines”. Según los testigos, un manifestante de 15 años fue golpeado en el ojo con una bala de goma. (Al-Jazeera)

Jaradat fue arrestado originalmente por protestar en las afueras de un asentamiento israelí ilegal.

Según Addameer, un grupo palestino pro derechos humanos, más de 202 detenidos han muerto o han sido asesinados en las cárceles israelíes desde 1967. Decenas también han muerto después de su liberación debido a enfermedades contraídas en prisión o por complicaciones resultantes de la extrema tortura y las malas condiciones. Hoy en día el sistema de prisión israelí tiene encarcelados a cerca de 4.600 palestinos/as en una gama de cargos; 159 están detenidos bajo la llamada detención administrativa sin cargos o no han tenido un juicio.

El régimen colonial israelí ha sido apuntalado por cientos de miles de millones de dólares en apoyo militar y económico de los Estados Unidos. Desde que se apoderó de la tierra del pueblo palestino que vivía allí, ha sido un puesto de avanzada imperialista en la guerra de Wall Street para destruir las luchas de liberación de los pueblos anteriormente colonizados del Medio Oriente y África del Norte, regiones ricas en petróleo.

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